Pacma: "Cómo puede pensar España en ser el Silicon Valley si en cada pueblo se tortura a los animales"
Silvia Barquero, presidenta de Pacma y cabeza de lista al Parlamento Europeo, y Laura Duarte, candidata a la Presidencia del Gobierno
El 28 de abril se celebran en España elecciones generales[contexto id=»383899″]. A los partidos de siempre, PP y PSOE, y a los nacionalistas catalanes y vascos, se sumaron en 2015 Podemos y Ciudadanos, pero hay otras formaciones que también buscan su espacio, como el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma).
Para saber qué ofrece al electorado, hemos acudido a la sede de Pacma en Madrid. Es un piso céntrico pero pequeño. El despacho donde nos recibe su presidenta, Silvia Barquero, es diminuto y está lleno de papeles y más papeles que reflejan el trasiego que se vive para tener todo a punto para el 28A, pero también para las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo.
Silvia es la cabeza de lista de Pacma al Parlamento Europeo. Apenas comenzada la entrevista se nos une Laura Duarte, tesorera de Pacma y la única candidata mujer a la Presidencia del Gobierno en las elecciones de abril, que encabeza la lista de Pacma por Madrid al Congreso de los Diputados.
Confían en hacer historia: conseguir, por fin, que Pacma entre en las instituciones. Por fin, porque este partido lleva presentándose a las elecciones generales desde 2004. De los 64.947 votos obtenidos entonces pasaron a 1.213.871 en 2016. Al igual que otros partidos como Ciudadanos o Izquierda Unida, cree que la ley electoral les penaliza.
Pacma sigue siendo un partido poco considerado por el resto de las formaciones y, sin embargo, tiene cada vez más votantes.
Silvia Barquero (S.B): “Nosotros vemos esa evolución de forma muy positiva. Es la prueba del avance de la sociedad, que cada vez considera de manera más seria el trato que damos a los animales y con más preocupación. Algunos partidos que no sólo protegen la tauromaquia sino que realmente se están viendo amenazados por el auge de Pacma y de la corriente social que representamos, están incluyendo toreros en sus listas, lo cual es una ridícula representación de lo acabados que están; han convertido las listas electorales en un coso taurino, y están entre Vox y PP a ver quién da más apoyo a una práctica que está acabada, y está acabada gracias al trabajo de concienciación que llevamos 15 años haciendo”.
¿Quién vota a Pacma, jóvenes más que adultos, personas de izquierda más que de derechas?
SB: “El perfil de la gente que nos vota creo que tiene, en primer lugar, un factor determinante que es la empatía. Cuando alguien vota a Pacma es porque tiene la empatía para votar por un proyecto común, no ya de país sino de planeta. Pacma es también el partido de esos jóvenes comprometidos con el medio ambiente y con el cuidado del planeta y, por tanto, de los animales como parte de este».
Laura Duarte (LD): «Son mayoritariamente mujeres, cada vez mujeres más jóvenes. Nosotros nunca nos hemos situado en el eje de izquierda-derecha porque entendemos que la defensa de los animales es algo muy transversal, pero es cierto que el concepto de justicia que nosotros tenemos está más cerca de la izquierda que de la derecha».
¿Creéis que una parte del voto desencantado con Podemos puede irse a Pacma?
LD: “Es posible que sí. Puede que el desencanto sí lo recojamos en cierta manera. A esto se añade que, según una encuesta publicada el otro día, es posible que el 50% de la gente menor de 25 años no vote, no sabe a quién votar…».
¿Y es ahí donde queréis enfocar la campaña, en los jóvenes indecisos?
SB: “Los medios de comunicación han aupado a Vox y a nosotros no nos dan cabida, así que no jugamos en la misma liga y no tenemos la posibilidad de llegar a esos jóvenes que todavía no han decidido su voto porque están desencantados con la política”.
LD: “Cuando llegas a ellos es verdad que te reciben bien. Siempre hemos intentado acercarnos mucho a los jóvenes, no sólo a través de las redes sociales, que es nuestro principal canal, también cuando vamos a universidades o hacemos charlas realmente reciben a Pacma como aire fresco; entonces, es verdad que un reto es llegar a toda esa gente joven, que es muchísima, que todavía no nos conoce, y convencerla para que vote a Pacma».
¿Cómo se lucha contra las llamadas al voto útil de algunos partidos?
SB: “Creo que la gente joven no se está dejando engañar por el tema del voto útil. Y eso me parece súper importante».
L.D: “Cuando otros partidos hablan del voto útil dan por hecho que Pacma podría ‘ceder’ sus votos a otro partido, ‘cederlos’ en el sentido de que nuestros votantes elegirían otra opción, y no es así. La mayoría de la gente que nos vota es porque existe Pacma, si no, no votaría probablemente».
En vuestro programa habláis siempre, por este orden, de animales, medio ambiente y justicia social. ¿Pacma antepone los animales a las personas?
S.B: “No (se ríe). De hecho el bloque de justicia social y de medio ambiente es mucho más amplio que el de animales. No vamos a negar que Pacma tiene como bandera la defensa de los derechos de los animales, porque es nuestra razón de ser en política. Existimos como partido político porque ningún otro ha llevado a la agenda política la necesidad de conseguir mejoras legales para los animales y hay una corriente social que lo reclama. Y es lo que estamos a punto de conseguir, entrar en las instituciones para dar al arco parlamentario la pluralidad necesaria para que todos los intereses de la ciudadanía estén representados. Y el de la gente que defiende el medio ambiente y a los animales no está representado”.
Está Equo…
S.D: “Hablas de Equo pero no hemos visto que haya un partido en España que defienda con la importancia que merece el trabajo para poner freno al cambio climático, que es la mayor amenaza planetaria a la que nos estamos enfrentando, y la defensa de los animales como bandera. Este país está anclado en un pasado que debemos abandonar con urgencia cuando ningún partido está dispuesto a prohibir la tauromaquia, que está además manchando de sangre nuestra imagen. Hay que sacar a España de la Edad Media ¿Cómo vamos a progresar en un país que sigue manteniendo las tradiciones arcaicas, obsoletas, que nos mantienen en blanco y negro?».
En Cataluña prohibieron las corridas de toros
S.B: “Eso queremos que se haga extensivo al resto de España, pero destacaría que en Cataluña siguen manteniendo los correbous y eso no es coherente. Allí había una cuestión identitaria que afortunadamente ha beneficiado a los animales, pero es necesario poner fin a toda forma de festejo que incluya el sufrimiento y el maltrato a los animales. Mi reflexión es: si incluimos a los animales en nuestro círculo de consideración moral es mucho más sencillo que entendamos a personas que vienen de otros países, que han sido discriminadas por el color de su piel, o a las mujeres discriminadas por una cuestión de género».
Vuestros valores son: Justicia, tolerancia y solidaridad. Sin embargo, se os acusa de ser intolerantes porque queréis acabar con la caza, con las corridas de toros.
S.B: “Somos intolerantes con la violencia. Todas esas prácticas entrañan una violencia que queremos erradicar. Además, tenemos un Código Penal que es una consecución de artículos que prohíben, impiden ejercer la violencia hacia terceros o un perjuicio a terceros y nosotros consideramos que los animales están siendo perjudicados por prácticas como la tauromaquia y la caza. Incluso podríamos hablar de la incoherencia que hay en el Código Penal cuando se castiga con penas de hasta dos años de cárcel a quien maltrate a un animal causándole incluso la muerte, pero se exceptúan la corridas de toros ¿Por qué? Por supuesto que no toleramos la violencia y lo que queremos es avanzar en la consideración, en el respeto y en la consecución de justicia también para los animales. Ampliar lo que decía antes, ese círculo de consideración moral también para seres que sienten y sufren como nosotros. Lo que estamos haciendo es ampliar a nivel filosófico las barreras que nos han llevado históricamente a discriminar a mujeres o personas de otras razas para incluir también a los animales. Lo que estamos haciendo es una auténtica re-evolución como humanidad para incluir a otros seres que habitan con nosotros el planeta, es una concepción re-evolucionaria de la política».
¿Y no hay un término medio, por ejemplo, en la cuestión de la caza? ¿Hay que prohibirla toda o hay que regular esta práctica porque, como se dice, ayuda al ecosistema?
S.B: «Hay una serie de mentiras increíbles vertidas alrededor de la caza y de la tauromaquia para justificar algo intolerable. No es cierto lo que se dice, los cazadores han desequilibrado los ecosistemas acabando con los principales depredadores que mantenían un equilibrio natural. Ahora se han erigido en los que equilibran los ecosistemas pero no es cierto. La Naturaleza no necesitaba de la acción del ser humano para mantener ese equilibrio que ha alcanzado durante millones de años.»
Vuestros detractores dicen que sólo os habláis de animales pero vuestro programa incluye muchos otros aspectos como una sanidad y una educación públicas ¿Qué propone Pacma, por ejemplo, para acabar con el paro en España?
L.D: «En la concepción de la economía y del empleo, creemos que hay que hacer un cambio de modelo absoluto, desde abajo. La situación económica que hay en España, la precariedad, la estacionalidad en el empleo vienen derivadas de un modelo de consumo y de un modelo social y económico que debemos cambiar de raíz. Creemos que la manera de crear estabilidad y generar trabajo de calidad es apostar por nuevas formas de empleo y nuevas áreas relacionadas con el empleo verde, con las energías renovables, con el turismo sostenible que ayudarían a que España cambiase este modelo que tiene de empleo que resulta excepcional en Europa. España dice que vive del turismo pero vivimos de un turismo precario, de un turismo de baja calidad, donde los empleos son estacionales durante unos meses del año, con salarios escasos. Si todo este modelo no lo cambiamos, si no apostamos por crear un empleo de calidad cambiando el modelo completamente, desde abajo, creemos que no será posible superar esta crisis de empleo que tenemos en España. Nosotros apostamos por un turismo sostenible, verde, un turismo rural, potenciar las zonas de nuestro país que están abandonadas y dejar de expoliar toda la costa, que la hemos convertido en un vertedero de residuos donde no hay ni siquiera una gestión ética de los que generan las grandes empresas hoteleras».
S.B: “Además, ahora que se está hablando del mundo rural, nosotros creemos que hay que invertir allí en energías renovables. A mí siempre me ha parecido muy interesante hilar nuestras propuestas económicas con este cambio de modelo del que hablaba Laura basándonos en las nuevas tecnologías, que es algo que viene en el programa. Sabemos que a futuro se avecina un cambio paradigmático del modelo económico con las nuevas tecnologías y lo que hay que hacer es gestionar un nuevo sistema educativo en el que la Formación Profesional vaya de la mano con las nuevas tecnologías. Creemos que la Formación Profesional y la Universidad se deben adaptar. Hay gente formándose que no sabe qué hacer, hay grandes nichos de personas jóvenes con una formación exquisita en nuevas tecnologías, ingenierías revolucionarias, que no encuentran en España futuro porque no se trabaja ese tipo de empleo. No estamos generando un futuro para esas personas que terminan, o marchándose fuera o trabajando sirviendo copas en un bar en verano porque no encuentran trabajo para su formación. En nuestro país, que tiene la tasa más alta de paro entre los jóvenes, precisamente por eso hay que apostar por una educación profesional de calidad orientada a las nuevas tecnologías y ahí hablamos de la apuesta de I+D+i«.
Silvia, tú que te presentas al Parlamento Europeo, ¿cómo está allí lo de los partidos animalistas?
S.B: “El partido animalista holandés ya tiene una eurodiputada, el partido animalista alemán tiene un eurodiputado, esperan tener dos, también los holandeses, Portugal también espera tener un eurodiputado, ahora tiene ya representación en el Congreso portugués, y con todos ellos trabajaremos desde Europa creando un grupo de eurodiputados animalistas que impulsen nuestras medidas de este nuevo mund más justo con el que soñamos».
¿Os hacen más caso en Europa que en España?
S.B: «Claramente. El reflejo lo tuvimos y lo seguimos teniendo en que nos atienden mucho más los medios extranjeros que los medios aquí. En la campaña contra el Toro de la Vega en la que estuvimos trabajando 11 años intensamente hasta conseguir prohibirlo, venían medios de toda Europa a recoger lo que estábamos demandando y reclamando porque les parecía inaudito, inconcebible lo que sucedía en Tordesillas. Nosotros nos miramos en un espejo que es el de los países europeos donde lo que sucede aquí en España es impensable. Creemos que esa es la opción de progreso y avance que necesitamos dar a este país, y yo lo relaciono directamente con el tema económico, de progreso en el sentido más amplio de la palabra, progreso social, progreso económico y progreso moral. Cómo vamos a pensar que España puede ser el Silicon Valley de las nuevas tecnologías si en cada pueblo de este país se tortura a los animales en honor al patrón de las fiestas. Es inconcebible. No se nos puede ver a nivel mundial como un país en el que invertir, y por eso Portugal nos ha adelantado por la derecha, y Lisboa se ha convertido en la meca de las nuevas tecnologías. El único parlamentario que tienen, nada más llegar consiguió la prohibición de sacrificio de animales en las perreras, que es una propuesta que Pacma lleva adelante, y ha conseguido incluir en los menús públicos y escolares una opción vegetariana. Vamos a trabajar desde Europa con esa filosofía que creemos que es más ilustrada que la que tenemos en España. Haremos avanzar este país desde Europa.
Sé que lucháis contra el maltrato animal en las granjas, pero entiendo que si un cerdo se cría en la dehesa, feliz, y al final, se sacrifica para comer, no sé si eso es también parte de la lucha de Pacma.
S.B: «Hay que ir dando pasos. Nuestra política reclama una consideración para todos los animales y lo que está sucediendo en granjas industriales y en mataderos es algo completamente desconocido. Igual que hicimos con el Toro de la Vega, sacamos a la luz algo que se desconoce en el resto del país. Para conseguir cambios legales que beneficien y aseguren el bienestar de los animales hay que mostrar lo que está sucediendo. Mucha gente se indignaría si supieran que desde Europa se está permitiendo, por ejemplo, amputar los testículos de los cerdos sin anestesia durante los siete primeros días de vida, amputarles el rabo o amputarles los colmillos o prácticas tan horrorosas como que se permite sacrificar a los pollitos machos que no interesan a la industria del huevo mediante procedimientos que están en las directivas europeas como el aplastamiento o la trituración en vivo. Eso no está bien. Eso no puede permitirse. Nosotros lo que reclamamos es la consideración de esos animales, y vamos dando pasos».
Un horror, sí. ¿El objetivo de Pacma, entonces, es que la gente deje de comer carne y pescado?
S.B: «Eso lo dejamos en manos de cada uno. Nosotros mostramos lo que sucede. Otra de nuestras propuestas para Europa es el etiquetado de los productos de origen animal para que la gente sepa cómo han vivido los animales, cómo han sido sacrificados, y qué vida han llevado y, a partir de ahí, que cada uno decida».
Amputar los testículos de los cerdos sin anestesia en los primeros 7 días de vida o sacrificar pollitos macho por trituración y aplastamiento en vivo, son prácticas permitidas
L.D: «Todo eso va a ayudar. Al final, comer o no productos cárnicos es una decisión personal, pero es verdad que la gente tiene que tener toda la información. Hay también una cuestión relacionada con la salud y el medio ambiente muy importante. La producción cárnica es la segunda causa principal de contaminación del planeta y, además, es un grave perjuicio para la salud por la manera en que esos animales son criados, la alimentación que se les da, etcétera. Si no damos a la gente la información necesaria para poder tomar este tipo de decisiones, las estamos engañando».
¿Es requisito imprescindible no comer carne o pescado para pertencer a Pacma?
L.D: «Las personas que representamos a Pacma sí somos veganas. Como requisito imprescindible era que las personas que nos representan como cabezas de lista sean veganas porque creemos que es una coherencia que debemos cumplir.
Es un poco excluyente, entonces, ¿no?
S.B: «Tampoco llevamos cazadores y toreros en nuestras listas».
Ya imagino, pero yo me refiero a la alimentación.
S.B: «Precisamente es la alimentación la parte fundamental por la que los animales están siendo explotados y sacrificados. Cuando uno defiende una teoría de los derechos de los animales es porque considera el perjuicio que se les está causando como seres. Si queremos ayudar a evitar el sufrimiento que se genera al mayor número de animales en el planeta, hay que hablar de ganadería. Es un criterio de coherencia, como decía Laura, que las personas que formamos Pacma y defendemos los derechos de los animales no consumamos productos animales».
¿Huevos tampoco?
S.B: «Tampoco. Es verdad que no exigimos a la gente que consuma algo o no, pero es una reivindicación ya a nivel mundial. En nuestro país suena ridículo hablar de veganismo a nivel político pero es que la FAO, la sección para la alimentación de la ONU, está reclamando a los gobiernos que promuevan dietas alimentarias basadas en proteínas vegetales porque es consciente de que la principal industria que está generando gases de efecto invernadero que provoca el cambio climático es la industria ganadera; esta daría mucho que hablar pero, resumiéndolo, para producir un kilo de carne de ternera se gastan 15.000 litros de agua. En un país como España donde el cambio climático se va a traducir en una sequía inminente y en la desertización del 50% de nuestro territorio, hablar de recursos hídricos es hablar de ganadería. Hablar de alimentar al ganado que nos comemos en el primer mundo significa hablar a nivel global de dónde viene el grano que alimenta a las vacas que nos comemos. Ese grano viene, por ejemplo, de la deforestación de la selva amazónica para cultivar el maíz que damos de comer a los animales que nos comemos en el primer mundo. Ese coste económico y ecológico lo están pagando, en primer lugar, las poblaciones indígenas de las zonas rurales de Latinoamérica donde se produce ese grano, y en segundo lugar, hay que tener en consideración no sólo la soberanía alimentaria sino también la redistribución de la riqueza a nivel mundial, porque mientras en el mundo el 80% de la población se alimenta con un cuenquito de arroz, ese 20% privilegiado de la población occidental entre la que nos encontramos, no mira cómo se han producido esos alimentos. Esta reflexión que estoy haciendo es una manera, una vez más, de demostrar que nuestros límites de consideración moral no se limitan a nuestro país, no se limitan a nuestra raza, no se limitan a nosotros mismos, sino que tenemos una conciencia planetaria de las consecuencias de nuestros actos».
¿Cómo se financia Pacma?
L.D: “Nos financiamos únicamente con las cuotas de los afiliados, que somos algo más de 5.000, y con donaciones. No tenemos subvenciones hasta ahora, ni créditos».
¿Y con eso tenéis para los sueldos y todo?
L.D: «Sí. Y para pagar las campañas electorales. Es verdad que requiere un trabajo de ajustar mucho todas las cuentas y estar muy pendiente de todo lo que se gasta, nunca hemos adquirido ninguna deuda. No tenemos los recursos que tienen muchos partidos políticos, ni invertimos en campaña electoral lo que van a invertir, ni de lejos, el resto de partidos, pero somos autónomos e independientes económicamente. Es algo que también nos enorgullece, el haber podido llegar hasta aquí únicamente con lo que nosotros mismos tenemos. En la campaña de las elecciones andaluzas, la más reciente, hemos gastado unos tres mil y picos euros, únicamente, para conseguir algo más de 70.000 votos que fueron el doble de las anteriores. Estamos ahora reajustando el presupuesto pero de aquí a mayo no nos gastaremos más de 100.000 euros, y ya eso es una barbaridad».
S.B: «Tenemos el mejor ratio inversión/euro/voto de todos los partidos».
Por último, ¿cuál es la ley más urgente que hay que aprobar o reformar en la nueva legislatura de acuerdo con el proyecto de Pacma?
L.D: «Hace dos años propusimos al Congreso de los Diputados la ‘Ley Cero’. En España no hay una ley estatal que proteja a los animales, una ley marco que determine desde el ámbito estatal cuál es el trato que debe darse a los animales y qué cosas deben estar reguladas y cuáles no. Presentamos una ley redactada, articulada, lista para ser aprobada a todos los partidos políticos a la que no han hecho caso algunos, pero es una ley en la que recogemos todo lo que consideramos que son las necesidades urgentes que tienen los animales en este momento. Es verdad que es una ley muy ambiciosa porque plantea la prohibición de la tauromaquia, la prohibición de los circos con animales, la regulación de la compra-venta para evitar el abandono masivo de animales que se produce y poder frenar el sacrificio en las perreras…, es una ley muy amplia que recoge todo lo que sería necesario, según nuestro punto de vista, para que los animales tengan un marco legal ajustado a lo que merecen. Y nuestro propósito, si entramos en el Congreso, será impulsar la aprobación de esta ley.
No podemos terminar la entrevista sin preguntarles si tienen animales en casa. Silvia nos cuenta que tiene un perro y cuatro gatos, todos recogidos de la calle. Y Laura tiene tres gatos, dos gatas de la protectora y un gato que recogió en Galicia, de donde es originaria.