Martín Ainstein: la otra mirada del periodista que está desafiando la visión del fútbol
El periodista argentino busca enriquecer la cultura llegando a historias que van más allá del fútbol: “Las audiencias se han alineado con gente que está más cerca de su mirada; mi mirada, lo que intenta, es trazar ese puente”
Este periodista argentino está llevando su pasión por el fútbol a otras alturas. Con más de 20 años dedicándose a la profesión, Martín Ainstein busca enriquecer la cultura llegando a historias que van más allá del fútbol, aun así transmitiendo información del deporte, combinando aspectos de la vida cotidiana con sus experiencias por España y el mundo.
Martín trabaja para ESPN, la cadena deportiva más grande de América, y se describe como un “contador de historias”. Dentro de su trabajo se encuentra hacer documentales en un programa llamado Destino Confidencial, ser reportero a pie de campo y un podcast llamado El Diario de Martín. Nos asegura que la curiosidad le llevó a dedicarse al periodismo, una profesión que, a su juicio, le permite acercarse al mundo, además de ayudarlo a comprenderlo. “El periodismo es una máscara que nos permite acercarnos a las historias”.
Charlamos con Martín para entender de cerca su manera de contar historias, mucho más allá del fútbol, usando una plataforma deportiva: “Debe de haber gente que entienda y descodifique la información para intentar comunicar un punto de vista diferente”. Martín nos cuenta que su visión del fútbol es más profunda que tan solo dar patadas a un balón, es más un lenguaje, un lugar de encuentro, un medio de comunicación, un arte, una expresión cultural, una puerta, una excusa para contar historias de todo tipo.
Martín estudió en la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en comunicación, y empezó a trabajar a los 20 años en la parte técnica de un programa de televisión, pero su objetivo siempre fue llegar a la redacción, algo que consiguió con el paso del tiempo. Comenzó cubriendo historias que nada tenían que ver con el deporte, pero que le sirvieron para fortalecer su preparación periodística.
Describe su primer trabajo como “una magnífica escuela que me daba la parte práctica que no recibía en la universidad”, por eso agradece haber entrado en la profesión desde abajo.
La alegría duró poco: cuatro años después el canal cerró y Martín se quedó sin trabajo. Fue el momento de tomar una decisión crucial en su vida. Tras acabar la carrera, se mudó a Miami al enterarse del estreno de un nuevo programa deportivo: Panamerican Sports Network. Consiguió plaza en el canal como productor del informativo. La alegría volvió a ser efímera: dos años más tarde, el programa echó el cierre y Martín se mudó a DirecTV, donde cubrió el Mundial de Corea y Japón 2002. La experiencia que adquirió le permitió fundar Gol TV, allí permaneció hasta 2005.
Y, sin embargo, Martín no estaba satisfecho: anhelaba regresar al lugar de los hechos, a las historias de calle. Fue ahí cuando tuvo una reunión con los ejecutivos de ESPN y se mudó a España. Desde entonces Martín ha cubierto cinco mundiales y cuatro eurocopas, buscando siempre el foco más allá de los hechos deportivos.
Martín recuerda como si fuera ayer su primer partido como corresponsal en España: el Barcelona-Osasuna de 2005, uno de los primeros partidos de Lionel Messi, que entró en el segundo tiempo. Una semana más tarde, Martín fue testigo de un partido histórico en el cual Leo empezó de titular, el Clásico del 2005 en el que el Fútbol Club Barcelona derrota al Real Madrid por 0-3 y Ronaldinho se llevó una ovación de las gradas del Santiago Bernabéu. Fue en ese preciso momento cuando Martín se enamoró del fútbol español.
España vs Argentina
Para Martín, el fútbol argentino es una combinación de dos culturas diferentes que “toma una dimensión que no debería tener en America”, ya que, asegura, “llena vacíos de los sistemas y servicios públicos que hacen falta a la población”, una auténtica situación de ‘al pueblo pan y circo’. Una pasión desbordada que alcanza otras dimensiones en Argentina, a ojos de Ainstein: “Denme menos pasión, y que yo pueda ir con mis hijos a la cancha”.
Por otra parte, lamenta que esa pasión se vaya evaporando en Europa, con excepciones, y que en cualquier caso los altos precios en países como España están alejando a los aficionados de los estadios. “Una situación triste”, remarca, la cual solo se ha podido obtener en Inglaterra, donde el fútbol es muy popular y tiene un excelente nivel.
Llegados a este punto, es imposible no preguntarle sobre los mejores talentos futbolísticos de los últimos años, pero Martín mantiene una postura que no comparten muchos periodistas ni hinchas del fútbol: “A mí no me gusta elegir, me resisto a que las cosas sean así, hay personas que apuestan por Picasso o Dalí y otras que prefieren a Mozart o Vivaldi. Me pueden gustar ambos. Son artistas y hay que verlos como gente talentosa, igual en el fútbol”.
Tras dos años al frente de su podcast El Diario de Martín, su inspiración es poder ofrecer una mirada única al panorama deportivo, a través de un medio que lo deja expresarse con la creatividad que él necesita dar a la gente. El proyecto empezó siendo un video blog en el 2008 durante la Eurocopa, en la que buscaba contar historias en Austria y en Suiza. Se fue con una cámara y un ordenador portátil y exploró los Alpes buscando historias originales mucho más allá de entrevistas post partido. Años más tarde, justo antes del Mundial de Rusia 2018, comenzó a crear su contenido y transmitirlo por el podcast, “un medio mucho más íntimo”.
En el fútbol a veces las personas quedan muy atrás. Martín busca interpretar el lenguaje y sus dimensiones para transmitirlo al público. “Yo no quiero aburrir, yo quiero tener un buen encuentro con la gente”, dice sobre su podcast, una manera de pasar esa información de una manera muy cómoda tanto para el periodista como para el receptor. “Estamos viviendo en el pasado y el contador de historias tiene que seguir existiendo porque el periodismo ha evolucionado y se ha vuelto más accesible. Se ha roto el vidrio de la televisión con la audiencia”.