Así es Windfloat Atlantic, el primer parque eólico flotante de Europa continental
Esta iniciativa puntera, la primera de la península ibérica, es obra de las compañías EDP Renováveis, ENGIE, Repsol y Principle Power
Cuando pensamos en parques eólicos nos vienen a la mente esos grandes molinos en mitad de la nada, en tierra firme. Pero eso no es más que una parte. En las aguas hay todavía un mundo por explorar.
La energía eólica marina, limpia y renovable, aprovecha la fuerza del viento que se produce en alta mar, que es mucho mayor que la que hay en tierra. De hecho, y según los expertos, la energía eólica en alta mar puede ser hasta el doble de potente que la que se produce en un parque terrestre.
Además, la fuerza del viento no es solo más potente en el mar, sino también más estable al no haber obstáculos de por medio. Por otro lado, el impacto visual y acústico se reduce considerablemente, por lo que sus ventajas no son pocas.
Ahora bien, los condicionantes geográficos para instalar un parque eólico fijado al fondo del mar son muy particulares, por lo que la tecnología está avanzando hacia un modelo flotante capaz de ser replicado en lechos marinos o profundidades marítimas poco favorables para la tecnología eólica marina tradicional. Con este objetivo ha nacido Windfloat Atlantic, el primer parque eólico flotante de Europa continental.
Energía limpia para 60.000 hogares al año
WindFloat Atlantic, que por fin está totalmente operativo, cuenta con una capacidad total instalada de 25 MW. Es el primer parque eólico flotante semisumergible del mundo y será capaz de generar la suficiente energía como para abastecer al equivalente a 60.000 hogares al año, lo que supone un ahorro de casi 1,1 millones de toneladas de CO2. Actualmente suministra energía limpia a la red eléctrica de Portugal, en cuyas aguas está instalado.
El parque cuenta con tres plataformas, todas conectadas por cable a una instalación situada en el municipio luso de Viana do Castelo, que está a 20 kilómetros de la misma. Las tres plataformas se construyeron en la península ibérica: dos de ellas en los astilleros de Setúbal, en Portugal, y la tercera en los astilleros de Avilés y Fene, en España.
Las tres unidades cuentan con aerogeneradores de 8,4 MW cada uno, los más grandes jamás instalados en una plataforma flotante en el mundo. La insólita potencia de estos aerogeneradores permite no solo una generación de energía considerable, sino que fomenta una importante reducción de los costes asociados al ciclo de vida.
Cada estructura flotante tiene 30 metros de altura y las columnas se colocan a 50 metros de distancia entre sí. Y más sobre distancias: su tecnología proporciona acceso a los recursos eólicos a una profundidad de más de 40 metros.
Una estructura no fija y más respetuosa con el medioambiente
Además, el hecho de no estar soportado por estructuras fijas sobre el mar, sino flotando sobre plataformas, hace de este parque eólico un elemento más respetuoso con su entorno y el medioambiente.
La base flotante semisumergible está anclada al fondo marino y cuenta con una serie de placas de retención de agua en la parte baja de los pilares, con lo que se asegura su estabilidad.
Otro hecho que demuestra su sostenibilidad medioambiental es que la estructura ha sido construida íntegramente en tierra firme –incluyendo la instalación de la turbina–, con lo que se evita el uso de recursos marinos.
La tecnología de Windfloat Atlantic admite además un montaje sencillo en un dique seco, sin necesidad de usar remolques especializados. Su diseño está enfocado en la estabilidad en condiciones climatológicas y de mareas adversas, evitando contratiempos propios de estar en alta mar.
Un consorcio internacional detrás de un proyecto puntero
El proyecto de Windfloat Atlantic tiene varios responsables, todos agrupados en el consorcio Windplus, compuesto por la portuguesa EDP Renováveis (54,4%), la francesa ENGIE (25%), la española Repsol (19,4%) y la compañía especializada en energía eólica marina Principle Power (1,2%).
Es, por tanto, un esfuerzo internacional –especialmente ibérico, ya que como hemos comentado la estructura se ha producido íntegramente entre España y Portugal–.
Además, como recuerdan desde Repsol, esta iniciativa ha contado con el apoyo de instituciones públicas y privadas, lo que se ha traducido en la participación de «empresas líderes en sus mercados» y en el apoyo, vía financiación del Gobierno de Portugal, la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones.
Además, entre las compañías que han participado destacan, junto a Principle Power, la joint-venture Navantia/Windar, el grupo A. Silva Matos, Bourbon, el proveedor de turbinas MHI Vestas y el proveedor de cables dinámicos JDR Cables.