No, no nos estamos quedando sin bosques
Una vez que los países alcanzan alrededor de 4.000 euros de PIB per cápita, las áreas forestales comienzan a aumentar.
En la BBC, Deborah Tabart, de la Australian Koala Foundation, señaló que «el 85% de los bosques del mundo ya no existen». Sin embargo, la web Human Progress, del Instituto Cato, un laboratorio de ideas con sede en Washington, asegura que esta afirmación «es incorrecta».
En un artículo escrito por el analista Alexander C. R. Hammond, que analiza la evolución de los bosques en el mundo, esta confirmación de Tabart no sólo sería errónea sino que «debido a la forestación en el mundo desarrollado, la deforestación neta casi ha cesado«.
Pero, el «problema» de esa afirmación, según el analista de Human Progess es que, Naciones Unidas asegura que hay cuatro mil millones de hectáreas de bosques en todo el mundo, mientras que el mundo entero tiene casi 15 mil millones de hectáreas de tierra; por lo que si esto fuera cierto no solo implica que 5,2 mil millones de hectáreas de deforestación ocurrieron en el mar, sino que cada pedazo de tierra alguna vez fue forestado. «Para que el 80% de la superficie forestal ya haya sido destruida y para que permanezcan 4.000 millones de hectáreas, el 135% de la superficie del planeta debe haber estado alguna vez cubierta de bosques», asegura Hammond, esto es, desiertos, pantanos, tundras y praderas cubiertos de bosques.
Un poco más del 31% del mundo está cubierto de bosques, y aunque la Tierra continúa perdiendo áreas forestadas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la tasa anual de deforestación se ha reducido a más de la mitad desde los años noventa. Entre 2010 y 2015, el mundo ha ganado 4.3 millones de hectáreas de bosques por año, mientras que pierde 7.6 millones. Eso representa una disminución neta de 0.08% del área forestal cada año.
Sin embargo, según recoge la web del Instituto Cato, hay quien argumenta que esta información es errónea porque la FAO define área forestal como bosques naturales y plantaciones de árboles, para los críticos algo «engañoso» ya que «las plantaciones de árboles no ofrecen los mismos beneficios que los bosques».
No obstante, la FAO deja claro que «el 93% del área forestal mundial, o 3.700 millones de hectáreas en 2015», era bosque natural. El área de bosque natural disminuyó a una tasa promedio de 6.5 millones de hectáreas por año en los últimos cinco años, una reducción de 10.6 millones de hectáreas en los noventa. Dicho de otra manera, la pérdida de bosques naturales está disminuyendo en un 0.059% y se dirige hacia cero, asegura Alexander C. R. Hammond en Human Progess, quien apostilla que la razón por la que la mayoría de las personas tiene una falsa información sobre el estado de los bosques es porque se ignora la forestación.
«Las regiones más ricas del mundo, como América del Norte y Europa, no solo están aumentando su superficie forestal, sino que tienen más bosques que antes de la industrialización. Reino Unido, por ejemplo, ha triplicado su superficie forestal desde 1919, alcanzando, pronto, niveles forestales equivalentes a los registrados en el Libro Domesday –que el principal registro de Inglaterra, completado en 1086 – hace casi mil años».
Asimismo, un estudio reciente de la Universidad de Helsinki destaca que entre 1990 y 2015, el área forestal anual creció en las naciones de ingresos altos y medios en un 1,31% y un 0,5% respectivamente, mientras que disminuyó en un 0,72% en 22 países de bajos ingresos.
Drones para plantar miles de árboles
Hasta diez mil árboles al día, lo que representa al menos mil millones de árboles al año. Son la cantidad de árboles que la compañía británica Biocarbon Engineering puede llegar a plantar con un dron.
Los drones se encargan de analizar el terreno mediante modelos en 3d (mapeo) para obtener información valiosa sobre el sustrato y decidir autónomamente qué zonas son las más adecuadas para la reforestación. El dispositivo está provisto de pequeñas cápsulas con semillas pregerminadas que es capaz de soltar en lugares señalados donde el ser humano no llega y sin dañar el medio ambiente.
Según datos de la compañía, cada una de estas máquinas puede sembrar hasta 36.000 semillas diariamente y es capaz de vigilar la salud de los brotes.
El trabajo de este RPAS equivaldría a diez veces el trabajo de reforestación que habitualmente se hace de forma manual, con un coste que solo representa un 20% del actual.