El negocio de internet: el beneficio de los datos

Internet ha supuesto un profundo cambio en la forma de relacionarnos. La web 2.0 ha revolucionado la manera de comunicarnos e informarnos. Hoy en día, es raro encontrar en cualquier ciudad del mundo alguien que nunca haya tenido contacto con una de las muchas redes sociales existentes. A veces, el desconocimiento de estas herramientas supone una exclusión digital y, por consiguiente, social. Internet ha puesto en manos de todos un altavoz para difundir nuestras ideas, nuestras identidades virtuales, nuestros gustos, nuestras relaciones; todo ello sin coste económico, a sabiendas de que lo gratis siempre tiene un precio…

Mark Zuckerberg declaró que la privacidad había dejado de ser una costumbre social

Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, declaró durante los premios Crunchie de la industria informática en San Francisco, hace más de seis años, que la privacidad había dejado de ser una costumbre social. Este aseguró que la gente estaba empezando a mostrarse más cómoda compartiendo mucha información variada, y de forma más abierta para llegar a más gente. Sin ser vidente, el empresario norteamericano estuvo más que acertado. Actualmente estamos más seguros cuando todos los perfiles están interconectados. Sin embargo, detrás de esa afirmación hay un interés traducido en ingresos económicos. Pero: ¿Cómo obtienen beneficios las empresas que gestionan las redes sociales? La respuesta es simple: los datos de todos sus usuarios son una preciada mercancía para vender a empresas de publicidad online personalizada y para los servicios de inteligencia de los gobiernos democráticos. Y con ella obtienen importantes beneficios.

Ippolita, un grupo de investigadores hackers italianos, defiende en su libro En el acuario de Facebook que las empresas más importantes de la web 2.0, nombradas como Gigantes de la perfilación online (Facebook, Google, Amazon y Apple), tienen una política de uso de nuestros datos intrusiva y controladora. A la hora de crear un perfil en cualquier plataforma online, estamos asumiendo que ponemos en manos de tal compañía nuestros datos personales. Todo ello bajo la premisa cuanto más transparente seamos en redes sociales y en internet, tendremos una identidad virtual más auténtica y que se corresponda más con nuestra persona física; Además de ser más libres.

La privacidad es la libertad en internet

La privacidad en el espacio digital no solo es importante para protegernos de aquellos intrusos que vacían nuestras cuentas bancarias o secuestran nuestros perfiles con malos fines. La privacidad en nuestras cuentas de internet es lo que nos hace realmente libres, la que evita que estemos controlados e identificados por las empresas de publicidad, por los gobiernos y por todos los usuarios de las redes sociales.

Cada vez que accedemos a una red wifi, entramos en cualquier página con nuestro perfil de Facebook, nos registramos con nuestros datos personales, o abrimos nuestro gestor de correo electrónico, aceptamos que estamos expuestos a que las compañías gestoras utilicen nuestros datos como mercancía.  En diciembre de 2015, el navegador Mozilla Firefox realizó un experimento en Hamburgo que demuestra la vulnerabilidad de la privacidad en internet conectándose únicamente a una red wifi pública.

La responsabilidad de la privacidad ya no está solo en la pegatina que tape la cámara del portátil, cambiar las contraseñas o utilizar un buen antivirus. Además, debemos ser prudentes con las publicaciones que hacemos en nuestras redes sociales, intentar no rellenar con nuestros datos personales los perfiles de las páginas, o elegir el navegador de internet más seguro.

La privacidad no es poder hacer en Twitter bromas de muy mal gusto o insultar de forma despiadada a los personajes públicos que no sean de nuestro agrado de forma anónima. Es ser responsables con nuestra identidad personal que no debe reconocerse en nuestra imagen virtual.