La 'reconquista' de Vox comienza en Andalucía
‘La reconquista de Vox comenzará tierras andaluzas’, era el lema del partido de la ultraderecha Vox para elecciones autonómicas celebrada el 2D y así parece que ha sido. Las encuestas, que le daban entre uno y cinco diputados en el Parlamento andaluz, se han quedado cortas. Ni los más optimistas del partido de Santiago Abascal esperaban lograr los casi 400.000 votos y 12 escaños
‘La reconquista de Vox comenzará tierras andaluzas’, era el lema del partido de la ultraderecha Vox para elecciones autonómicas celebrada el 2D y así parece que ha sido. Las encuestas, que le daban entre uno y cinco diputados en el Parlamento andaluz, se han quedado cortas. Ni los más optimistas del partido de Santiago Abascal esperaban lograr los casi 400.000 votos y 12 escaños que han sacado en las urnas. Pero así ha sido y esto supone la entrada, a lo grande, de la ultraderecha en las instituciones españolas, cosa que ya había sucedido en casi todos los países de Europa pero no en España.
Fueron los grandes ganadores de la noche electoral. Tras conocerse los resultados, sus líderes fueron los últimos en dar el discurso que suelen esperar los medios y los seguidores de cada formación política, como si todos los anteriores –PSOE, PP, Ciudadanos, Adelante Andalucía (coalición de Podemos con Izquierda Unida)– resultaran los teloneros de un concierto inesperado y ellos los grandes artistas.
Su principal líder, Santiago Abascal, ya llevaba varias semanas en sus andanzas andaluzas haciendo campaña para intentar levantar a su partido. En el vídeo promocional se ve a Abascal –y compañía– a caballo con el fondo musical de El señor de los anillos, aunque la organización política se ufanaba en destacar que presentaba candidatos de «a pie». Ese tema musical sonó, una y otra vez, en el centro de seguimiento de Vox en el hotel Ayre de Sevilla, durante la fiesta abarrotada de banderas españolas y gritos de «¡Viva España!», «¡Viva el rey!» y hasta «¡Viva la legión!», que se alargó hasta altas horas de la madrugada.
Porque no siempre un partido que queda en cuarto lugar en las urnas se convierte en el auténtico vencedor, y más cuando era despreciado por sus oponentes, los perdedores de la jornada, aunque algunos la hayan querido vestir de triunfo.
En la provincia de Sevilla, el partido que defiende expulsar a los inmigrantes, que quiere prohibir el aborto, que no condena la violencia machista, logró más de 95. 484 votos (el 10%), de los 391.889 alcanzados en total en toda la comunidad. De los 12 escaños, dos han sido obtenidos por los votos sevillanos, principalmente en el barrio de Triana, de donde es vecina la presidenta en funciones y líder del PSOE-A, Susana Díaz.
La Reconquista comenzará en tierras andaluzas, @Santi_ABASCAL 🇪🇸 #AndalucíaPorEspaña pic.twitter.com/T0jaGS7kRO
— VOX Noticias 🇪🇸 (@voxnoticias_es) 12 de noviembre de 2018
Para Ana Sofía Cardenal, politóloga y profesora de Ciencia Política en la Universidad Oberta de Catalunya, la entrada de Vox en las instituciones podría significar un preludio de lo que puede pasar a nivel nacional, pero destaca que las regionales «tienen su propia lógica». “Vox podría llegar a tener dos escaños, tampoco son unas probabilidades muy elevadas, pero tendría un cierto impacto simbólico. Sobre todo sería una señal de que Vox tiene probabilidad en las instituciones”, había dicho a The Objective días antes de las elecciones.
El partido, tal y como señalaron las encuestas, obtuvo la mayoría de los votos en Almería, donde Luz Belinda Rodríguez lideraba la lista. Es una “ama de casa” que nació en esa provincia en 1980. Estudió Bachillerato de Artes y, después, perteneció al Ejército del Aire hasta que lo dejó para ser madre y dedicarse a las labores del hogar, según El Confidencial. Además, su formación es bastante variopinta. Ahora estudia Derecho, está en segundo año de carrera, pero antes hizo un curso de vigilante de seguridad y escolta privada, estudió recursos humanos para asociaciones no lucrativas, así como motivación personal e inteligencia emocional, según la página web de partido. Su marido es un funcionario de los cuerpos de Seguridad del Estado. Rodríguez ha vivido, además de en Almería, en Melilla, Algeciras y Roquetas de Mar, donde reside, por lo que asegura conocer los problemas de Andalucía a fondo.
El segundo diputado que ha entrado en el Parlamento andaluz por Almería ha sido Rodrigo Alonso. Tiene 38 años y antes ha hecho política en su pueblo Antas. Es Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, además, tiene una Pyme en el sector de las telecomunicaciones.
A la «España unida y que madruga»
Por su parte, el candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Francisco Serrano, quien aseguró en la noche electoral que «Vox ha llegado para quedarse» porque «somos de extrema necesidad«, es muy criticado por su rechazo a las políticas de igualdad y al “feminismo radical”; lleva a gala, al igual que el partido al que representa, que Vox tiene que aprovechar el momento de fractura política actual y la crisis catalana para levantar la bandera de “la unidad de España”.
En el programa electoral enmarcado dentro de las 100 propuestas que se presentó el pasado 7 de octubre en un multitudinario mitin en Vistalegre, Madrid, que muchos partidos constitucionalistas consideraron una anécdota, Vox advierte de que una de sus medidas que aplicará si llega al poder es “la suspensión de la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo y la depuración de responsabilidades civiles y penales”.
Ángel Valencia, Catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Málaga, ha explicado a The Objective que el crecimiento de Vox “es un síntoma del malestar, del descontento de la democracia, de la anomalía democrática. En este caso, por el hecho de la crisis del Estado territorial, del Estado de las autonomías, de la cuestión catalana”. Valencia considera que como consecuencia de la crisis en Cataluña se da una reacción por parte del votante insatisfecho que no hace ascos a los partidos que consideran que lo ideal es volver atrás, «a una centralización por parte del Estado». De este modo, se estaría regresando a un estado centralista y se tendría que reformar la Constitución, «lo que significaría casi anularla«.
Este partido se dirige a “la España que madruga” y que se ha visto afectada por la “inmigración abusiva e ilegal”. En una entrevista para La Razón, Serrano decía que la primera medida de Vox si llegaba a la Presidencia andaluza sería “adelgazar las autonomías”. “De entrada, eliminar consejerías superfluas y centralizar Sanidad, Justicia, Educación y Seguridad”. Es decir, eliminar una Cámara en la que se sentará cuando recoja su acta de diputado autonómico.
Francisco Serrano, quien ha competido contra Susana Díaz – el PSOE-A ha sido el partido más votado pero ha obtenido los peores resultados de la historia del socialismo andaluz y ha perdido 14 diputados –, es juez en excedencia. En 2011 fue inhabilitado por ampliar un día y medio la custodia de un padre separado sobre su hijo, cambiando el régimen de visitas del menor establecido por otro juzgado. Pretendía supuestamente salvaguardar el deseo del menor de salir como paje en una procesión de la Madrugá sevillana. La madre del niño denunció al juez y este fue finalmente condenado por prevaricación dolosa. El Alto Tribunal sentenció que Serrano era consciente de incumplir su deber jurisdiccional. Serrano ha asegurado no arrepentirse de la resolución que dictó y sostiene que el “lobby de génerol” está detrás de su inhabilitación.
El segundo escaño obtenido por Vox en Sevilla ha sido para María José Piñero: médico, casada y madre de 7 hijos, actualmente es la presidenta de Vox Sevilla.
Otros candidatos
Por Málaga, el cabeza de lista era Eugenio Moltó quien, entrevistado para el Diario Sur, sostuvo que no se considera de ultraderecha «porque ese término está muy relacionado con la violencia, el pasado… y nosotros somos un partido nuevo» . Sobre el feminismo no ha tiene reparos en decir que «es una actitud agresiva de un grupo de señoras muy organizadas y muy subvencionadas». Además, se presentaba como un hombre sencillo que, supuestamente, a final de mes suele tener «como mucho» unos 1.000 euros. Tampoco se mostraba partidario de la exhumación de Franco pues él “dejaría el cadáver donde está porque hay muchos problemas más importantes”. Y añadía que no se puede analizar el franquismo con los ojos de la actualidad, al tiempo que no considera que «ese régimen fuese una dictadura».
#EleccionesAndaluzas #2D ¿Fue el franquismo una dictadura? Sentamos a Eugenio Moltó (#Vox) en #ElCubo de SUR. Una #entrevista de @IvanGelibter https://t.co/SHFzAgcEdp
— Diario SUR (@DiarioSUR) 28 de noviembre de 2018
También por Málaga ha entrado en el Parlamento andaluz Ana Gil Román, quien fue candidata a la Alcaldía de Estepona en el año 2015 en las listas del Partido Popular, del que acabó desligándose para seguir a Santiago Abascal.
Además de la unidad de España, los líderes y militantes de Vox apuestan por “la destrucción de la clase media, los elevados impuestos, la seguridad de las fronteras y el recorte de las libertades”. Entre las 100 propuestas destacan “la deportación de los inmigrantes ilegales a sus países de origen; el cierre de mezquitas fundamentalistas; la expulsión de los imanes que propaguen el integrismo, el menosprecio a la mujer, o la yihad; el fortalecimiento de las fronteras, así como el levantamiento de un muro infranqueable en Ceuta y Melilla”.
Manuel Gavira Florentino ha obtenido un escaño por Cádiz. Criado en el barrio de Santa de María, tiene 46 años, está casado y es padre de dos hijos. ¿De profesión? Abogado. Ejerce como mediador civil y mercantil, además de ser profesor de Jurídica. Se mantuvo siempre optimista durante la campaña. En una entrevista para el Diario de Cádiz dijo: “Las encuestas propias que tenemos nos dicen que es muy posible lograr escaño por Sevilla y por Málaga y que después existe alguna probabilidad en Cádiz y Granada”. Ángela Mulas ha resultado la la segunda representante gaditana electa para Vox. También es abogada.
Dentro del cartel de Vox había un banderillero. Se trata de José María Tejero Muñoz-Torrero, quien además es el hermano del actor Fernando Tejero. Era el número tres en la lista provisional por Córdoba, pero no ha obtenido escaño. El que sí lo ha hecho en esa provincia ha sido Alejandro Hernández Valdés, conocido por defender el cierre de las mezquitas fundamentalistas o «la expulsión de todos los que quieren convertir en la Mezquita Catedral de Córdoba».
Francisco Ocaña ha sido el cabeza de lista por Granada. Quien, según su perfil en la web departido, es piloto profesional de aviación comercial, también es operador y piloto de drones. Rafael Segovia es el que ha liderado la lista por Huelva. Él ha hablado claro. Había señalado que luchará para que la provincia onubense deje de ser «el culo de España». Estos dos han obtenido escaños. Segovia, además, es médico general y sobrino de Antonio Segovia, exalcalde de la capital onubense (1955-1960).
Durante la visita en la #frontera de #Melilla, el equipo de #VOX liderado por #Santiago #Abascal y acompañado por el presidente de la gestora #melillense de #VOX #Jesús #Delgado, abordaron la problemática de la #inmigración #ilegal en #Europa. pic.twitter.com/Gcxg4bEI0V
— voxmelilla (@vox_melilla) 30 de noviembre de 2018
Vox también ha logrado un diputado en Jaén: Benito Morillo, exmilitar, es de los primeros afiliados de Vox desde su nacimiento.
A pesar de que estos han sido los 12 candidatos ganadores, no habían hecho demasiado ruido mediático. Casi toda la atención se la había llevado el presidente Abascal, quien ha liderado la campaña, algo lógico en un partido que aspira al centralismo.
Astrid Barrio, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Valencia, cree que el auge de Vox y sus consecuencias en la política española es todavía una incógnita. «Todo dependerá de si es la clave para formar mayorías y de si Ciudadanos y PP están dispuestos a pactar con él. En este sentido, no perdamos de vista las consecuencias que ha tenido en Cataluña pactar con formaciones radicales. Su acceso al Parlamento andaluz, en cualquier caso, no es una buena noticia para el conjunto de la democracia española ya que supondría el fin de la excepcionalidad española, hasta ahora impermeable, al ascenso del populismo de la derecha radical» que se ha dado en casi todos los países europeos.