Pasaportes y 'freesas' en la bienal de Venecia como respuesta a la crisis de refugiados
En 1992, en medio del colapso del socialismo y de la desintegración de Yugoslavia tumultuosa, un grupo de artistas se unieron para crear un estado de ficción utópica en Eslovenia, el ‘Nuevo Arte Esloveno’ (NSK, por sus siglas en alemán). Ahora, 25 años más tarde, el colectivo NSK tiene un pabellón nacional en la 57ª edición de la Bienal de Venecia y entrega pasaportes a cualquier persona que desee convertirse en un ciudadano de su «nación», siempre y cuando se cumplan los requisitos y se consiga superar todas las trabas existentes para acceder al documento de identidad. El colectivo artístico busca exponer a los visitantes al proceso al que muchos refugiados se enfrentan a diario.
En 1992, en medio del colapso del socialismo y de la desintegración de la Yugoslavia tumultuosa, un grupo de artistas se unieron para crear un estado de ficción utópica en Eslovenia, el ‘Nuevo Arte Esloveno‘ (NSK, por sus siglas en alemán). Ahora, 25 años más tarde, el colectivo NSK tiene un pabellón nacional en la 57ª edición de la Bienal de Venecia y entrega pasaportes a cualquier persona que desee convertirse en un ciudadano de su «nación», siempre y cuando se cumplan los requisitos y se consiga superar todas las trabas existentes para acceder al documento de identidad.
El colectivo artístico busca mostrar a los visitantes el proceso al que muchos refugiados se enfrentan a diario.
El NSK, el único Estado sin territorio físico que tiene un pabellón en la bienal, se considera un estado sin fronteras y asegura que su «único territorio es la dimensión del tiempo». Se trata de un país no reconocido oficialmente y su pasaporte no es un documento válido para viajar por otros países, pero sí una reivindicación artística como respuesta a la crisis de refugiados.
El artista turco Ahmet Öğüt es el comisario de la instalación, una especie de oficina de expedición de pasaportes a la que pueden acceder los miles de visitantes que fluyen fácilmente y legalmente por Venecia para que puedan enfrentarse al desesperante trámite burocrático que deben superar todos los refugiados que buscan asilo en Europa.
Una vez en el pabellón de NSK, los visitantes son sometidos a una serie de obstáculos. Tras cruzar una cortina, deben acceder por unas escaleras inclinadas y con ruedas al piso superior, que es donde se encuentra la oficina de expedición de pasaportes. Otra opción, para los más atrevidos, es acceder a través de la cama elástica que hay en la exposición.
Los cuatro agentes designados por NSK para procesar los documentos legales del estado también son muy diferentes de los burócratas que normalmente se encuentran sentados detrás de un escritorio de emisión de pasaportes. Con la ayuda de las ONGs locales, NSK trabaja con cuatro refugiados que han realizado viajes peligrosos desde Nigeria, Ghana e India, antes de terminar en las costas de Italia. Los refugiados actuarán como los funcionarios del pabellón durante los seis meses que dura la Bienal.
Sorting through music memorabilia. Found my @nskstate passport. Might come in handy in these unstable times. pic.twitter.com/uuNQ0PazAU
— 𝕊𝕥𝕖𝕡𝕙𝕖𝕟 𝕁𝕒𝕔𝕜𝕤𝕠𝕟 🇪🇺 (@TheLittleChef) July 3, 2016
Las ‘freesas‘ de Túnez
El NSK no es el único pabellón que ofrece una propuesta de este estilo en la Bienal. El pabellón de Túnez también ha elegido realizar una exposición de arte no tradicional, y en su lugar ha creado un quiosco de emisión de unas visas muy especiales, las ‘freesas‘, unos documentos que representan un mundo idílico donde “los seres humanos pueden fluir libremente de un país a otro».
Our app, created by @ArtImbarc, will help you find the 3 visa delivery points. Download it here: https://t.co/gNFPerZtpy #BiennaleArte2017 pic.twitter.com/h5FyHJzsyg
— The Absence of Paths (@absenceofpaths) May 16, 2017
El colectivo de artistas ‘La ausencia de Caminos’, que representa a Túnez este año en la Bienal de Venecia a través de su comisaria, Lina Lazaar, propone un lugar más simbólico e interactivo para fomentar la reflexión sobre el tema de las fronteras y poner de relieve el espíritu de la propia Bienal, sobre la base de una ausencia de éstas. La exposición se verá enriquecida continuamente por diversas contribuciones de los artistas a lo largo de la Bienal para crear una obra de arte al final, que incluirá las obras más importantes presentadas.
A través de tres puntos simbólicos y una plataforma en línea, permitirá a los visitantes estampar su huella en la visa que recibirán en un pequeño libro azul que incluye estadísticas alarmantes sobre la crisis de los refugiados (3,2 millones de personas se encuentran actualmente en un limbo legal) e información sobre pasaportes (un pasaporte alemán es mucho más poderoso que otros, ya que permite obtener una visa gratuita en 176 países).
Read about #TunisianPavilion in 'Venice Biennale round-up' in @FT : https://t.co/AIOOQ1Eypq #BiennaleArte2017 #Freesa pic.twitter.com/AaUTPdoPnf
— The Absence of Paths (@absenceofpaths) May 16, 2017
En la primera página de este libro azul se puede leer un poema persa del del siglo XIII del estudioso del Islam, Maulana Rumi, que dice:
«Yo no he venido aquí por mi propia voluntad,
y no me puedo ir así.
Quienquiera que me haya traído aquí,
tendrá que llevarme a casa».