Tres mosqueteros de la derecha y dos 'lideresas': las cinco claves para entender las elecciones andaluzas
Las elecciones andaluzas se han convertido para partidos y analistas en un ensayo de los comicios generales. «Esta campaña es la primera fase del ciclo electoral que probablemente se completará al año que viene», asegura Astrid Barrio, profesora de Ciencia Política de la Universitat de València. Analizamos junto a cinco expertos las cinco claves necesarias para entender estos comicios.
Los tres mosqueteros de la derecha
La derecha en estas elecciones tiene tres almas: el Partido Popular, en versión tradicional; Ciudadanos, que representa una visión más moderna, y el neoconservadurismo de Vox. Tres mosqueteros que pugnan por dominar el mismo espacio.
PP: La primera batalla de Pablo Casado
Estas elecciones son la prueba de fuego del nuevo presidente del Partido Popular. Pablo Casado es tan consciente de lo que está en juego que se ha volcado en la campaña electoral hasta la sobrexposición. El líder popular ha estado tan presente que ha neutralizado a su propio candidato. «Está interviniendo demasiado, a veces no se sabe si el candidato a la Junta de Andalucía es Casado o Moreno Bonilla», bromea el catedrático Ciencia Política de la Universidad de Málaga Ángel Valencia.
La causa de que Casado se haya vuelto omnipresente en Andalucía es su miedo a perder su posición de primera fuerza de la derecha. El último barómetro del CIS, publicado el 14 de noviembre, estima que el PP va a sacar el 18,66% de los votos y entre 20 y 22 escaños, los mismos que Ciudadanos. Los populares sacaron 33 escaños en 2015, lo que supondría perder casi la mitad de su presencia en el parlamento andaluz. «El objetivo del PP pasa por no perder demasiados votos y el demasiado se mide en función de los que saque Ciudadanos», explica Rafael Durán, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Málaga. Así, Casado ha hecho campaña en clave nacional por la importancia que el temido sorpasso por la derecha de Ciudadanos tendría en unas elecciones generales.
La profesora de Ciencia Política de la UOC, Ana Sofía Cardenal, considera que el presidente del PP ha asumido unos riesgos elevadísimos: «Casado ha salido al ruedo, a matar. Se la ha jugado para medir su tirón electoral. Si se acaban confirmando los resultados de las estrategias, hay un 70% de posibilidades de que el PP acabe siendo segundo partido en Andalucía, según los sondeos, esto será una victoria para Casado». ¿Y si no? «Un mal resultado efectivamente pondría en cuestión si la estrategia actual le sirve al PP para mantener su cuota de poder. Lo que no es evidente es cuál va a ser la lectura que se va a hacer de estos resultados. Si se atribuirán a un exceso de giro a la derecha, o a una falta de él», razona Berta Barbet, politóloga y experta en comportamiento político y opinión pública.
En el caso de unos malos resultados, Rafael Durán cree que el líder popular recompondrá su discurso y se olvidará de Andalucía. Ángel Valencia también opina que en estos momentos tan políticamente convulsos con tantas cosas ocurriendo «unas elecciones pueden marcar cierta tendencia durante un pequeño período de tiempo, pero es muy difícil que influyan en otras elecciones».
Ciudadanos: El reto de mantener el pistoletazo catalán
Cataluña y la cuestión catalana son el trampolín que le ha permitido a Ciudadanos dar el salto a la política española. Después del éxito en las elecciones catalanas, la formación naranja busca consolidarse en estos comicios como el partido ganador de la derecha. «Los objetivos nacionales están subordinando mucho las estrategias de campaña a nivel regional», considera la profesora de Ciencia Política de la UOC.
El CIS le da a Ciudadanos el mayor crecimiento de estas elecciones: de nueve diputados en 2015 a entre 20 y 22, con un 18,55% de los votos. La estrategia responsable de esta subida disparada es la derechización, coinciden los expertos consultados. Desde la moción de censura, la formación de Albert Rivera ha dejado a un lado el discurso moderado de centro para desplazarse en el eje ideológico claramente hacia la derecha. «Empezó siendo un partido reformista, moderno, y esto hoy en su discurso está super olvidado. Las ganancias de esta nueva estrategia son netas. Algunos votantes de centro igual se van al PSOE pero están creciendo a costa de votantes del PP», asegura Cardenal. Le robaron votos al PSOE en 2015, pero los de estas elecciones van a ser en su inmensa mayoría del Partido Popular.
No le va a penalizar a la candidatura de Juan Marín servir de muleta durante tres años al Gobierno de Susana Díaz y sí va a conseguir beneficiarse de la postura de firmeza de Ciudadanos con respecto a la cuestión territorial en España, aclara Valencia, catedrático de la Universidad de Málaga.
Además van a aprovecharse del tema catalán, razona Astrid Barrio, politóloga y profesora de Ciencia Política de la Universitat de València: «Es en el tema que se sienten más fuertes, que tienen más en propiedad, por lo que es razonable desde un punto de vista estratégico que trate de movilizar al anticatalanismo presente en algunos sectores».
Vox: La entrada de la ultraderecha en las instituciones
La entrada de Vox en el parlamento andaluz supondría la llegada de un partido ultraderechista a las instituciones españoles, una situación extendida en Europa y de la que España había conseguido mantenerse al margen. «No es una buena noticia para el conjunto de la democracia española ya que supondría el fin de la excepcionalidad española, hasta ahora impermeable al ascenso del populismo de derecha radical que campa por casi la totalidad de los país europeos», razona Barrio.
El CIS estima que la formación capitaneada por Santiago Abascal y su candidato Francisco Serrano sacarán un diputado, por la provincia de Almería. «Si ellos entran en el parlamento andaluz, aunque sea solo con uno, ya es suficiente para que se les homologue al resto de partidos y se normalicen y legitimen su discurso», considera Rafael Durán, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Málaga. «Es un partido racista, especialmente islamófobo, y en contra del feminismo. Otro peligro es que partidos ideológicamente próximos entiendan que una forma de evitar la pérdida de votos es reproducir este discurso. Ahí tenemos a Casado hablando de la ablación del clítoris y de matar corderos», añade.
La Reconquista comenzará en tierras andaluzas, @Santi_ABASCAL 🇪🇸 #AndalucíaPorEspaña pic.twitter.com/T0jaGS7kRO
— VOX Noticias 🇪🇸 (@voxnoticias_es) 12 de noviembre de 2018
«Es un síntoma del malestar y del descontento con la democracia. Vox propone una centralización del estado, que no haya tantas autonomías. Es una solución que a algunos les gusta, especialmente ahora con la crisis del estado territorial y la cuestión catalana. Pero volver a atrás, a un estado centralista, significa prácticamente anular la constitución, es un modelo de estado nuevo», razona Ángel Valencia, catedrático de Ciencia Política de la UMA. Así, la paradoja de Vox es que la oportunidad de ser un partido institucionalizado se la da un parlamento autonómico que considera que debe desaparecer.
Si Vox puede ser clave para la formación de un tridente derechizado al frente de la Junta de Andalucía, Durán considera que no es un escenario previsible. Ciudadanos ha asegurado en una entrevista con El País que no pactarían con los ultraderechistas; el Partido Popular se ha negado a pronunciarse. «No hay que perder de vista las consecuencias que ha tenido en Cataluña pactar con formaciones radicales», advierte Barrio.
Ana Sofía Cardenal, profesora de Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya, relativiza el impacto: «Tiene un impacto simbólico y algunos quieren ver en esto una anticipación de lo que ocurriría en las elecciones nacionales, pero no hay que olvidar que las elecciones regionales tienen su propia lógica».
Pugna de ‘lideresas’
PSOE: Victoria ¿insuficiente? de Susana Díaz
Todas las encuestas coinciden en la victoria clara del PSOE de Susana Díaz —el CIS le otorga el 37,41% de los votos y entre 45 y 47 escaños—, a pesar de los latigazos de los casos de corrupción y del desgaste de llevar 36 años ininterrumpidos de Gobierno socialista. «Se ve un poco el fin de una hegemonía que se resiste a acabar. Lo interesante es preguntarse por qué no ha ocurrido lo que parece que es natural en una sociedad democrática: la alternancia. Especialmente en un momento en el que concurren crisis y cambio de líderes», explica el catedrático de Ciencia Política de la UMA Ángel Valencia.
Una de las respuestas, apunta Valencia, está en que el PSOE capitaliza ser «el protagonista de la historia política de democrática y de la modernización de Andalucía, de la incorporación del estado del bienestar en una tierra que tenía un retraso histórico». Aunque esta transformación no haya servido para igualar Andalucía con otras regiones españolas y europeas sigue siendo suficiente para seguir ganando las elecciones, apunta.
Así, lo más difícil de estas elecciones para Susana Díaz no es quedar primera fuerza, sino formar gobierno. «Susana Díaz prefiere reeditar el pacto con Ciudadanos, pero Albert Rivera no tiene ningún interés. Para él es cruzar una línea roja, aunque no tenga nada que ver el PSOE en Andalucía y el PSOE de Pedro Sánchez. Como un pacto puede tener una repercusión a nivel nacional y la estrategia de Ciudadanos está muy subordinada a nivel nacional. No va a ser tan fácil», considera Ana Sofía Cardenal, profesora de Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya. Esto les deja la aparente única opción de Adelante Andalucía.
Adelante Andalucía: Teresa Rodríguez convertida en Khaleesi
La campaña de Adelante Andalucía (coalición de Podemos con Izquierda Unida y Los Verdes) que más eco mediático ha tenido es la dirigida a los votantes más jóvenes con la candidata Teresa Rodríguez a lomos de un dragón y el lema de «2D is coming» en referencia a la serie Juego de Tronos. «Hacen este montaje para redes sociales con la esperanza de que la juventud lo retuitee. Cuando toca dirigirse a los jóvenes en campaña tratan de hacerlo en un lenguaje que consideran más cercano», nos explica Rafael Durán.
🐲 La Khaleesi andaluza tiene un secreto que contarte pic.twitter.com/GKcOR77Xd3
— PODEMOS (@ahorapodemos) 21 de noviembre de 2018
Pese a esto, Durán asegura que Adelante Andalucía no ha orientado su campaña electoral hacia los jóvenes: «Entre otras cosas porque la juventud no está claramente orientada hacia ningún sentido y la coalición de Podemos e IU ha centrado la campaña en clave izquierda-derecha».
El catedrático de Ciencia Política de la UMA Ángel Valencia apuntala también esta idea: «En su discurso hay un intento de diferenciarse, de presentarse como la izquierda transformadora, de ser los que defienden a los perdedores de la crisis. La intención de Podemos es ocupar todo el espacio de la izquierda y hacer que el PSOE sea lo más pequeño posible».
Pese a los 36 años de Gobierno ininterrumpido del PSOE y los casos de corrupción que golpean al partido socialista, Adelante Andalucía no conseguiría en estas elecciones quitar mucho más espacio político al PSOE de lo que ya consiguió en 2015. «A Podemos le penaliza en Andalucía la falta de claridad respecto del contencioso catalán. No existe el nacionalismo andaluz ni español, esta no es una tierra que abrace banderas, pero molesta ese separatismo en clave supremacista y elitista, y Podemos no estaría dando una respuesta satisfactoria. Incluso para parte de sus votantes de 2015 que, o bien le están dando la espalda, o se lo están pensando», razona Durán.
Adelante Andalucía sacaría el 19,34% de los votos y 20 diputados (los mismos que en las elecciones de 2015), según la última encuesta hecha pública por el CIS el 14 de noviembre. Esta posición le puede dar un poder clave de negociación a Teresa Rodríguez, especialmente si Ciudadanos se niega a pactar con el PSOE. Lo explica Ana Sofía Cardenal, profesora de Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya: «El rechazo de Ciudadanos a Susana Díaz reduce mucho el poder de negociación del PSOE, porque no tendrá más remedio que sentarse a hablar con Adelante Andalucía si quiere formar Gobierno».