El surf no es solo cosa de humanos
Hay estudios que incluso aseguran que quienes viven cerca del mar son más felices que quienes no lo hacen y, al parecer, algunos perros piensan lo mismo. Llegan a la playa y sin dudarlo corren a darse un buen chapuzón. Unos se refrescan y salen, otros nadan un buen rato. Pero luego están los que van un poco más allá y se atreven incluso a surfear, porque no, el surf no es solo cosa de humanos.
Para muchos, el mar es sinónimo de vida, de energía. Es la mejor medicina para el cuerpo y para la mente. De ahí la popularidad de hashtags como #VitaminSea o #BeachLife. Hay estudios que incluso aseguran que quienes viven cerca del mar son más felices que quienes no lo hacen y, al parecer, algunos perros piensan lo mismo. Llegan a la playa y sin dudarlo corren a darse un buen chapuzón. Unos se refrescan y salen, otros nadan un buen rato. Pero luego están los que van un poco más allá y se atreven incluso a surfear, porque no, el surf no es solo cosa de humanos.
Los perros tienen una capacidad natural para el equilibrio que les permite, con un poco de práctica, dominar la tabla y moverse entre las olas mejor que muchos humanos con experiencia. La clave para enseñarle, como siempre, está en que el animal disfrute con lo que hace, que lo viva como un juego y, por supuesto, que confíe plenamente en su humano. Por motivos de seguridad, los canes no van atados a la tabla y deben llevar siempre chaleco salvavidas. Por lo demás, la versión canina del deporte es bastante parecida a la humana y su popularidad va en aumento.
Estos adorables surfistas de cuatro patas son conocidos popularmente como ‘surfurs’ y cuentan con varias competiciones alrededor del mundo donde mostrar sus habilidades. El 04 de agosto se celebrará en California, USA, la tercera edición de una de las más importantes: el World Dog Surfing Championship. Una competición que atrae a perros de todas partes del mundo y que este año contará con más de 60 participantes. Además del surf, en esta oportunidad habrá también un concurso de disfraces y una competencia de buscar pelotas. Parte de los beneficios recaudados con las inscripciones se destinará a organizaciones sin ánimo de lucro que ayudan a perros, surfistas y medio ambiente.
Para la competición, los perros entran al agua con sus dueños, que son quienes empujan las tablas y determinan en qué ola colocar al can. No vale cualquiera. Si es demasiado fuerte, el perro se puede caer, pero si es demasiado débil, se puede quedar atrapado en el agua y no llegar a la orilla, perdiendo así la oportunidad de puntuar. Las categorías se establecen en función del peso y el tamaño del animal. Son seis: perros pequeños, perros medianos, perros grandes, perros extra grandes, equipo de 2 o más perros y equipo perro-humano. En cada ronda los participantes tienen 10 minutos para atrapar tantas olas como puedan y obtener un máximo de 10 puntos de cada juez.
Las actuaciones son calificadas por un panel de jueces que evalúa la duración, la técnica, la confianza, el estilo, la dificultad de la ola surfeada y lo mucho o poco que el perro disfruta de la actividad. Los tres competidores con mayor puntuación de cada categoría se declaran ganadores de su grupo. De esos, los dos mejores compiten en una segunda ronda con los dos mejores de las otras categorías, excluyendo las dos categorías de equipo (Tandem), y de ahí sale el ganador absoluto de la competición.
La ‘Kelly Slater’ de los perros es Abbie, una kelpie australiana, abandonada en la carretera cuando era cachorra (2006). A los pocos meses fue adoptada y en 2008 comenzó a surfear. Su humano, Michael Uy, le enseñó con la idea de ayudarla a mejorar la confianza en sí misma y poco a poco se dio cuenta de lo mucho que disfrutaba en el mar. Desde entonces, ha hecho podium en todas las competiciones en las que ha participado. Tiene dos Récords Guinness y en 2014 se convirtió en el primer perro en ser incluido en el Salón Internacional de la Fama del Surf. Es toda una leyenda.
Los perros surfistas no están solo en California
En Australia, Chris de Aboitiz, ex campeón mundial de surf en tándem y entrenador canino, utiliza esta modalidad deportiva para luchar contra el abandono. Consciente de que los problemas de conducta son uno de los principales motivos de abandono, defiende que a través del surf se puede enseñar a los perros a ser más disciplinados y a los humanos a entender mejor a sus perros y a conectar con ellos en un nivel más profundo. Desde hace casi 10 años, Aboitiz recorre la costa australiana con sus cuatro perros adoptados ayudando a muchas familias a encontrar el equilibrio a través del surf.