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Así roban a los turistas en los principales destinos de vacaciones

Se acercan las vacaciones en España y en muchos puntos de Europa. Entre los destinos preferidos, Francia, España, Italia o Turquía. Días de relajarse, descansar, y conocer otras culturas y ciudades. Diferentes tipos de carteristas, bandas de ladrones, delincuentes, y los mas sofisticados engaños acechan a los turistas en carretera, en las zonas de playas, o en las grandes ciudades. Conocer la “última moda” en los principales destinos ayudará a prevenir. 

Así roban a los turistas en los principales destinos de vacaciones

 Con una media de cinco millones de visitantes es uno de los lugares más visitados del mundo. A finales de mayo, el incremento de actividad de los carteristas llevó a los empleados de la Torre Eiffel a la huelga, obligando al cierre del recinto durante siete horas. (Jacky Naegelen/Reuters)

Los servicios secretos y las fuerzas policiales de los grandes países receptores de viajeros comparten información constantemente con aquellos que envían turistas. Los primeros interesados en que todo salga bien son las propias autoridades, especialmente en aquellos lugares que viven del flujo de actividad turística. Muchos, por supuesto, son destinos preferentes de verano y Semana Santa, y es en estas fechas precisamente cuando hacen su agosto carteristas, estafadores, delincuentes comunes, o bandas de criminales.

Antes de comenzar cualquier viaje se debe acudir a la embajada y consultar las recomendaciones de seguridad que cada país da a sus propios ciudadanos. Sorprende ver que Alemania, Estados Unidos o España alertan sobre aspectos muy diferentes sobre los mismos países a los que se dirigen sus ciudadanos. Aquí ofrecemos una visión global, respaldada especialmente en la información actualizada de las fuerzas de seguridad más prestigiosas del mundo.

Viajar a Francia
El rey del mundo en turismo. Francia. El destino soñado para millones de personas. Una oferta inigualable de “diversidad y riqueza pero también cultural y económica”. La seguridad en el país es un frente de primer orden para el Gobierno.

Las estadísticas señalan que el principal altercado que sufren los turistas al visitar Francia son los robos, pero “con violencia mínima”. En zonas turísticas delicadas, especialmente museos, estaciones de tren, aeropuertos o pasos subterráneos, los visitantes deben prestar especial atención a su entorno. Allí la mayor parte de los delitos contra turistas se aprovechan del “descuido”. El asalto con violencia es menos frecuente, y se da en mayor medida de noche, o cuando la víctima se resiste a un robo.

Especial atención a las mujeres, que deben evitar moverse solas por las grandes centros urbanos al caer la noche, aunque la embajada de Estados Unidos en Francia advierte de que no se trata de algo extraordinario: “como en cualquier gran ciudad”. Y en general, los taxis son seguros en Francia y operan con profesionalidad.

Los americanos, expertos en tratar de garantizar la seguridad de sus turistas –disponene de una completísima web con información actualizada sobre países de todo el mundo, en la que colaboran sus servicios secretos-, inciden en un tipo de robo que se da en Francia en las zonas más pobres o también en carreteras muy transitadas con grandes atascos. En estas áreas proliferan los robos llamados “smash and grab”: es decir, aquellos en los que el ladrón rompe un cristal con violencia, roba rápidamente algún objeto y desaparece de la escena, todo ello sin importarle las alarmas, la presencia de gente, o cualquier otro dispositivo de disuasión. “Los ladrones van a pie o en moto –video: robo captado por GoPro-, se acercan a un coche que esté parado en medio del tráfico, rompen la ventana del coche, meten la mano en el vehículo y roban un bolso u otro objeto de valor, y huyen rápidamente”; la recomendación de las autoridades: “mantenga las puertas cerradas con seguro, y los objetos de valor fuera de la vista”.

Si usted ha alquilado un apartamento en Francia debe saber que, al igual que en muchos países de Europa, en agosto se produce un incremento de los robos residenciales, en busca, especialmente, de hogares cuyos dueños se hayan ausentado de vacaciones. Para comprobarlo los ladrones acostumbran a llamar a las puertas de todos los pisos –por ejemplo, en un edificio de apartamentos- y comprobar si alguien contesta. Si lo hace, le dirán que están haciendo una encuesta o que pertenecen a cualquier empresa de servicios públicos. Son señales para la precaución.

Advertencia especial la que realizan los alemanes a sus ciudadanos aficionados a viajar en caravana: recomiendan limitarse a hacer noche en camping vigilados. Desaconsejan dormir en “áreas de descanso, especialmente en las carreteras que van del norte al sur, al sur de Francia o a España, y en todo el sur de Francia, no es recomendable por la actividad de bandas organizadas”.

También previenen contra el asalto a vehículos en carreteras conflictivas, y mencionan explícitamente: “Rhone-Alpes, Auvernia, Provenza-Alpes-Costa Azul, Languedoc-Roussillon, Midi-Pyrénées, Aquitania y la isla de Córcega”. Prevención básica que ofrece la embajada: no llevar objetos de valor a la vista –incluso mientras conduce por carretera, como se aprecia en esta recreación por ordenador de un asalto– y llevar siempre puestos los seguros del coche.

Los carteristas en París
El principal problema de París, como gran ciudad turística, son los carteristas. No hay crímenes violentos contra turistas en la zona centro, al menos en las horas normales del día. El objetivo principal son “bolsos, carteras, teléfonos móviles, y dispositivos electrónicos pequeños”.

Los carteristas parisinos responden a este perfil: son menores de 16 años, para dificultar procedimientos legales en caso de que alguien los cace, y están especialmente activos en la conexión ferroviaria (RER B) desde el aeropuerto Charles de Gaulle al centro de París. Tanto, que la embajada americana sugiere a sus turistas no utilizar el tren e intentar desplazarse en otro medio, como los autobuses expresos en lugar de la RER. Atención también en la Línea 1 del metro, y en general, en los principales sitios turísticos. Los ladrones aprovechan especialmente lugares donde los turistas están hacinados: los ascensores de la Torre Eiffel -los robos son ya tan reiterados que los empleados han ido a la huelga obligando a cerrar el recinto siete horas hace tan solo tres semanas-, las escaleras mecánicas del Louvre, o los alrededores de Sacré Coeur en Montmartre están plagados de carteristas.

También hay informes sobre asaltos violentos en las estaciones de metro menos frecuentadas. El área de Mouling Rouge “requiere precauciones de seguridad adicionales”, al igual que Les Halles y el Bois de Boulogne, especialmente después del anochecer.

Turismo en España
Los principales países del mundo siguen alertando antes sobre el historial de atentados terroristas de ETA –aunque también señalan el cese de su actividad- que de la probabilidad de sufrir robos en España. No obstante, admiten que en las principales zonas turísticas sí que hay crímenes, destacando que en ciudades como Madrid o Barcelona, hay “ocasionales ataques violentos” a los turistas hasta el punto de requerir “atención médica” en varios casos, asegura la embajada americana.

La delincuencia y los robos se centran en los principales focos de interés turístico: “monumentos, restaurantes, terrazas, vestíbulos de hoteles, zonas costeras y de playa, autobuses urbanos, metro, estaciones de tren, aeropuertos, y cajeros automáticos”.

En las zonas sensibles, los ladrones trabajan en equipo de dos, o incluso más, y utilizan innumerables tácticas de distracción. En particular, la policía llama la atención sobre la presencia en las grandes capitales de un ladrón encargado de distraer mediante un pequeño accidente: derrame de café o un refresco sobre la víctima, taparle la cara con un mapa, o simplemente chocar y disculparse al instante, mientras un tercero se encarga de robarle.

Sorprende la táctica que añade la guía de seguridad de la embajada de Estados Unidos en Madrid: algunos ladrones podrían ayudarle a “limpiar excrementos de aves” que supuestamente han impactado contra la víctima, aunque en realidad las habrá lanzado “un tercer cómplice visible”. En esta línea añaden el dejar “caer monedas o llaves” en los pies de la víctima para que usted se distraiga recogiéndolos y otra persona robe sus pertenencias.

No obstante, la misma embajada citada asegura que las “agresiones físicas raras veces ocurren” entre los turistas que visitan España. Más alertas: robos a transeúntes desde las motos –especialmente de quienes pasean distraídos con tablets o telefónos-, o “tirones” al bolso o cartera de la víctima que de inmediato pasa a un cómplice que sale corriendo en otra dirección.

“La embajada de Estados Unidos en Madrid ha recibido informes de coches que en autopistas –de acceso limitado- están siendo detenidos por policías sin identificar. La policía española no funciona de esta manera. Animamos a los ciudadanos estadounidenses a pedir un agente de policía uniformado si le abordan”. Estas mismas denuncias han llegado a la embajada de Francia en Madrid: “La Comunidad de Madrid está experimentando un aumento de robos por parte de falsos policías”. Se habla de un “coche camuflado” que da el auto al vehículo blandiendo “una placa de policía” y se dispone a revisar el coche “bajo el pretexto de buscar drogas”. “Se recomienda a los viajeros evitar llevar consigo grandes cantidades de dinero en efectivo”, concluyen.

Francia alerta también a sus ciudadanos sobre el regreso desde Marruecos al paso por la frontera española. Recomienda no dejar sin vigilancia el vehículo e inspeccionar detenidamente el interior si lo ha hecho, para evitar verse involucrado, “sin saberlo, en transporte de inmigrantes ilegales o de drogas”.

En cuanto al ocio nocturno, resalta el peligro de desatender las copas: se han registrado incidentes graves en los que los criminales han introducido drogas en las bebidas de sus víctimas. La policía también alerta sobre drogas peligrosas en entornos de ocio nocturno: es el caso de la llamada “droga de la violación” o Rohyonol, una pastilla para dormir de acción rápida y que provoca amnesia sobre lo ocurrido en la víctima.

Atenciones en Madrid
Las advertencias para la capital de España enfocan, según las estadísticas de robos, al área del Museo del Prado, las proximidades de la estación de Atocha, el Parque del Retiro, algunas zonas del Madrid antiguo, y las cercanías al Palacio Real y la Plaza Mayor. Atención también a los robos de carteras y bolsos, en el aeropuerto de Barajes, en el Metro, en los hoteles céntricos, y en El Rastro de Madrid.

Avisos para Barcelona
En la ciudad condal, los turistas deben extremar las precauciones en Las Ramblas, El Prat, la estación ferroviaria de Sants, en el metro, en las proximidades de la Sagrada Familia, el barrio Gótico, el Parque Güell, la Plaza Real, y las playas de Barcelona. Según las recomendaciones de seguridad estadounidenses, ha habido numerosos robos reportados recientemente “en el Puerto Olímpico de Barcelona y en las playas más próximas”.

Viajar a Italia
Antes de señalar al conocido “carterismo” italiano, las autoridades de diferentes países recuerdan que entre los peligros de Italia destacan los terremotos –desde Nápolés hasta Asís-, los volcanes, el terrorismo o la violencia política; aunque advierten de que suelen tratarse de asuntos locales que no tendrían por qué afectar a extranjeros salvo como daños colaterales. En particular, la mafia opera especialmente en el sur del país. No hay registros de ataques a turistas, aunque en ocasiones también pueden resultar dañadas personas ajenas a la disputa, al verse en medio de un tiroteo, un incendio o una explosión.

El gran peligro para el turista que visita Italia, especialmente en las grandes ciudades, son los pequeños robos. Constituyen a todas luces uno de los problemas más graves, por su intensidad y arraigo. Entre las “particularidades” de los carteristas italianos hay que destacar que a menudo se visten de chaqueta y corbata, aparentan ser hombres de negocios. En Italia los hombres bien vestidos no dan ninguna garantía de seguridad ante los robos.

La estadística refleja que los robos se multiplican en aquellos lugares donde hay aglomeración de turistas, especialmente en trenes u autobuses públicos. Estaciones como Termini en Roma, Centrale en Milán, Santa María Novella en Florencia, Centrale y Piazza Garibaldi de Nápoles. En el tren Circumvesuviana, el aeropuerto de Malpensa de Milán, y en general, en las agencias de alquiler de coches, se aconseja prestar especial atención a las recomendaciones de las autoridades para evitar sorpresas desagradables. El gobierno alemán añade tres líneas de autobuses especialmente conflictivas por robos en Roma: 40, 62 y 64.

De nuevo la embajada estadounidense aporta datos novedosos: “tenga cuidado con su bolso o cartera, los ladrones que van en moto son muy rápidos y pueden arrebatarle el bolso del brazo desde una moto en movimiento. Ofrecer resistencia a estos ladrones puede ser peligroso, ya que algunos turistas han acabado con el brazo o la clavícula rotos”. También la embajada de Alemania en Roma insiste en el peligro de estos robos y recomienda no caminar por el borde de la acera quedando al alcance de los ladrones motorizados.

Los alemanes alertan a sus ciudadanos sobre un “aumento reciente de los robos en zonas de playa, por ejemplo, en Ostia, cerca de Roma”. Mientras que subrayan que en Nápoles hay que tener “especial cuidado con relojes valiosos y joyería”, porque son las piezas preferidas de los ladrones de la zona.

Al igual que en el caso español, algunos ladrones italianos actúan en compañía y son especialistas en generar confusión para robar a sus víctimas. En una rutina registrada en varias ocasiones en sitios turísticos –video: recopilación de robos por distracción en centros turísticos-, un ladrón tropieza o tira algo sobre la víctima, un segundo ayuda a la víctima para limpiar lo derramado, y un tercero se lleva discretamente las pertenencias de la víctima.

Otra particularidad detectada y frecuente en Italia está en el empleo de hojas de afeitar o navajas muy afiladas para rajar el fondo del bolso o de una cartera en el transporte público o en una aglomeración para robar lo que caiga de su interior. Al igual que en España, se da también la suplantación de agentes, en este caso con placas de plástico e intentando detener a transeúntes desde coches sin identificar. Se recomienda en caso de duda insistir en que desea ver la identificación oficial del agente.

Los robos a conductores en semáforos o atascos constituyen un problema grave en todo el país pero muy especialmente en Catania, en Sicilia. También se producen asaltos fugaces, en los que rompen las lunas del coche y se apoderan de todos los objetos de valor, aprovechando que el conductor se ha detenido para hacer un descanso en un área de servicio o está estacionado en una playa.

Mención aparte merece la investigación que están llevando a cabo los servicios secretos estadounidenses en Roma, por un preocupante “incremento de la aparición de dispositivos de “skimming” conectados a los cajeros automáticos en zonas turísticas, que se emplean para robar toda la información electrónica al reconocer la banda magnética de la tarjeta. El dispositivo incluye una microcámara de vídeo que graba el PIN a la víctima.

En esta trampa el cajero es legal, los criminales lo que hacen es añadirle dispositivos, por lo que la mejor forma de detectarlo es revisarlo, por si encontrara señales de que ha sido alterado. Y siempre, como precaución, seguir detenidamente las transacciones de su cuenta, incluso después del viaje, por si hubiera cargos no autorizados, para detenerlos o denunciarlo cuanto antes.

Viajar a Turquía
La principal advertencia al turista que vaya a viajar a este país, uno de los principales destinos de vacaciones del mundo, es ser consciente de que el nivel de amenaza terrorista es alto. La frontera siria permanece cerrada, excepto para comercio o emergencias humanitarias, pero tanto las zonas del mediterráneo, Kastamonu, Estambul, o Ankara, siguen teniendo una actividad terrorista alta muy reciente.

En cambio, en lo que se refiere a delincuencia común, el riesgo es bajo en Turquía. Y se ciñe en esencia a las zonas turísticas como la plaza de Taksim, Sultanahmet o alrededor del Gran bazar en Estambul. Al igual que en los casos tratados anteriormente, los robos suelen ir precedidos de maniobras de distracción como una discusión entre dos personas muy exagerada, una gran pelea, o un choque accidental contra la víctima.

Especial atención merecen todos los avisos en lo que se refiere a crímenes contra las mujeres. Y entre las pintorescas recomendaciones específicas de las fuerzas de seguridad se encuentra la de que las mujeres lleven siempre una acompañante femenina en los llamados baños turcos “mixtos”; hay casos de ataques sexuales con el empleo de “la droga de los violadores”.

Otra práctica detectada en Turquía –ocasionalmente en Italia- es la de alguien asociado con algún restaurante que convence a la víctima, ganándose antes cierta confianza, para acudir allí a comer o cenar. Una vez en el bar, los precios no están claros en el menú, por lo que suele haber abultadas facturas sin justificación. En ocasiones, si el cliente se niega a pagar puede ser intimidado o incluso llevado por la fuerza a un cajero a retirar dinero. El consejo: pida siempre un menú con precios antes de encargar cualquier cosa en un bar o restaurante.

Recomendaciones generales para turistas
Procure llevar encima solo aquellas cosas que resultan imprescindibles: una tarjeta de crédito, un solo documento de identidad, y no más de 40 o 50€. Evite joyas de gran valor. Si lleva objetos de valor resérvelos para bolsillos internos o para bolsas colgadas del cuello o de la ropa interior. “Las bolsos de hombro y las carteras en los bolsillos traseros son una invitación al ladrón”.

También se recomienda conservar separadas de los originales fotocopias de toda la documentación, así como teléfonos de emergencia de los bancos para reemplazo rápido de las tarjetas robadas.

Atienda especialmente a ascensores, escaleras mecánicas, aglomeraciones, y el metro. En transporte público, si puede, siéntese, o póngase de pie contra la pared. Muestre actitud vigilante a su alrededor, a veces es la mejor forma de disuadir a los delincuentes.

Lleve solo una cartera o monedero colgante con cremallera cerrada, debajo del brazo y por delante del cuerpo. Su cartera o billetera debe ir en los bolsillos de delante. No deje las maletas o bolsas en el suelo lejos de donde se encuentre, manténgalas pegadas al cuerpo si es posible.

De nuevo la embajada americana advierte: “cientos de ciudadanos estadounidenses cada año informan de carteras y bolsos robados de la parte posterior de una silla, o de debajo de la mesa, en cafeterías, restaurantes, hoteles, bares, discotecas, e incluso establecimientos de la gama más alta».

Si sorprende a un ladrón robándole, no intente capturarlo porque podría ponerse violento y pasar del robo al asalto. La recomendación es gritar para pedir ayuda a la policía o para atraer la atención, pero no perseguirlo o tratar de pelearse.

Evite los cajeros automáticos en zonas aisladas y poco iluminadas, o cuando vea a sospechosos rondando. Como siempre, procure que no le vean marcar el PIN, porque muchos ladrones se quedan con el número para posteriormente robarle la tarjeta en otro lugar.

En las salidas nocturnas con alcohol, se recomienda no volver solo, sino procurar hacerlo en grupo y con gente de confianza. Y siempre, antes de salir de viaje, se aconseja visitar la web de la embajada del país de origen en busca de información sobre el país de destino, sobre todo por las alertas específicas o de última hora, o de las últimas semanas, que aparecen detalladas y actualizadas.

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