Defensa NBQ: los militares que luchan contra enemigos invisibles como la COVID-19
Los militares especializados en defensa Nuclear, Química y Biológica (NBQ) de nuestras Fuerzas Armadas han sido claves en la lucha contra el coronavirus: «Salimos con lo que teníamos. No había nada más»
Luchan contra enemigos que no ven. Combaten a lo invisible. Hombres y mujeres dispuestos a calzarse las botas, ponerse un traje especial e ir a lo que denominan «punto caliente» para acabar o neutralizar a enemigos silenciosos y muy peligrosos. Son los militares especializados en defensa Nuclear, Química y Biológica (NBQ) de nuestras Fuerzas Armadas y que han sido claves en la lucha contra el coronavirus en España. Héroes anónimos que no han dudado en enfundarse su traje de camuflaje, sus máscaras y salir a combatir el virus. Expuestos a contagiarse para cumplir una misión: servir a España y los españoles y poder contener, lo máximo posible, la pandemia en nuestro país.
Tanto el Regimiento de Defensa NBQ, con sede en Paterna, Valencia, como la Escuela Militar de Defensa NBQ, con sede en Hoyo de Manzanares, Madrid, además de los especialistas en esta disciplina de las diferentes unidades, han sido fundamentales en combatir al coronavirus en España. «Salimos con lo que teníamos. No había nada más», me dice el Coronel Carlos Ardanaz, jefe de la Escuela, sobre la falta de material para los militares al inicio de la Operación Balmis. «El nivel de cobertura inicial era bajito».
Una criatura mitológica, el grifo, adorna el escudo de la Escuela. Para algunas culturas antiguas, el grifo tenía el poder de controlar los cuatro elementos. La Escuela no llega tanto, pero sí es capaz de formar a los militares para que luchen en tornos hostiles y no tan visibles. Por ella pasan todos los oficiales y suboficiales que desean formarse en esta doctrina y que posteriormente instruirán a un grupo de militares de su unidad. Según me cuentan, el Ejército de Tierra tiene en cada brigada una compañía de defensa NBQ.
También acuden a este centro militares de otros países para recibir cursos específicos, como el de Gestión Prehospitalaria de Bajas Químicas de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), y civiles de la Administración Local, Autonómica y Nacional.
Han sido tres meses de trabajo intenso y muchas veces sin horarios. «Esta Operación Balmis ha sido un hito en defensa NBQ. Tanto el Regimiento como la Escuela o las compañías de defensa NBQ, han tenido que dar el do de pecho, porque ha supuesto una gran demanda de horas y de sacrificio».
Los Hunos decían que por donde pisaba el caballo de Atila, su rey, no volvía a crecer la hierba. Algo parecido pasa, o al menos se intenta, con el robot Teodor del Ejército de Tierra, que se engloba dentro del Proyecto Atila y que es la nueva incorporación de la Escuela. El robot lleva acoplado un emisor de luz ultravioleta que es capaz de descontaminar diferentes áreas con control remoto. Allá por donde pasa, aniquila al coronavirus, y ayuda a que los militares estén menos expuestos.
La diferencia de la Operación Balmis con otras muchas misiones a las que se han enfrentado nuestras Fuerzas Armadas es que, en este caso, el enemigo estaba dentro de nuestras fronteras.
El drama de las residencias de ancianos
El número de víctimas mortales que el coronavirus ha dejado en las aproximadamente 5.457 residencias de ancianos españolas –públicas, concertadas o privadas– se sitúa en 19.613, según los datos proporcionados por las comunidades autónomas. La mayoría de las defunciones se han producido en Madrid, Cataluña, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Esta cifra equivaldría a un 69% del total de muertos por COVID-19 notificado oficialmente por el Ministerio de Sanidad, a la espera de que se haga una investigación más precisa y detallada de estos datos.
El #rcFarnesio de la #BRILAT ha desinfectado contra #COVID19 la Residencia Hermanos de la Sagrada Familia en #Valladolid #OperacionBalmis@EjercitoTierra#EsteVirusLoParamosUnidos pic.twitter.com/IcNQf5VNcs
— Fuerza Terrestre (@FUTER_ET) June 5, 2020
Un soldado de la Brigada «Galicia» VII (Brilat) me cuenta que ha estado en más de 40 residencias de ancianos de Galicia y más allá –su área de actuación llegaba a algunas partes de Castilla y León–. «Había muchos compañeros que no estaban preparados para encontrar cadáveres». Había algunas residencias a las que comúnmente y por desgracia se las llamaba casas de la muerte, «porque sabíamos lo que nos íbamos a encontrar».
Me cuenta, con una mezcla de tristeza y esperanza, que recuerda la cara y las palabras de agradecimiento de los ancianos cuando entraban en las residencias: «Me decían que al menos alguien se acordaba de ellos, que no los habían abandonado». Lo dice con humildad, sin dar más relevancia al duro trabajo al que se ha enfrentado los miles de militares desplegados para esta misión. Hay en algo en lo que todos coinciden: ese es su trabajo, servir a España y a los españoles allá donde los necesiten.
«Es como si estuvieras de misión en el extranjero», me dice, pero lo que no cuenta es que, a diferencia de las misiones internacionales, ningún militar ha cobrado dinero extra por su despliegue en territorio patrio durante la Operación Balmis. Jornadas maratonianas en las que algunas veces han tenido que trabajar en residencias de ancianos por la noche, «porque era cuando menos molestábamos», me asegura el Coronel Ardanaz.
¿Preparados para una segunda oleada de COVID-19?
Con la satisfacción del deber cumplido. Al menos de momento. Así se siente el coronel Carlos Ardanaz, pero advierte: «Seguimos alerta», refiriéndose a los rebrotes y ante el temor de una segunda oleada de coronavirus.
«Hay que recordar que, en la mal llamada Gripe Española de 1918, la segunda oleada fue más mortal que la primera. Hay que estar alerta, tener los almacenes preparados, y el personal dispuesto para atender, si España nos lo demanda, ese nuevo esfuerzo».
*Consulta todos nuestros reportajes sobre Defensa[contexto id=»438916″]: Las Fuerzas Armadas de España desde dentro. Ejércitos del mundo, industria y ámbito militar como nunca antes te lo habían contado.*