La sexta extinción masiva de especies de la que somos responsables
Cuando hablamos de extinción, nos viene a la cabeza los dinosaurios. La información que habitualmente no manejamos es que han sido muchas las especies las que han desaparecido en los últimos 500 millones de años, periodo en el que se han producido al menos cuatro extinciones masivas –esto es, la desaparición de una gran cantidad de especies en un período relativamente corto de tiempo, tradicionalmente por motivos geológicos o climáticos–.
Cuando hablamos de extinción, nos vienen a la cabeza los dinosaurios. La información que habitualmente no manejamos es que han sido muchas las especies las que han desaparecido en los últimos 500 millones de años, periodo en el que se han producido al menos cuatro extinciones masivas –esto es, la desaparición de una gran cantidad de especies en un período relativamente corto de tiempo, tradicionalmente por motivos geológicos o climáticos–.
Esta vez, sin embargo, nosotros somos los responsables.
La «aniquilación» de las especies
Un estudio nuevo publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias dice que hay una «aniquilación biológica» en curso.
Investigadores de la Universidad de Stanford y la Universidad Nacional Autónoma de México estudiaron 27.600 especies de vertebrados terrestres (animales con columna vertebral que viven en tierra), que representan alrededor de la mitad de todas las especies de vertebrados, y encontraron que la población del 32 % de estos está disminuyendo.
También examinaron 177 especies de mamíferos, y descubrieron que todos han perdido al menos un tercio de su área geográfica. Además, casi una de cada dos especies ha experimentado una grave reducción de su población.
Varias especies de mamíferos que estaban relativamente seguras una o dos décadas atrás están ahora en peligro de extinción. Por ejemplo, el número de leones africanos ha disminuido en un 43% desde 1993.
Este estudio no es la única investigación que ha llegado a la conclusión de que algunas especies están disminuyendo rápidamente. El Índice Planeta Vivo, que mide la cantidad de ejemplares de 3.706 especies de vertebrados, también muestra una clara tendencia descendente.
Extinción acelerada
Si bien las extinciones masivas ocurrieron antes de que los seres humanos se apoderaran del planeta, los científicos sostienen que la tasa de extinción de las especies se ha acelerado considerablemente.
Incluso, de acuerdo con estimaciones conservadoras, casi 200 especies de vertebrados se han extinguido en los últimos 100 años. Esto equivale a alrededor de dos especies al año. En el pasado, la extinción de 200 especies habría llevado hasta 10.000 años.
El problema, dicen los autores del estudio, es que dos extinciones al año no atraen suficiente atención mundial, especialmente si, en primer lugar, las personas no han oído hablar de dichas criaturas. Utilizan los ejemplos del pez killi del estado de Santa Catarina, Brasil, y el pipistrelle de la Isla de Navidad, un murciélago pequeño, que han desaparecido en los últimos años.
Sostienen que el mundo debe prestar atención, porque la pérdida de la diversidad biológica es uno de los problemas ambientales más graves causados por el ser humano.
En las últimas décadas, los seres humanos han tomado enormes extensiones de hábitat de los animales, y causado la contaminación y el calentamiento global. Todo lo cual, dicen los autores, ha provocado declives catastróficos en las poblaciones de especies comunes y raras de vertebrados.
El problema es que la extinción es irreversible, y tiene un profundo efecto en el ecosistema del planeta. Todo, desde los alimentos que comemos hasta los recursos que utilizamos, lo tenemos gracias a la extraordinaria biodiversidad de la Tierra.
No hay suficiente tiempo, dicen, para evitar la reducción de la biodiversidad, y la idea de que existen formas de traer animales extintos de vuelta a la vida es una «interpretación equivocada».
Pero no todos están de acuerdo con la sombría evaluación de los científicos.
¿Estamos a tiempo de revertir la situación?
Algunos argumentan que si realmente estuviéramos en medio de una extinción masiva, el mundo ya se habría terminado. El paleontólogo del Smithsonian Doug Erwin le dijo a The Atlantic: «Las personas que afirman que estamos en la sexta extinción masiva no entienden que la lógica de su argumento es errónea».
«Hasta cierto punto, ellos hacen esta advertencia para asustar a las personas e impulsarlas a actuar; pero, si de hecho estamos enfrentando una sexta extinción masiva, la biología de la conservación deja de tener sentido».
Aunque también advierte: «Creo que si seguimos a este ritmo por un tiempo prolongado nos enfrentaremos a una extinción masiva, y creo que este es un descubrimiento optimista porque significa que realmente estamos a tiempo de evitar el Armaguedón«.
Pero los autores del estudio de aniquilación biológica nos hacen una clara advertencia: incluso nuestros días podrían estar contados.
La ventana de oportunidad para llevar adelante una acción eficaz es muy corta, probablemente de dos o tres décadas, a lo sumo.
Todos los signos apuntan a amenazas cada vez más poderosas a la biodiversidad en las próximas dos décadas, pintando un panorama sombrío del futuro de la vida, incluso de la vida humana.
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Artículo publicado originalmente en el World Economic Forum en español.