La presión social empuja a los hombres a tener sexo sin desearlo
Los hombres heterosexuales tienen sexo no deseado con otras mujeres, y este es un hecho mucho más habitual de lo que puede presumirse. Así lo demuestra un estudio encabezado por Jessie Ford, doctoranda en Sociología en la Universidad de Nueva York, quien sostiene que hay dos razones de peso por la que lo hacen: 1) para ajustarse a las expectativas de género y 2) para evitar situaciones incómodas.
Los hombres heterosexuales tienen sexo no deseado con otras mujeres, y este es un hecho mucho más habitual de lo que puede presumirse. Así lo demuestra un estudio encabezado por Jessie Ford, doctoranda en Sociología en la Universidad de Nueva York, quien sostiene que hay dos razones de peso por la que lo hacen: 1) para ajustarse a las expectativas de género y 2) para evitar situaciones incómodas.
“Si bien es cierto que las mujeres experimentan una mayor carga de acoso sexual, hay hombres que también aseguran que han tenido sexo no deseado”, explica la investigadora en unas declaraciones recogidas por la revista Futurity. «Mis conclusiones apuntan a que los hombres acaban teniendo relaciones sexuales no deseadas a través de un proceso en el que se esfuerzan por no avergonzarse de sí mismos o no avergonzar a su pareja y tratan de comportarse de acuerdo con lo que presuponen que se espera de ellos. En particular, los hombres aceptan el sexo no deseado porque interpretan que aceptar todas las oportunidades sexuales es parte de su masculinidad «.
Para su estudio, publicado en la revista Social Forces, Ford entrevistó a 39 universitarios de distintas razas, de los cuales ocho reconocieron haber vivido relaciones sexuales no deseadas con una mujer. Ford les preguntó, en entrevistas que oscilaron entre los 45 minutos y las dos horas, qué hizo que el sexo no fuera deseado y cómo se desarrolló el acto en sí.
Con las respuestas de las personas consultadas, la socióloga ha confirmado varias de sus teorías sobre la idea que guardan los hombres sobre su propia masculinidad. Uno de sus encuestados le confesó que hay una “presión social” para aceptar el sexo. Otro de ellos argumentó que “se supone que los hombres deben disfrutar de las relaciones sexuales bajo cualquier circunstancia”. Un tercero ofreció otra postura: “Cuando una chica se acerca con esas intenciones, piensas en aceptar porque eso casi nunca sucede”.
Uno de los puntos que despertó la atención de Ford es que estos hombres no hablan de “impulsos biológicos incontrolables”, tampoco de “una seducción femenina irresistible”. Hablan, más bien, de seguir la norma. «La gente trata de cumplir las expectativas de una interacción, incluso cuando el coste es tan alto», concluye Ford.