La moda mira hacia La Meca
Parece que el Oriente Medio se ha convertido en un semillero de oportunidades, algo que no ha pasado desapercibido a las grandes marcas que, sin dudarlo, se han lanzado a la llamada ‘moda púdica’.
Puede ser que Francia haya suscitado meses atrás una gran controversia por el intento de prohibición del burkini, pero una de las casas de moda más famosas de ese país no tiene ningún problema cuando se trata de ropa islámica. Chanel ha sido la última marca occidental en apostar por el mercado musulmán. La semana pasada, siguiendo el ejemplo de otras firmas en el sector, las vitrinas de las tiendas Chanel en Beverly Hills lucían maniquíes con telas cubriendo sus cabezas al estilo hijab, reflejo de una tendencia cada vez mayor para atraer a compradores musulmanes de alto nivel adquisitivo.
Las grandes marcas se islamizan
Parece que el Oriente Medio se ha convertido en un semillero de oportunidades, algo que no ha pasado desapercibido a las grandes marcas que, sin dudarlo, se han lanzado a la llamada ‘moda púdica’. Dolce & Gabbana fue la primera gran marca occidental en apostar por los velos, túnicas y faldas hasta los tobillos con una colección que vio la luz a principios de 2016. De esta forma Domenico Dolce y Stefano Gabbana rompían con los estereotipos dominantes en la industria de la moda. Capas oscuras, velos y vestidos vaporosos en tonos neutros y estampados geométricos y floreados propios de la cultura árabe dieron lugar a Abaya, su primera colección exclusiva para las mujeres musulmanas.
Dolce & Gabbana fue la primera gran marca occidental en apostar por la moda islámica
Sin embargo, los Dolce & Gabbana no han sido los únicos en apostar por acercar la moda árabe a Occidente. H&M también contó con una modelo musulmana para una de sus campañas publicitarias. Se trata de Mariah Idrissi, de 23 años y de origen paquistaní y marroquí. Con la presencia de Mariah, H&M entraba al mercado musulmán que va en constante aumento: se estima que para 2019, los creyentes del Islam gastarán cerca de 484 mil millones de dólares en ropa y zapatos. Idrissi formó parte del film Close the loop, una iniciativa de H&M para concienciar a los usuarios sobre la importancia de reciclar las prendas. Además, junto a ella, en el vídeo aparecen modelos que reflejan la diversidad de culturas, etnias o rasgos físicos.
No son los únicos ejemplos de esta tendencia que, en realidad, solo certifica la querencia capitalista por ocupar cualquier nicho de mercado vacante. También la firma de ropa japonesa Uniqlo empezó el pasado mes de octubre a vender conjuntos con hiyab en sus tiendas londinenses. En la misma ciudad, la cadena Marks & Spencer ha lanzado el ‘burkini’, un mono integral de baño que solo deja al aire cara, pies y manos y que tanto revuelo ha causado este verano en Francia.
Mercado millonario
Los consumidores musulmanes son de los colectivos que más gastan en compras, sólo faltaba que una enseña global, con millones de clientes en todo el mundo, empatizara con este sector de la población y abriera el camino, ya que el 23% de la población mundial es musulmana. Durante 2013, estas mujeres gastaron 266 mil millones de euros en moda (más que Japón e Italia juntos), según el estudio Global Islamic Economy Report que elabora cada año Reuters en colaboración con el Gobierno de Dubái, lo que supone el 11,9% del gasto mundial en el sector. Y se espera que esta cifra se duplique en 2019, cuando quienes profesan la fe islámica desembolsarán unos 484 mil millones de dólares en ropa y calzado. Esto es lo que gastan hoy Estados Unidos y China juntos, y supone el 14,4% del gasto total.
Los musulmanes gastarán en 2019 484 mil millones de dólares en ropa y calzado, el 14,4% del gasto total
Actualmente, Estados Unidos es el mayor consumidor de moda del mundo, con un gasto de 395.000 millones de dólares. Le sigue el mercado chino, con 285.000 millones, y Rusia, con 111.000 millones. El top five lo completan Japón, con 109.000 millones e Italia 103.000 millones. Entre los países árabes, el mercado turco y los Países Árabes Unidos se llevan la palma, con 39.300 y 22.5000 millones de dólares respectivamente. Indonesia, Irán, Arabia Saudí y Nigeria son los otros cuatro mayores mercados musulmanes para la moda, según refleja el Informe de la Oficina de Turismo y Convenciones de Los Ángeles.
La eclosión de las hijabistas
Un nuevo término se cuela entre el mundo de la moda: hijabistas. Una palabra que surge de mezclar ‘hijab’ y ‘fashionista’ y que va asociado a la modernización y a la libertad que las mujeres musulmanas van adquiriendo. Las hijabistas son el nuevo fenómeno de Internet, con una comunidad cada vez más creciente entre las mujeres de todo el mundo. Como auténticas estrellas de la moda, varias blogguers musulmanas han irrumpido en la red social de fotografías polaroid acumulando miles de seguidores.
La más popular es la dubaití Huda Kattan (@hudabeauty), conocida como la Kim Kardashian musulmana. Con maquillajes expresivos y un estilo propio muy marcado, en Instagram cuenta con más de 15 millones de seguidores y sus vídeos alcanzan ya los 55 millones de reproducciones.
Ascia AKF (@ascia_akf) es otra de las hijabistas más influyentes. Ascia se define como una mujer mitad kuwaití y estadounidense, blogger y diseñadora de turbantes. Con más de un millón de seguidores en Instagram, hace tan sólo unas horas subía una imagen anunciando su embarazo que ya cuenta con más de 34.000 likes y 250 comentarios.
Cubierta de pies a cabeza reafirma su feminidad y demuestra que su religión no le impide reinterpretar los códigos de la moda y tener un estilo propio. Ella es la esteticista y blogguer de moda Dalal AlDoub, cuyo perfil en esta red social alcanza casi los dos millones de admiradores.