7 terrazas de Madrid que todavía no conocen los 'influencers'
Seguro que has visto decenas de listas de terrazas estos días, que si para tocar el cielo, que si las más baratas, que si para veganos… En nuestra selección —que ampliamos cada semana— están esas terrazas que todavía no han puesto de moda los influencers porque son novísimas, porque están escondidas entre el asfalto de Malasaña, porque están sin anunciar en un portal de Lavapiés o porque se salen del circuito turístico. La entrada es gratuita en todos los casos, pero incluimos precios y horarios, para que nadie se asuste luego. Aquí os dejamos las primeras siete:
En Madrid no ha habido primavera. Hemos pasado de dos meses de lluvia necesaria pero deprimente a esa capa del infierno en la que se convierte el asfalto de Madrid con 40 grados. No hemos podido llevar rebequita, así que los seres que vivimos aquí nos pasamos el día buscando sitios frescos. Y, oye, que nos encantan las terrazas: las que son azoteas y las que tienen jardincito, las que son lujosas y las que tienen un par de sillas, una mesa y tres plantas de plástico.
Seguro que has visto decenas de listas de terrazas estos días, que si para tocar el cielo, que si las más baratas, que si para veganos… En nuestra selección —que ampliamos cada semana— están esas terrazas que todavía no han puesto de moda los influencers porque son novísimas, porque están escondidas entre el asfalto de Malasaña, porque están sin anunciar en un portal de Lavapiés o porque se salen del circuito turístico. La entrada es gratuita en todos los casos, pero incluimos precios y horarios, para que nadie se asuste luego. Aquí os dejamos las primeras siete:
1. Casa Granada
Esta es la terraza más especial de la lista. Para llegar aquí, lo primero tienes que saber lo que estás buscando. No hay carteles, anuncios ni flechitas: sabes dónde vas o te pasas de largo. Pero en la calle Doctor Cortezo, entre bazares chinos y tiendas de móviles, está el portal 17, chiquitito, discreto. Hay que tocar al timbre y esperar a que te abran. Subir en el ascensor con los vecinos del bloque hasta la sexta planta. Ahí te recibe un bar cuidado con una terraza cutre: sin adornos ni florituras.
No te esperes música chill out ni cócteles. Aquí hay bravas, albóndigas y morcilla, de la verdadera. Mesas apañadas para aprovechar todos los espacios y un toldo para que no pegue tanto el sol, como se ha hecho toda la vida, vamos. Los camareros son de los de camisa planchada y servir 20 mesas a la vez sin olvidarse una caña. Dimas Íñigo es uno de ellos, trabajó 37 años en una de las terrazas más grandes de Salamanca, pero se vino hace cinco a Madrid para reformar y hacerse cargo de Casa Granada, porque esta casa es mucha casa. «Es una terraza que es muy acogedora, viene mucha gente, gente buenísima. Se trata lo mejor que se puede y la gente se va contenta, que es una de las cosas más importantes que hay», asegura a The Objective. Se sirven comidas y cenas, en fin de semana de forma ininterrumpida. Para los que se enamoren de este casticismo, reparten carnets de socio.
Horario: 12:00 – 24:00 (sábado y domingo hasta la 01:00)
Teléfono: 913 693 596
Lo más: la autenticidad y los precios
Lo menos: pese a su localización medio escondida, siempre está arriba. «Esperaros un poquito que merece la pena», consejo de Íñigo.
2. Generator Hostel Madrid
El Generator Hostel Madrid todavía huele a nuevo. La terraza de dos pisos de este moderno edificio se suma a la innumerable lista de azoteas que vigilan la plaza de Santo Domingo con Gran Vía. Desde lo alto de esta antigua gasolinera, y oyendo la música de los vecinos de terrazas, es posible sentirse en una ciudad por encima de la ciudad. De momento no sirven comida, pero nos contaron que es porque todavía están empezando.
Es un planazo de verano para cualquier hora del día, porque abre desde la mañana hasta la noche. Pero lo más recomendable es ir al atardecer, ya que la mayor parte de los días hay música en directo. La idea de tomarse una caña viendo el atardecer caer en Gran Vía mientras disfrutas de un concierto es bastante insuperable, para qué mentiros.
Horario: 09:00 – 12.00 (fin de semana hasta las 02:00)
Teléfono: 910 47 98 00
Lo más: la música en directo
Lo menos: todavía les quedan muchos productos por incluir
3. Ginkgo Sky Bar
El Ginkgo es otra de las increíbles oportunidades que nos ha traído el 2018. Al subir a la planta 12 del edificio VP Plaza España Design, apareces frente a frente de los edificios de plaza de España, como si los miraras de igual a igual. Aunque el inmenso edificio España está en obras, las vistas siguen siendo alucinantes. Recomendamos llegar al otro lado de la terraza por su interminable pasillo exterior para ver cómo Madrid desde esta perspectiva casi parece una selva asfaltada. A los 180º, está la otra ciudad: el Madrid de los tejados pardos, de los edificios señoriales, de Ópera, del Palacio Real. Y así con los cuatro lados del espacio.
Es una terraza muy espaciosa, por lo que no debería haber problema para encontrar una mesa o un sofá. Además su carta es de las más abundantes: entrantes, gyozas, postres, carnes, pescados, gyozas, para compartir, en serio, gyozas. Los precios varían bastante, pero en general son caros: siempre pagamos por las vistas.
Horario: 12:00 – 01:30 (viernes y sábados hasta 03:30)
Teléfono: 915 95 55 12
Lo más: las vistas 360º de toda la ciudad
Lo menos: a veces hay eventos privados y no se puede disfrutar de toda la terraza
4. La terraza de Poniente
La mayoría de las azoteas de la capital sigue la estela de la Gran Vía, pero la terraza de Poniente nos cuenta otro Madrid. Con unas vistas increíbles del Cuartel General del Aire, del faro de Moncloa, de la ciudad que se aleja y acaba. Al estar fuera del circuito turístico no suele estar muy concurrida. Además de las mesas y sofás habituales, en la azotea del hotel Exe Moncloa hay un par de camas con cortinas blancas, esas de las pelis y Punta Cana. Pues ya no hace falta irnos tan lejos. También tiene una piscina con unas butacas blanquísimas para apuntalar la ilusión.
Horario: 20:00 – 00:30
Teléfono: 91 745 92 99
Lo más: la sensación de haber escapado de la ciudad
Lo menos: la carta no es muy variada
5. El cielo de Alcalá
Si nos dicen que uno de los cielos de Madrid está en la terraza del hotel H10 Alcalá, nos lo creemos. Es una de las terrazas más bonitas que hemos visitado, también la más cara. Las vistas desde el cielo de Alcalá son distintas a las que estamos acostumbrados: enfrente, la Casa Árabe, la puerta de Alcalá; a un lado, el Retiro, al otro, el barrio Salamanca. La abrieron el verano pasado, así que no está muy concurrida ni en la golden hour (ya sabéis, la hora en la que todas las fotos salen bonitas). Además, tiene una piscina ultra apetecible, la parte mala es que es solo para huéspedes. A los demás solo nos queda sumergirnos en el dorado de una cerveza fría. Tampoco es mal plan.
Horario: 13:00 – 01:00
Teléfono: 914 35 10 60
Lo más: las vistas
Lo menos: los precios
6. Terraza del COAM
La terraza de Bosco de Lobos es una sorpresa entre el asfalto. Situada entre Malasaña y Chueca, en el jardín del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), es todo modernez y diseño. Rodeado de árboles y verde es un oasis en la ciudad. Además, la comida del restaurante del grupo Tragaluz es una delicia. Recomendamos ir a almorzar o cenar, más que solo para tomar una caña. Además, lo de estar al lado del césped tiene su ventaja: después de cenar siempre te puedes ir a un rincón a echar una cabezada. No serías el primero.
Horario: 12:00 – 01:00
Teléfono: 915 24 94 64
Lo más: es una sorpresa entre el asfalto
Lo menos: es pequeña y más limitada
7. The Hat
Es quizás la más famosa de toda la lista y, vale, igual sí que la conocen algunos influencers, pero aun así The Hat mola todo. El día que nosotros la visitamos estaba nublado, llovía y hacía frío (la primavera madrileña es así), pero incluso con todo en contra tenía un encanto especial. Está llena de plantas, arbolitos, maderas y hasta una noria de agua. Es la azotea de un hostel, así que normalmente tiene un ambiente muy internacional y joven. Pegada a la plaza Mayor, es la más céntrica de todas. Como no tiene mucha altura, las vistas son de las paredes encaladas y los tejados pardos. Por las noches encienden unas de estas tiras de lucecitas y es como si al vino blanco le entrara otro sabor.
Horario: 18:00 – 23:30 (L-V); 13:00 – 24:00 (S y D)
Teléfono: 917 72 85 72
Lo más: lo cerca que está de todo
Lo menos: las vistas no son tan espectaculares