Un submarino neerlandés, el lugar ideal de descanso para esta morsa
El hábitat natural de este mamífero es el océano Ártico. Sin embargo, hace unos días ha sido localizado descansando encima de un submarino atracado en un puerto de los Países Bajos, en una estampa un tanto inusual
Aunque las morsas son mamíferos habituados a los fríos mares árticos, a veces se internan mucho más al sur, hasta el punto de aparecer en sitios tan inesperados como España, Francia, o, incluso en Holanda, como es el caso de una hembra de morsa que ha aparecido descansando en este país sobre un submarino.
Para 2035 se prevé que el Ártico esté completamente libre de hielo durante el verano
La morsa eligió como lugar de descanso —en una curiosa coincidencia— un submarino clase Morsa de la armada neerlandesa llamado Zr. Ms. Dolfijn, atracado en el puerto de Den Helden, donde Hoekendijk pudo fotografiarla descansando tranquilamente en múltiples ocasiones.
Un avistamiento inusual
En Países Bajos existen referencias de avistamientos de morsas desde 1521, año de la pintura de Durero Cabeza de una morsa.
«Por tanto, no podemos relacionar el avistamiento de este animal con el cambio climático, aunque, por supuesto, el calentamiento global supone una gran amenaza para las morsas en general», apunta el experto.
Para 2035 se prevé que el Ártico esté completamente libre de hielo durante el verano. Las morsas dependen de este hielo marino para descansar, tener a sus crías y mudar de piel.
A medida que retroceda el hielo, las distancias a las zonas de alimentación aumentarán, provocando todo tipo de restricciones energéticas a estos animales: «Necesitarán más tiempo para llegar a estos lugares, dejando menos tiempo disponible para buscar comida o amamantar a las crías», advierte el investigador.
«Además, estamos viendo un aumento de morsas que salen a tierra —en lugar de al hielo—, lo que provoca una mayor competencia por el espacio». Una problemática que, según Hoekendijk, sale bien reflejada en el documental Planet Earth.
Esta hembra de morsa, que algunos medios han bautizado como Frey, seguirá un tiempo alimentándose del marisco que encuentre en el Mar de Wadden y descansando en sus costas, aunque el científico espera que en algún momento «sea capaz de volver a su hábitat natural, en las heladas aguas del Ártico».
Mientras, no muy lejos de allí, la Cumbre por el Clima de Glasgow entra en su segunda semana de negociaciones, algunas de ellas, relacionadas con la mitigación del impacto del calentamiento global en el lugar de origen de este mamífero marino, que, ajeno a los entresijos humanos, seguirá explorando mundo tranquilamente a de miles de kilómetros de su hogar.