El legado de Pablo Ráez
Pablo Ráez, el chico malagueño de 20 años que levantó la voz contra el silencio sobre la leucemia, falleció el domingo rodeado de sus familiares, cuando asumió su destino y optó por morir entre sus seres queridos.
Pablo Ráez, el chico malagueño de 20 años que levantó la voz para concienciar contra la leucemia, falleció el sábado 25 de febrero rodeado de sus familiares, cuando su cuerpo rechazó el segundo transplante de médula. Sin embargo, Pablo ha dejado una herencia muy valiosa: desde que dio a conocer su caso a través de una carta en Facebook, los donantes de médula se han multiplicado en España.
Su Málaga natal pasó de 300 donaciones mensuales a 2.000
La región española donde más han aumentado las donaciones de médula ósea, esenciales en la lucha contra la leucemia, es precisamente Andalucía, sobre todo en la provincia de Málaga, que pasó de unas 300 donaciones mensuales a más de 2.000 a partir de agosto. En esta misma comunidad autónoma, el Plan Nacional de Donantes de Médula Ósea del Ministerio de Sanidad y la Organización Nacional de Transplantes se marcó la meta de llegar a los 4.473 donantes a finales de 2016, pero el carisma de Pablo ha conseguido alcanzar las 33.951 donaciones. Cataluña fue la región que más donaciones realizó el pasado año, con 42.277, mientras que la Comunidad de Madrid fue la tercera, con 27.907.
No donas por Pablo Ráez donas por la vida, por un mundo mas solidario.
Donas por las miles de personas que la necesitan.
Despierta. #dona— Pablo Ráez (@Srraez) 25 de agosto de 2016
Pablo reconoció que se encontraba ya en una fase definitiva, desde el optimismo pero sin ignorar una realidad devastadora. “Estoy centrando en la poca energía que tengo para superar esta etapa que está resultando difícil. Hay días como hoy que quiero tirar la toalla», escribió en su cuenta de Facebook. Ráez acudía a terapia entre tres y cuatro veces por semana al Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga, donde recibía un fuerte tratamiento por la leucemia mieloblástica M6 que padecía, explica el diario El Confidencial.
Pablo Ráez, #MedallaMarbella por su legado a favor de la donación de médula ósea #Marbella #MarbellaSUMA pic.twitter.com/rlGhRhbIRZ — Ayto. Marbella (@Ayto_Marbella) 28 de febrero de 2017
El ayuntamiento de Marbella ha decidido entregar la Medalla a la Ciudad al joven marbellí, una distinción que, insisten, no es a título póstumo. De hecho, el gobierno municipal había decidido suspender el acto tras conocer que Pablo había muerto. Pero Paco Ares, su padre, quien fue homenajeado el año pasado con la misma distinción por sus labores de asistencia a refugiados en Lesbos (Grecia), pidió que los actos no se cancelaran. El consistorio le ha reconocido así como «un icono de la lucha contra el cáncer, logrando con su impulso y liderazgo la concienciación de miles de personas para convertirse en donantes de médula ósea».
Cómo donar médula
«Puede ser donante de médula ósea toda persona sana entre 18 y 55 años (aunque las personas inscritas en el registro pueden ser donantes hasta los 60 años) que no padezca ninguna enfermedad susceptible de ser trasmitida al receptor y que tampoco padezca ninguna enfermedad que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación», explica la página web del Ministerio de Sanidad. El único requisito inicial es rellenar un formulario y someterse a una prueba de sangre para determinar sus compatibilidades.
Tal y como explica en su web el Centro Regional de Transfusión de Andalucía, hay dos vías posibles para la extracción de médula:
1. Administrando cuatro o cinco inyecciones subcutáneas de unas sustancias denominadas factores de crecimiento hematopoyético, que hacen que las células madre de la médula ósea pasen a la sangre. Una intervención que no requiere anestesia..
2. Tomando una cantidad pequeña de sangre medular de la parte posterior del hueso de la cadera con una jeringuilla. Una intervención que requiere anestesia general o epidural.
La donación de médula no contrae ningún riesgo y es una acción que salva vidas.
