Túnez y Turquía recuperan los 'turistas prestados' a España
Túnez y Turquía comienzan a recuperar turistas gracias a la mejora de la seguridad. Turquía creció un 30% en 2017 y Túnez un 23%.
El turismo es un elemento crucial en la recuperación económica de un país. En el caso de España, en 2015 y 2016 aportó el 11,1% y 11,2%, respectivamente, del PIB. En este último año, el sector generó ingresos por valor total de 125.529 millones de euros, según la Cuenta Satélite del Turismo de España (CSTE), publicada por el INE.
Desde 2010, el número de turistas que llegan al país atraídos por nuestra cultura, el clima, la playas y la comida no ha parado de crecer. Si entre 2007 y 2009, España perdió ocho millones de visitantes debido a la crisis económica, con el cambio de década el turismo ha ido aumentado progresivamente y en 2017 se registró la cifra récord de 81,8 millones de turistas extranjeros que se dejaron 86.823 millones de euros, según datos del Banco Mundial.
Entre los motivos para este récord están fundamentalmente la recuperación económica de nuestros mercados emisores y la inestabilidad política de los países africanos de la cuenca mediterránea, como Túnez, al igual que la de Turquía, ambos competidores directos de España en el segmento de sol y playa.
Los atentados terroristas cometidos en estos lugares como el de Susa, en Túnez, en junio de 2015, en el que 38 personas fueron asesinadas, la mayoría turistas europeos, cuando un hombre abrió fuego con un Kalshnikov en la playa de un hotel, o los numerosos ataques que Turquía ha sufrido en los últimos años, especialmente provocados por el conflicto kurdo y la intervención en Siria, que en 2016 dejó más de 300 muertos, han sido claves para esta espantada de visitantes en los últimos años.
En Turquía, después de casi una década de un turismo en ascenso a niveles récords, en 2016 sufrió un gran descalabro registrando 30 millones de visitantes extranjeros frente a los casi cuarenta que había recibido en 2015 y 2014. En Túnez, aunque con cifras mucho menores, 2015 fue su año negro, ya que sólo algo más de cinco millones de personas se decantaron por el país africano como destino vacacional, frente a los más de siete millones que lo eligieron en 2014 y 2013.
Vuelta a la normalidad
Sin embargo, ningún mal dura 100 años. Y ambos países comienzan a recuperar turistas gracias a la mejora de la seguridad. Un ejercicio en el que Turquía creció un 30% en 2017, con 32,4 millones de visitantes, y Túnez un 23%, al volver a datos de 2014, cuando se registraron más de siete millones de personas visitantes y 90 millones de euros en ingresos.
En este sentido, ambos países pretenden que 2018 sea el año en el que se confirme la recuperación turística, lo que desde la patronal Exceltur consideran que «afectará a los destinos españoles de playa en los próximos meses». Así, las previsiones de la asociación apuntan a que la demanda turística extranjera en España se relentizará, debido fundamentalmente a la recuperación de estos mercados competidores que ofrecen una política de precios bajos y cuyo perfil de turista busca sol y playa a costes baratos. En Túnez, a día de hoy, es fácil encontrar una habitación en un hotel de alta categoría en la playa con desayuno y cena por menos de 50 euros/día, como hemos podido comprobar en uno de los grandes turoperadores internacionales, Thomas Cook que, a principios de año, regresaba a Túnez después de casi tres años sin programar el destino.
A esta política de precios agresiva, hay que añadir el levantamiento de las restricciones de viaje que habían impuesto la mayoría de naciones europeas, principalmente Reino Unido, Alemania e Italia, lugar de origen del grueso de los turistas que eligen Túnez.
En el caso de Turquía, aunque aún 10 compañías aéreas, entre ellas la española Iberia, siguen sin volar al país musulmán, el crecimiento de reservas es del 84%, según Thomas Cook. Además, los principales operadores de cruceros han anunciado su regreso a los puertos turcos que esperan a cerca de un millón de cruceristas.
Recomendaciones de viaje
A pesar de que la seguridad parece haberse reforzado y la situación está aparentemente controlada, al menos, para los turistas, el Ministerio de Asuntos Exteriores español recomienda «mantener una actitud de extremada prudencia y vigilancia» en los desplazamientos a Turquía, «evitando todo tipo de manifestaciones o aglomeraciones»; y «viajar con precaución y abstenerse de hacerlo por ciertas zonas ya que persiste el riesgo de ataques terroristas» en el caso de que hayas elegido Túnez como destino de descanso.
En cuanto a Turquía, Exteriores recomienda evitar las provincias del sudeste/este del país, como Batman, Siirt, Mardin, Diyarbakir, Tunceli, Van, Erzurum y Ardahan, además de «extremar las precauciones» en Estambul y Ankara.
En lo que respecta a Túnez, la web del ministerio aconseja «encarecidamente» evitar los siguientes lugares: zonas aisladas y remotas del desierto del Sahara en la confluencia de las fronteras de Túnez, Argelia y Libia, así como las zonas montañosas de los departamentos de Kasserine y El Kef.