¿Cómo actuar ante un perro guía? Consejos para no interferir en su trabajo
Sabías que no puedes saludar a un perro guía cuando está trabajando, te explicamos por qué.
Si te gustan los perros, lo más probable es que vayas por la vida saludando a todos los que te encuentras por la calle y que incluso llames por su nombre a algunos de los que viven en tu barrio. Normal. No es fácil resistirse a ciertas miraditas perrunas. La mayoría incluso sentimos la necesidad de ir más allá y nos acercamos al animal para acariciarlo y demostrarle nuestro cariño. En términos generales podríamos decir que no hay problema. Sin embargo, cuando hablamos de perros guía la cosa cambia. Por llamativo e interesante que parezca, no podemos olvidar que se trata de un perro de trabajo y que por lo tanto debemos seguir ciertas normas para no interferir.
Como establece la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG): “Un perro guía es un perro adiestrado específicamente para ayudar a una persona ciega o con una deficiencia visual grave en sus desplazamientos, mejorando su autonomía y movilidad.” Se trata, por lo tanto, de un trabajo concreto que amerita una altísima concentración. Para no interferir, cuando nos encontramos con un perro que está de servicio debemos seguir ciertas normas. Desde la ONCE nos dan las claves:
- Nunca se debe distraer a un perro guía cuando está trabajando
- Nunca se debe ofrecer comida
- Nadie debe sentir temor ante un perro-guía: Son animales dóciles y muy bien educados
- No deje suelto a su perro cuando se acerque a una persona con discapacidad visual con su perro guía. Los perros se saludan, con mayor o menor efusividad, y pueden provocar algún accidente
- Nunca toque el arnés de un perro guía. Sólo debe hacerlo el usuario
- La salud de un perro guía es excelente y su control veterinario exhaustivo
- Todas las personas con discapacidad visual acompañadas de perros guía tienen garantizado, mediante disposiciones legales, el acceso a los lugares, alojamientos, locales y transportes públicos
El perro guía sabe exactamente lo que tiene que hacer y no es poco. Tal y como explica la FOPG: “Está entrenado para reconocer y evitar obstáculos, tanto estáticos como en movimiento, a nivel del suelo o en altura. Marca a su usuario la llegada a bordillos, escaleras o desniveles del pavimento, busca puertas de acceso, asientos libres en transportes públicos y tiene iniciativa para encontrar la mejor alternativa de paso en situaciones comprometidas.” Fascinante. Lo mínimo que podemos hacer por estos héroes de cuatro patas es no interferir en su trabajo y ayudarlos así a cumplir con su misión.
Si por alguna razón fuera necesario establecer contacto, es importante comunicarse siempre con la persona, no con el perro, que mientras esté de servicio debe atender solo a su humano. Pero en esta vida no todo puede ser trabajo, por eso desde la ONCE nos recuerdan: “Los perros guía son animales amistosos. Requieren atención y afecto y si no están trabajando, agradecerán cualquier muestra de simpatía y cariño.” Actualmente en España hay más de mil perros guía en activo. Cuando te encuentres con uno ya sabes cómo actuar.