Chilling Adventures of Sabrina, Charmed o Suspiria son algunas de las nuevas iteraciones de la brujería en la pantalla. ¿Lo nuevo? Que también son abiertamente narrativas feministas (o quieren serlo).
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Las brujas han vuelto. Hace unos días hablamos de la preponderancia de los vampiros hace una década, pero ahora ha llegado el momento de las mujeres con poderes y poder… y lo recibimos con brazos abiertos. No es casualidad, claro. En tiempos de #metoo y esta una nueva ola de feminismo, la televisión y el cine han captado el mensaje han tomado nota y han aprovechado para revivir a estas míticas figuras femeninas que son a la vez símbolo de poder y de opresión.
Desde los primeros minutos de Chilling Adventures of Sabrina queda claro que ya no estamos en Kansas y que la vieja Sabrina televisiva, con un gato marioneta parlante, se ha quedado en tiempos pasados (la serie es una adaptación fiel a los cómics del mismo nombre, de hecho su creador es el mismo que el de la serie de Archie Cómics sobre la bruja: Roberto Aguirre-Sacasa). Esta bruja adolescente es feminista y beligerante, una joven de armas tomar que pronto se da cuenta (SPOILER ALERT) de que va a tener que ganarle una pelea al Diablo mismo… y lo asume con total tranquilidad.
No solo se trata de ella. Sus mejores amigas, una chica negra hija de activistas y una chica que es atormentada en el colegio por su identidad sexual, fundan junto con ella un grupo de mujeres para protegerse en grupo de los abusos masculinos en general (desde el director a los jugadores de fútbol americano), por ejemplo. La serie es claramente una reescritura de este personaje con el momento presente en mente y diálogos del palo:
Sabrina: Quiero libertad y poder.
Prudence: El señor oscuro nunca te dará eso. Pensar que tú o que alguna de nosotras tenga ambos lo aterroriza.
Sabrina: ¿Por qué?
Prudence: Es un hombre.
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Pero Sabrina no está sola en este renacer de la brujería en la ficción. En tiempos de renovado feminismo es obvio por qué se ha elegido a estos aquelarres para ejemplificar la liberación femenina.
Hace siglos, mujeres con ideas propias y rodeadas de hombres temerosos y vengativos ardieron en hogueras por nada más que palabrería. La acusación era la de brujería y el miedo, el real, no era hacia sus poderes o maldiciones, sino al hecho de que se organizaran y obtuviesen poder y capacidad de actuación. Un aquelarre, o cualquier grupo de mujeres unidas, era (y en muchos casos aún es) revolucionario, una respuesta a la represión y el abuso masculino, estuviese formado por brujas o no… no es casual que en los sesenta un importante grupo de activismo feminista, con sentido del humor y mucha ironía, se bautizase como Women’s International Terrorist Conspiracy from Hell o WITCH, por ejemplo.
Y hoy esas uniones reviven en versión ficcionada para contar personajes femeninos complejos (porque no se trata de ser buena o mala, no todas estas brujas son buena compañía).
Una opción menos tridimensional, pero no por ello menos del presente, es el remake de la serie Charmed. Con nuevas y diversas hermanas brujas, esta serie sobre “el poder de las tres” vuelve a contar historias sobre tres hermanas con poderes que deben equilibrar su vida mágica con su vida humana y, además, luchar contra demonios y demás seres infernales que no las dejan en paz. De hecho la descripción oficial de la serie no solo las pone a luchar contra el mal, sino contra el patriarcado (¡uf! Pobres, cuánto trabajo tendrán).
En el cine hace unos días también aparecieron brujas. Suspiria, el remake de Luca Guadagnino del clásico de terror de Dario Argento, no tiene virtualmente ningún hombre en su reparto, ninguno con peso por lo menos. El psicoanalista que primero duda de las acusaciones de brujería en la Academia de baile berlinesa de la película, es quien más minutos ocupa en la trama y es interpretado por Tilda Swinton. Pero no solo se trata de que casi todos los hombres en esta cinta son patéticos, la verdadera conclusión, incluso dicha en voz alta por un personaje, es la de “creer a las mujeres”. Esa y que estas brujas, crueles o no, son también un grupo de mujeres que se ha aliado para poder sobrevivir.
Y para quienes crean que esto se detiene aquí, una noticia: Hechizada vuelve a la televisión, una nueva versión de la serie sobre esta bruja que movía la nariz y era una devota ama de casa está en producción y suponemos que habrá poco de hacer caso al marido, mucho de liberación y mucho más de la estupenda Endora.
Vamos, que hay brujas para rato… no duden que más noticias sobre más contenidos protagonizados por mujeres con poderes llegarán a la pantalla (esperemos que con más mujeres a la cabeza, dos de estos tres ejemplos tienen hombres a la cabeza). Mientras, sin embargo, hay opciones para todos los gustos.