7 claves para vestir un traje como un auténtico gentleman
Vestir un traje es fácil; llevarlo con elegancia, no tanto. Ya sea para una boda, un trabajo o simplemente por el gusto de vestir de etiqueta adecuadamente, es importante conocer el protocolo. En primer lugar hay que distinguir entre los trajes prêt-à-porter, que todo el mundo puede comprar en las tiendas, y los trajes a medida. Sin duda, los segundos son una mejor opción ya que se adaptan perfectamente a nuestras medidas, no obstante, su precio suele ser bastante más elevado que el de los primeros.
Vestir un traje es fácil; llevarlo con elegancia, no tanto. Ya sea para una boda, un trabajo o simplemente por el gusto de vestir de etiqueta adecuadamente, es importante conocer el protocolo. En primer lugar hay que distinguir entre los trajes prêt-à-porter, que todo el mundo puede comprar en las tiendas, y los trajes a medida. Sin duda, los segundos son una mejor opción ya que se adaptan perfectamente a nuestras medidas, no obstante, su precio suele ser bastante más elevado que el de los primeros.
Te proponemos 7 claves para vestir un traje como un auténtico gentleman.
La chaqueta
La chaqueta es el 50% de un traje y el elemento clave, ya que determina la silueta. Elegir el color y el corte que mejor nos quede es algo esencial. El protocolo establece que en toda chaqueta de dos o tres botones, el último desde abajo, debe ir siempre desabrochado.
Las mangas de la camisa deben sobresalir entre uno y dos centímetros, lo justo para mostrar los puños y los gemelos – en caso de llevarlos- y en todo evento formal, el protocolo establece que no debemos quitarnos la chaqueta, solo desabrocharla al sentarnos.
La chaqueta puede tener una o dos aberturas en la espalda, aunque este año se llevarán las de dos aberturas, según asegura el diseñador Paco Cecilio. La abertura, que nos permite sentarnos cómodamente y acceder con facilidad a los bolsillos del pantalón, proviene de principios del siglo XX cuando en el campo, esta prenda era usada para montar a caballo.
Pero sin duda, hay una opción que es el paradigma de la elegancia: la chaqueta cruzada, que «volverá el próximo invierno». Este tipo de chaqueta se puede combinar de una forma más casual con pantalones de otro color.
El pantalón
Esta prenda suele recibir menos atención que la chaqueta, pero no es menos importante. Siempre hay que utilizarlo con cinturón y su largura debe ser la adecuada: las perneras deben descansar sobre el zapato sin hacer arrugas.
Si eres de estatura baja evita el bajo con vuelta (hace que la pierna parezca más corta). Si decides usar dobladillo, este debe medir entre 2,5 y 4 centímetros. Paco Cecilio nos aconseja los pantalones sin pinzas, ya que «estilizan mucho más la figura y hacen que la caja y la pierna del pantalón se ajusten dando un aire más moderno». Los pantalones, para que queden perfectos, deben ser un centímetro más corto por delante que por detrás para evitar las arrugas en los bajos.
La camisa
La expresión máxima de elegancia es descubrir el puño de la camisa dos centímetros por debajo de la manga de la americana. Una camisa blanca es un fondo de armario imprescindible de cualquier hombre, ya que combina con cualquier tipo de traje. Es importante también saber combinar el cuello adecuado de camisa -italiano, inglés…- con la anchura y el nudo de la corbata.
El inglés, mas cerrado, es adecuado para corbatas más estrechas y con un nudo más fino y ceñido; mientras que el italiano, más abierto, combina mejor con corbatas y nudos anchos.
¿Un tres piezas?
Para las épocas invernales y en lugares de frío, el chaleco es una buena opción. En el caso de llevar esta prenda para un evento muy formal, las tres piezas deben de ser del mismo color. Para otros ámbitos menos formales, «es tendencia llevar el chaleco de un color distinto al de la chaqueta y el pantalón», asegura Cecilio. En todo caso, cuando se usa chaleco, se debe llevar siempre la chaqueta desabrochada.
Elegir una corbata
La clave para combinar la corbata con la camisa es su color y estampado. Con una camisa lisa se puede tomar cualquier licencia a la hora de escoger corbata; si la camisa es de cuadros muy pequeños o rayas muy finas, se puede optar por una corbata con un estampado siempre más grande que el de la camisa y viceversa.
El nudo de la corbata debe ir en consonancia con el tamaño del cuello de la camisa. Cuanto más amplio sea el cuello, más ancho tendrá que ser el nudo. No obstante, un nudo Windsor es siempre una apuesta acertada tanto para ocasiones formales como otras más casuales.
Cinturón o tirantes
Tirantes o cinturón, decídete, pero nunca ambos. En el caso de decidirte por los tirantes existen dos opciones para escogerlos: bien aquellos que cuentan con pinzas o mordazas -adaptables a todo tipo de pantalones- y los que van abotonados -el pantalón debe tener botones cosidos en su interior-. Estos últimos, si bien no son aptos para todo tipo de pantalones, son más adecuados.
Paco Cecilio lo tiene claro, y dice que la mejor opción son los tirantes, porque hacen «que el pantalón se mantenga en su sitio, en la cadera, todo el día sin moverse», a diferencia del cinturón, y «evitan que se forme una arruga en el bajo del pantalón».
Los complementos
Gemelos: aptos sólo para las camisas con puños especiales ad hoc, son sin duda un claro ejemplo de distinción y elegancia. Paco Cecilio recomienda, que en caso de no usar este complemento, para ocasiones elegantes se puede optar por los cubrebotones.
Pañuelo de bolsillo: hay muchas maneras de doblar y llevar el pañuelo de bolsillo, y todas ellas dependen del gusto del portador; no obstante, ya sea de seda, algodón u otro material, su color no debe combinar con la corbata, debe hacerlo con la camisa o incluso ser de otro color distinto o estampado.
Pisacorbatas: su fin es muy claro: sujetar la corbata a la camisa y evitar que esta se mueva, no obstante, Paco Cecilio señala que su uso es adecuado sólo para camareros o maître o cuando el trabajo requiera que la corbata no cuelgue.
Pañuelo de cuello: puede ser un sustituto de la corbata, «para llevarlo con una americana, pero no con un traje», asegura Paco Cecilio. «El traje siempre debe ir con corbata».
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Los zapatos
Los zapatos, siempre de cordones, deben ir acordes con el color del cinturón y combinar adecuadamente con el traje. Si tu estilo es formal, los calcetines deben coincidir con el color del pantalón y no con el del zapato. Por el día, y en función del traje, se debe optar por un zapato color marrón, camel o cognac; mientras que por la noche, siempre un zapato de color negro.
El mocasín o los sneakers quedan relegados a ocasiones menos formales.