Una niña de Bangladés, la primera mujer con el síndrome del 'hombre árbol'
El síndrome del ‘hombre árbol’ es una enfermedad rara que produce gigantes verrugas en el cuerpo.
Sahana Khatun, de sólo diez años, está siendo tratada en un hospital de Daca, capital de Bangladés, ya que padece la enfermedad rara del síndrome del ‘hombre árbol’. Khatun presenta en su cara, sobre todo en orejas, barbilla y nariz, una serie de extrañas verrugas similares a las que presentaba hace tan sólo un año el bangladesí Abul Bajandar, de 27 años, que fue operado con éxito en el mismo hospital.
En el caso de la pequeña Sahana los médicos aún se encuentran estudiando la gravedad de la enfermedad, conocida científicamente como verruciforme epidermodysplasia, cuyas verrugas adquieren forma de raíz cada vez más, aunque creen que la joven se recuperará de forma más rápida que Abul ya que la chica muestra una forma más leve de la enfermedad.
Se sabe poco de esta enfermedad que es hereditaria pero no contagiosa
Su padre, Mohammad Shah Jahan, un pobre obrero de norte rural de Bangladés, ha señalado que no se preocupó demasiado cuando comenzaron a aparecerle las primeras verrugas a su hija hace unos cuatro meses. «Somos muy pobres. Perdimos a mi mujer cuando Sahana tenía sólo seis años. Realmente espero que los médicos le quiten esas cortezas de la cara», apunta Mohammad.
Unas seis personas en todo el mundo tienen esta extraña enfermedad, pero ninguna hasta el momento había sido mujer. «Creemos que se trata de la primera chica con verruciforme epidermodysplasia» informa Samanta Lal Sen, jefe de la unidad de quemados y cirugía plástica del hospital.
Por su parte, Abul Bajandar, que tuvo que someterse a 16 procedimientos quirúrgicos hasta eliminar todas las verrugas gigantes de manos y piernas, recupera ahora la movilidad de sus manos. El joven, con cortezas de hasta cinco kilos de peso cada una, fue la primera persona diagnosticada en Bangladés con esta enfermedad. Su difícil situación captó la atención incluso de la primera ministra bangladesí, Sheikh Hasina, que le prometió que recibiría todo el tratamiento necesario de forma gratuita. En enero los médicos que trataron al joven de 27 años informaron que Bajandar había sido capaz de tocar a su esposa e hija después de una década sin poder hacerlo.
