Los beneficios de adoptar un perro adulto
Los perros adultos pasan cuatro veces más tiempo en los refugios que los cachorros. En parte debido a falsas creencias sobre su dificultad para adaptarse.
El año pasado, 104.688 perros fueron recogidos por refugios y protectoras de toda España. Cifra similar a la de años anteriores que confirma que el abandono sigue siendo el principal problema de bienestar de los animales de compañía en nuestro país. Se trata, además, de un fenómeno que no discrimina en cuestión de tamaño o edad. Sin embargo, según el estudio El nunca lo haría de la Fundación Affinity sobre el abandono, la pérdida y la adopción de animales de compañía en España, con la adopción no pasa lo mismo. El tiempo de permanencia en el refugio de los cachorros es mucho menor que el de los perros adultos.
En concreto, el estudio establece el tiempo medio de estancia de los cachorros en el refugio en 2,3 meses. Los perros adultos, en cambio, pasan un promedio de 8,6 meses. Los expertos de Affinity explican la diferencia “en gran parte por el mayor atractivo que posee un animal joven para muchos adoptantes” y a que “existe la idea equivocada de que un animal adulto no se integrará a su nueva familia o de que ya no podrá ser educado de forma efectiva”. Una auténtica lástima ya que en realidad son muchos los beneficios de adoptar un perro adulto.
La convivencia es más fácil
Los perros adultos no son tan exigentes como los cachorros en cuanto al tiempo y la intensidad de la actividad física que demandan. Si por los motivos que sea no tienes la energía o la capacidad física necesaria para lidiar con el ritmo de un perro joven, adoptar uno adulto puede ser la mejor opción. Por lo general, los perros adultos suelen llevar un estilo de vida mucho más relajado y se adaptan con facilidad a los humanos más sedentarios. Por supuesto, esto en ningún caso significa que el perro adulto no necesite ejercicio regular y paseos diarios. Todo lo contrario. Su salud, tanto física como mental, depende en gran medida de ello. Pero el nivel de energía es menor, se cansan más rápido y disfrutan más de una vida tranquila.
El entrenamiento no solo es posible, sino que puede ser incluso más rápido
A diferencia de los cachorros, los perros adultos que están en refugios, por lo general, han vivido ya con una familia. La socialización y el entrenamiento recibido en el pasado hacen que el animal esté ya preparado para adaptarse a un nuevo hogar. Incluso aquellos que presentan problemas de conducta, al ser adultos tienen un nivel de concentración mayor, por lo que lo más probable es que entiendan las reglas sin mayor dificultad y en cuestión de poco tiempo estén completamente adaptados. Psicológicamente, además, después de haber perdido a su familia, bien sea por abandono o por fallecimiento, acostumbrarse a la soledad y a la vida del refugio no es fácil. Tienen tantas ganas de estar de nuevo en un hogar que podrán todo su empeño y voluntad en hacer las cosas bien.
No hay sorpresas
Un perro adulto está completamente desarrollado. Por lo tanto, no hay sorpresas inesperadas en el tamaño, la raza y el temperamento. El perro que ves es el que vivirá contigo los próximos años. Siempre que sea posible, en el refugio te explicarán el estilo de vida que llevaba el animal anteriormente y su capacidad -o no- para convivir tanto con niños como con perros y animales de otra especie. Sabrás qué tan bien se adapta a los cambios, qué le gusta hacer, qué le gusta comer, si juega con la pelota, si le tiene miedo a la lluvia, etc. Un cachorro, en cambio, es un universo desconocido que, además, va cambiando progresivamente ante nuestros ojos. Aunque como experiencia resulta fascinante, no todas las familias pueden dedicarle a este proceso el tiempo y la atención necesaria para garantizar el bienestar de todos sus miembros.
Es más fácil encontrar al compañero ideal
Eliminar el factor sorpresa hace que sea mucho más fácil encontrar al perro de tus sueños. Ese al que puedes ofrecerle la mejor vida posible, ese que se adapta perfectamente a tus necesidades y que de paso tiene ese apariencia que tanto te gusta. Si estás dispuesto a adoptar un adulto, el universo de opciones se multiplica y lo más probable es que en pocos días encuentres el compañero ideal.
Nadie es perfecto. Lo sabemos y lo tenemos asumido. A los perros, en cambio, les exigimos que lo sean. Especialmente cuando son adultos. Probablemente esa sea otra de las razones por las que cuesta tanto encontrarles un nuevo hogar una vez que llegan al refugio. Si está ahí es porque le pasa algo, porque no es lo suficientemente bueno. Nada más lejos de la realidad. Nada más injusto. El abandono es una forma de maltrato animal y, por lo tanto, no puede justificarse nunca. Adoptar un perro adulto tiene múltiples beneficios. Pero no significa, evidentemente, que sea siempre un camino de rosas. A veces lo es, a veces no. Pero es importante saber que sea cual sea la dificultad, si hay voluntad, podemos encontrar una solución.