¿Delincuentes o perseguidos? Los negros ante la justicia de EEUU
La muerte de varios ciudadanos afroamericanos a manos de policías blancos ha encendido el conflicto racial. Las cifras del sistema judicial de Estados Unidos revelan importantes disparidades en las sentencias penales que reciben blancos y negros.
“Las vidas de los negros importan, paren a los policías racistas”, rezaba una pancarta durante una de las protestas realizadas en Baltimore por la muerte del joven negro Freddie Gray, quien falleció tras haber sido detenido por la policía a finales de abril. Los datos hablan de un sistema judicial dispar, en cuanto a color se refiere.
Los llamados afroamericanos constituyen el 13% de la población estadounidense pero representan el 28% de todos los arrestos, el 40% de los presos y el 42% de los sentenciados a muerte. Los blancos son la mayoría: el 67% de la población y constituyen el 70% de los arrestos, sin embargo, son sólo el 40% de los prisioneros y el 56% de los sentenciados a muerte.
La American Civil Liberties Union remitió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una investigación donde asegura que existen grandes diferencias en las sentencias penales, como resultado de tratamientos dispares hacia los negros en cada etapa del sistema judicial estadounidense.
Las sentencias impuestas a hombres negros son 20% más largas que las impuestas a hombres blancos por crímenes similares y señalan que la raza juega un papel importante para determinar cuáles casos de homicidio terminan en sentencias de muerte para los declarados culpables.
De los sentenciados a cadena perpetua, los negros constituyen el 28,3%, el 56,4% de aquellos que no tienen posibilidad de libertad condicional y el 56,1% de los que no tienen ese beneficio por delitos juveniles.
El mismo informe destaca que el 65,4% de los prisioneros sentenciados a cadena perpetua sin beneficios de libertad condicional por delitos no violentos –contra la propiedad y por drogas, principalmente- son negros, frente al 17,8% de blancos y el 15,7% de latinos.
Otra investigación publicada por la Harvard Public Health Review sugiere diferencias en el riesgo de encuentros violentos con la policía de acuerdo al origen racial. Señala que entre 1960 y 2010, 15.699 muertes fueron clasificadas como consecuencia de una intervención legal, de las cuales el 63,3% fueron de hombres entre 15 y 34 años. De esos fallecimientos, el 42,3% corresponden a hombres negros, cuando el porcentaje de población afroamericana es de apenas 12,6%.
Policías bajo sospecha
Tras la muerte de Gray bajo la custodia de efectivos, la policía de Baltimore será investigada y se sumará a una lista de organizaciones que están bajo la lupa por tener comportamientos racistas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos investiga si los derechos civiles de Gray fueron violados y busca establecer si existen patrones de discriminación en los funcionarios policiales. Ya más de 20 departamentos de policía de ese país han sido investigados en los últimos 5 años y aquellos que han sido hallados culpables de violar la Constitución han sido sometidos a reformas.
Luego del homicidio del adolescente negro Michael Brown, quien estaba desarmado y falleció durante una detención en agosto de 2014, el Departamento de Policía de Ferguson, Missouri, fue acusado de exacerbar prejuicios raciales -incluyendo estereotipos- y disparidades que afectan negativamente a los afroamericanos, quienes desconfían de la legitimidad en el cumplimiento de las leyes.
De los datos recolectados entre 2012 y 2014 en ese organismo policial, se desprende que los afroamericanos – que constituyen el 67% de la población en Missouri- son el blanco de 85% de las detenciones vehiculares, del 90% de las citaciones, del 93% de los arrestos y del 90% de procedimientos con uso de fuerza documentados.
Ingreso desigual
La brecha entre pobres y ricos, negros y blancos, sigue siendo un factor importante en la realidad estadounidense. La data para 2013 –última disponible- señala que el 10% de los estadounidenses blancos eran pobres, mientras que en el caso de los negros la cifra alcanzaba el 27% y en los hispanos el 24%.
El Census Bureau estadounidense reveló en su último estudio de finales de 2014 que hay 45,3 millones de personas viviendo en la pobreza. La única minoría étnica que logró mejores fue la hispana, que logró reducir la cifra de pobres de 13,6 millones a 12,7 millones (del 25,6% al 23,5%).
La región donde se concentra la pobreza sigue siendo el sur con 18,9 millones de pobres -16,1%-. Asimismo, es en esta zona geográfica donde concentra el mayor número de individuos (55%) que se consideran negros o negros mezclados con otras razas.
El total de niños pobres en Estados Unidos en 2013 fue de 14,7 millones –de los 16,1 millones que había en 2012-, de los cuales el 36,9% son afroamericanos, el 30,4% son hispanos y el 10,7% de raza blanca. La tasa de pobreza de los niños negros fue 5,4 puntos más alto que una década atrás.
Los niños viviendo sólo con madres sin esposos como cabeza de familia, tuvieron un índice de pobreza cuatro veces mayor que los niños de parejas -45,8% comparado a 9,5%, respectivamente-. Es un dato que causa preocupación cuando se cruza con la información de que el 29% de los hogares negros está sostenido únicamente por mujeres.
El Departamento del Trabajo de Estados Unidos calcula que para marzo de 2015 la tasa de desempleo de los afroamericanos mayores de edad es del 10%, frente al 4,9% de los blancos.
La media del ingreso familiar para todo el país en 2013 fue de casi 52 mil dólares. La media para los negros fue de $34.598, para los hispanos $40.963 y para los blancos fue de $58.270
Percepciones divididas
Según una encuesta realizada por el Washington Post-ABC News, realizada en diciembre de 2014, blancos y negros tienen diferentes percepciones acerca del sistema de justicia y el rol de la policía.
Solo uno de cada 10 afroamericanos dicen tener igual trato que los blancos en el sistema judicial, y solo 2 dicen que confían en tener igual trato que los blancos, hayan o no cometido un crimen.
Los blancos, por su parte, afirman que las razas son tratadas de forma similar por el sistema judicial y 6 de cada 10 tienen confianza en el trato igualitario de la policía.
Un análisis realizado por The New York Times señala que el monitoreo de las muertes por el uso de fuerza policial contra ciudadanos –independientemente de su origen étnico- es muy deficiente y la data oficial del FBI obtenida no habla de un aumento significativo de decesos: de 397 fallecidos en 2009 a 426 en 2013. Por otra parte, reportes no oficiales hablan de 1.100 muertes anuales por estas causas.
El periódico sugiere que la percepción de la ciudadanía, acerca de un mayor número de víctimas desarmadas asesinadas por la policía, podría ser producto de las redes sociales que han dado una mayor visibilidad a estos hechos.
Claudia Delgado Barrios