¿Cuánto petróleo queda en el mundo (y cómo está distribuido)?
Los científicos advierten: la mitad del petróleo debe quedar bajo tierra para frenar el calentamiento global. ¿Cuánto petróleo nos queda? ¿Cómo está repartido? ¿Podemos dejarlo bajo el suelo?
El petróleo sigue moviendo el mundo. Sin embargo, esto debería acabar pronto. Al menos, es lo que llevan advirtiendo durante bastante tiempo los científicos. Que existe un cambio climático y que los combustibles fósiles tienen gran parte de culpa es una realidad, hay consenso sobre ello.
De hecho, un reciente estudio publicado en la revista científica Nature concluye que es urgente reducir la producción de combustibles fósiles para bajar la temperatura mundial antes del 2050. Y va más allá, concreta: la mitad del petróleo debe quedar bajo tierra para frenar el calentamiento global. La investigación determina, específicamente, que el 60% del petróleo y el gas natural, y el 90% del carbón deben permanecer sin extraer y sin usar hasta el 2050. Estos «recortes dramáticos» e inmediatos en la producción de combustibles fósiles son fundamentales para «limitar el calentamiento global a 1,5 grados», explicaba Dan Welsby, investigador del University College London y autor principal del estudio. El Acuerdo de París compromete a los firmantes a mantener las temperaturas muy por debajo de dos grados, preferentemente a 1,5.
Dicho esto, ¿cuánto petróleo nos queda? ¿Cómo está repartido? ¿Podemos dejarlo bajo el suelo, como recomiendan urgentemente los expertos?
¿Cuánto petróleo nos queda?
La primera pregunta no es fácil de contestar. Según diversos estudios, en el año 2002 quedaban en el planeta entre 990.000 millones y 1,1 billones de barriles de crudo por extraer. Al ritmo actual de consumo, y desoyendo a los investigadores del estudio citado anteriormente, las reservas se agotarían hacia el año 2043. Podría ocurrir incluso antes, si el consumo de este tipo de energía aumentara, como ocurre en algunos países en vías de desarrollo. Lo que pasa es que, a veces, nos topamos con petróleo con el que no contábamos. Es el caso de Canadá, por ejemplo, cuyas reservas probadas de crudo aumentaron de 5.000 millones a 180.000 millones de barriles en el 2002.
¿Cómo está repartido el petróleo en el mundo?
En cuanto a la distribución, el 93,5% de las reservas de petróleo conocidas se encuentran en 14 países, según un reciente informe de la empresa energética y petrolera BP –anteriormente British Petroleum–. Esos 14 países, por cantidad de barriles, son: Venezuela (17,8%), Arabia Saudí (17,2%), Canadá (9,8%), Irán (9%), Irak (8,4%), Rusia (6,2%), Kuwait (5,9%), Emiratos Árabes Unidos (5,6%), Estados Unidos (4%), Libia (2,8%), Nigeria (2,1%), Kazajistán (1,7%), Catar (1,5%) y China (1,5%). El 6,2% restante pertenece a otros países. De los 14 principales, ocho son miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El 43% de la producción mundial de petróleo y el 81% de las reservas mundiales de petróleo se encuentran en países de esta organización, según datos de la propia OPEP.
Las tres zonas que concentran la producción mundial son, por tanto, Oriente Medio, la antigua Unión Soviética y Estados Unidos; en torno al 70% del crudo del mundo procede de ellas. Destaca Venezuela, que en 2015 saltó al primer lugar al identificarse casi 200.000 millones de barriles de reservas probadas de petróleo.
¿Podemos (o queremos) guardar petróleo bajo tierra?
En cuanto a si podemos dejar almacenado bajo tierra el 60% de nuestro petróleo, la respuesta no está clara. Lo que sí sabemos es que los países interesados no están muy por la labor. El pasado mes de abril, la OPEP y sus aliados (OPEP+) acordaron el incremento de su producción de crudo, una producción que había bajado por la pandemia. El club de los 23 productores dejaba hasta entonces y cada día unos siete millones de barriles bajo tierra. Ya no lo hace.
Lo que recomienda el estudio publicado en Nature es que las regiones con las mayores reservas de combustibles fósiles mantengan proporcionalmente grandes cantidades de esos recursos en el suelo. Canadá, por ejemplo, debería mantener el 83% de su petróleo extraíble en el suelo, en comparación con alrededor del 38% de Rusia. No obstante, y sin políticas enfocadas en las energías renovables —no siempre evidentes, especialmente en los países más desfavorecidos–, los grandes exportadores van a seguir extrayendo su oro líquido.