Los piropos por la calle no son halagos: así lo demuestra la joven que se hace 'selfies' con sus acosadores
«No sabes lo que te haría, nena». «¡Eh tía cachonda!». «Sexy chiquita, ¿dónde vas sola?«. Estos son algunos de los comentarios que recibía la holandesa Noa Jansma cuando iba por la calle. Aunque la realidad es que podrían representar a cualquiera. Por esa razón, la joven estudiante de Diseño en Eindhoven (Países Bajos) decidió compartirlos en su cuenta de Instagram @dearcatcallers, con un complemento añadido: un selfie con todos esos hombres que le gritan por la calle.
La cuenta, que tiene 319.000 seguidores, tiene un objetivo claro: «Concienciar sobre la cosificación que sufre la mujer en su día a día», según su autora. La idea surgió durante una conversación en clase sobre el acoso callejero. «La mitad de la clase, las mujeres, entendían de lo que estaba hablando porque lo vivían de forma diaria. Pero, la otra mitad, los hombres, ni siquiera se imaginaban que eso todavía sucediera. Se mostraron sorprendidos y muy curiosos. Algunos ni me creían», explicó Jansma en una entrevista a BuzzFeed. A raíz de ahí decidió comenzar un proyecto de un mes en el que iba a mostrar a aquellos que se retrataban cada día gritando a las mujeres.
“Mucha gente todavía no sabe con cuánta frecuencia ni en que contexto el acoso callejero sucede. Haciéndome un selfie, tanto el cosificador como el objeto se superponen en una única composición. Yo, como objeto, manteniéndome enfrente de mis ‘piropeadores’ revierto el turno de poder”, explica la joven en la primera publicación del proyecto.
La reacción de los ‘acosadores’
Jansma señaló a BuzzFeed que los hombres con los que se fotografió no «sospecharon» de sus intenciones. «La mayoría de ellos salían con los pulgares hacia arriba. Estaban felices porque honestamente creían que me estaban halagando. Ellos no se preocupaban por mí, les daba igual que yo estuviera infeliz«, dijo la autora que sale en todas las fotografías con un rostro serio.
Las reacciones al proyecto han sido en su mayoría positivas, pero también ha recibido comentarios culpándola de querer llamar la atención. Un hombre que dejó un comentario pidiéndole salir con él, al mismo tiempo que defendía a esos hombres que posaban con Noa. «En el fondo te gustan esos cumplidos«, ha sido otro ejemplo de comentario.
Sin embargo, los datos desmienten esta creencia. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Missouri y de Kansas afirmó que las mujeres que reciben estos comentarios por la calle se sienten más objetivizadas y menos seguras. Este miedo no es infundado. El acoso verbal pasa en muchas ocasiones a acoso físico.
En la última publicación de su cuenta, Noa anuncia que su proyecto ha terminado y que busca a otras mujeres a las que pasar el testigo para mostrar el acoso callejero «es un fenómeno global«.