¿Quién es Slobodan Praljak y cómo consiguió el veneno con el que se suicidó?
El exlíder militar bosniocroata Slobodan Praljak se quitaba la vida ingiriendo un veneno. Su muerte deja en el aire varias incógnitas.
La muerte del exlíder militar bosniocroata Slobodan Praljak ocupaba ayer parte de los informativos de todo el mundo. También hoy toda la prensa habla de él. El que fuera, según el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), una de las personas clave en la limpieza étnica que tuvo lugar contra los bosnios musulmanes durante la guerra de Bosnia (1992 y 1995) se quitaba ayer la vida ingiriendo un veneno, al parecer un producto químico letal, cuando el TPIY confirmaba su condena a 20 años de prisión por crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Praljak fue uno de los generales del ejército croata-bosnio protagonista parcial de la guerra en Bosnia. Durante tres años, cerca de 100.000 personas fueron asesinadas, el 65% fueron bosnios musulmanes y el 25% serbios. La parte bosniocroata abrió campos de detención donde se produjeron crímenes de guerra, como los ocurridos en el valle de Lašva, donde tuvo lugar una matanza masiva de civiles musulmanes bosnios en solo unas horas. Una estimación calcula que la cifra de muertos es de 120. El más joven era un bebé de tres meses, que murió de un disparo en su cuna, y el mayor era una mujer de 96 años. La Sala de Primera Instancia del TPIY concluyó que los dirigentes croatas, entre ellos Praljak, tenían un diseño o plan común concebido y ejecutado para limpiar étnicamente a bosnios del valle de Lašva.
Como Comandante en Jefe del Consejo Croata de Defensa (HVO), Slobodan Praljak fue considerado responsable de la orden de la destrucción del puente otomano de Mostar durante el asedio de la ciudad al inicio de la guerra. El 9 de noviembre de 1993, a las 10:15, fue volado por órdenes de Praljak causando “un daño enorme a la población musulmana”. En su apelación el exmilitar dijo que era “un objetivo militar más”. El puente fue reconstruido con ayuda del Banco Mundial y la supervisión de la UNESCO y actualmente es considerado Patrimonio de la Humanidad.
El 29 de mayo de 2013, el TPIY condenó a Praljak y a los otros cinco encausados al considerarles culpables de «desplazamientos forzosos de la población, asesinatos, saqueo de propiedades, trabajos forzados para los detenidos y expulsión de sus tierras una vez liberados». La pena impuesta al exgeneral fue de 20 años de prisión. Ayer, el tribunal de apelación confirmaba la sentencia de 20 años impuesta en primera instancia. Sin embargo, Slobodan Praljak gritó al tribunal que él no era culpable de crímenes de guerra y acto seguido ingirió un veneno que le causó la muerte ese mismo día: “¡Soy inocente! ¡No soy un criminal de guerra! ¡Rechazo esas acusaciones!”, gritaba antes de tomar el producto químico letal.
¿Cómo llegó el veneno a la sala?
La muerte de Praljak, de 72 años, deja en el aire varias incógnitas. La primera de ellas es cómo logró acceder al interior del Tribunal con el líquido letal. La primera tesis con la que trabajan las autoridades es que alguien le ayudó, por lo que se trataría de un suicidio asistido.
Praljak se entregó al TPIY en 2004 para defender su inocencia de los cargos que se le imputaban y durante dos años, hasta 2006, permaneció bajo arresto domiciliario. Sin embargo, desde 2006 permanece en prisión. Por lo que la segunda incógnita es cómo consiguió el veneno.
De esta forma queda en entredicho tanto el sistema de seguridad de la prisión como el del Tribunal, ya que se trata del tercer suicidio de un serbio condenado por crímenes de guerra bajo custodia del Tribunal. Ahora la sala del juicio es el escenario de un crimen.