7 claves para entender a los millennials y su relación con la política
En España, son más de ocho millones. Los millennials, la población nacida, a grandes rasgos, entre 1982 y 2004, son una generación de transición: viven entre el papel y el digital, entre el soporte físico y el streaming, están comprometidos con la política pero desconfían de los partidos tradicionales. Para intentar desmenuzar a un segmento de la ciudadanía que supondrá el 70% de la fuerza laboral en el mundo desarrollado, el Espacio Fundación Telefónica ha celebrado un encuentro que analice quiénes son y cómo se relacionan con la política los jóvenes españoles. En él han participado el presidente de la fundación civil G2020 y explolítico Salvador Sánchez-Terán, el periodista Javier Ayuso, el analista demoscópico y profesor de Sociología Francisco Camas y la fundadora del think-tank Red Floridablanca, Isabel Benjumea. El debate ha dibujado a los millennials con ocho rasgos, trazados por Sánchez-Terán.
Los millennnials y postmillennials, población nacida a grandes rasgos entre 1982 y 2004, son una generación de transición: viven entre el papel y el digital, entre el soporte físico y el streaming, están comprometidos con la política pero desconfían de los partidos tradicionales. Para intentar desmenuzar a un segmento de la ciudadanía que supondrá el 70% de la fuerza laboral en el mundo desarrollado en menos de una década, el Espacio Fundación Telefónica ha celebrado un encuentro que ha analizado quiénes son y cómo se relacionan con la política los jóvenes españoles. En él han participado el presidente de la fundación civil G2020 y expolítico Salvador Sánchez-Terán, el periodista Javier Ayuso, el analista demoscópico y profesor de Sociología Francisco Camas y la fundadora del think-tank liberal-conservador Red Floridablanca, Isabel Benjumea. El debate ha dibujado a los millennials con siete rasgos, trazados por Sánchez-Terán.
Han nacido en democracia
Los jóvenes nacidos entre 1982 y 2004 son en España más de ocho millones de personas y supondrán más del 70% de la fuerza laboral en el mundo desarrollado en 2025. Han nacido en una España próspera, en democracia, en un entorno político y social mucho más optimista que en el que se criaron sus padres. Eso sí, al alcanzar la primera etapa de la edad adulta, la crisis se interpuso en su camino y en sus aspiraciones. Y son la generación de los sueños rotos.
Tienen nuevas necesidades laborales
Los millennials no tienen como prioridad buscar un trabajo que les permita comprar un coche y una casa, como sus padres. Valoran más que sus empleos estén adecuados a sus conocimientos, que les guste y que permitan que su vida profesional sea conciliable con el ámbito personal. Antes que el dinero, aprecian más valores como la familia, la amistad, el trabajo y los estudios.
Son las mayores víctimas de la crisis
Han sido los grandes perjudicados por la crisis económica. Los conferenciantes coinciden en que se ha roto la promesa con la que crecieron: que tendrían un trabajo asegurado si iban a la Universidad. Ayuso aporta que han salido especialmente perjudicados aquellos jóvenes que dejaron los estudios para dedicarse a la construcción durante la burbuja. Al llegar la crisis «se quedaron sin trabajo y sin estudios» y son «un colectivo que nunca va a encontrar trabajo», valora Ayuso.
Han cambiado de valores cívicos
El concepto de ser buen ciudadano tiene para los millennials un significado que rompe con el de las generaciones anteriores. Para ellos, participar en asociaciones sociales, militar en un partido político o servir en el Ejército no son prioridades. En cambio, tienen como bandera los valores de la solidaridad y la igualdad.
Están desencantados pero politizados
Los millennials se identifican cada vez menos con las instituciones y los partidos políticos tradicionales. Pero esto no implica un alejamiento de la política, sino un cambio de escenario. Prestan más atención a los movimientos sociales y están comprometidos con la sociedad, pero plasman sus ideas en nuevos soportes de comunicación alejados de la burocracia, como las redes sociales.
Buscan la regeneración democrática
Esta generación suspende el funcionamiento democrático en España, un país que consideran que necesita reformas y en cuyos partidos tradicionales no confían para lleva a cabo estos cambios (de hecho, PP y PSOE han perdido la mitad de su electorado joven desde 2008, según los conferenciantes). Confían, eso sí, en la justicia, en la sociedad civil, los sindicatos, las PYMES los movimientos sociales y las ONG. Y piden más transparencia a las instituciones.
Y ya no son antisistema
Han abandonado las posturas rebeldes y antisistema como parte de su propuesta política y apoyan los valores fundamentales de la Constitución, como la libertad, la igualdad o la tolerancia. Además, no buscan mayorías absolutas sino que abogan por el diálogo y son favorables a la presencia internacional.