¿Cómo manejan el tiempo los más ricos del mundo?
“Productividad”, esa palabra que está en boca de todos. La relación tiempo empleado-producto conseguido es una obsesión en el mundo empresarial, y todavía más en tiempos de crisis. Para saber cómo manejar correctamente nuestro tiempo no está de más conocer cómo lo hacen los más ricos del mundo, sobre todo aquellos que se han hecho a sí mismos.
Si a tu día le faltan horas, tal vez estés haciendo algo mal. En la vida moderna y urbana del siglo XXI, donde todo son prisas, seguramente no puedas hacer todo lo que te apetecería. Por falta de tiempo. El tiempo, ese abstracto que muchos definen como el preciado oro.
El periodista y escritor Kevin Kruse está especializado en productividad y relaciones laborales, una especie de ‘coach’ empresarial. Escribe en la revista Forbes y tiene algunos libros de notable éxito, llegando a ser uno de los ‘best-sellers’ del New York Times. Además, es un emprendedor de los pies a la cabeza. El último libro de Kruse se titula ’15 secrets successful people know about time management’ (’15 secretos que la gente de éxito sabe sobre la gestión del tiempo’). En él relata los hábitos de productividad de 7 multimillonarios, 13 atletas olímpicos, 29 estudiantes de sobresaliente y 239 emprendedores.
Los ricos no usan listas de tareas pendientes
Cuando hablamos de gestión del tiempo, lo primero que nos imaginamos es una lista -en un cuaderno, en un teléfono o en una tableta, eso ya da igual- de cosas que hacer. Las aplicaciones que nos facilitan este tipo de listas proliferan en nuestros dispositivos móviles. Sin embargo, como explica el autor de este libro en un artículo en la revista Forbes, los ricos no hacen uso de ellas. Los problemas que el autor les encuentra son tres. Por un lado, las listas de tareas pendientes nunca se cumplen. Por otro, las listas no distinguen entre urgente e importante y tendemos a luchar contra lo urgente e ignorar lo importante. Por último, Kruse considera -apoyándose siempre en teorías demostradas- que este tipo de listas contribuyen a la aparición del estrés en los individuos. Apoyarse en un calendario parece mucho más eficaz que en una lista de cosas que hacer.
1.440 minutos por día: así los usan los más exitosos
En el libro son muchos los personajes de éxito que relatan su día a día para dar ejemplo de gestión del tiempo. Richard Branson, fundador de Virgin, facilita uno de sus trucos fundamentales: “Uno de mis trucos favoritos es llevar a cabo la mayor parte de mis reuniones de pie. Me parece que es una manera mucho más rápida de ponerse a trabajar, tomar una decisión, y sellar el acuerdo”. También dice que no puede vivir sin su bloc de notas, de los de toda la vida, en el que inmediatamente apunta cualquier idea que le venga en mente para no olvidarla.
Mark Cuban, un empresario ‘multitarea’ -es el dueño de los Dallas Mavericks, los cines Landmark y de Magnolia Pictures, entre otros-, lo tiene muy claro: “Nunca te reúnas con nadie a menos que alguien vaya a firmarte un cheque”.
Por su lado, el cofundador de Airbnb -el portal de vivienda vacacional más importante del mundo- dice que intenta centrar el “trabajo de verdad” por las mañanas, para no verlo perjudicado por el cansancio de las reuniones posteriores.
Otros multimillonarios que se han hecho a sí mismos, como el cofundador de Facebook, Dustin Moskovitz, relatan sus experiencias para sacarle todo el rendimiento posible a su tiempo. En su nueva empresa tienen “miércoles de no reuniones”, para favorecer el trabajo individual y la concentración. Por otra parte, el ex presidente de Intel, Andrew Groove, dice que se va a casa sólo cuando está cansado porque “nunca he terminado, siempre hay más que hacer, más que se debe hacer, más que se puede hacer”.
El día a día de la mayoría de los que estén leyendo esto no se parecerá en absoluto a la rutina de estos magnates, pero sí puede ser un referente. Cuando uno está hasta arriba de tareas, tal vez un respiro para organizarse el tiempo sea lo más conveniente. Quién sabe, quizá ese tiempo reporte un éxito inesperado.
Cecilia de la Serna
