¿Qué es la enfermedad del carbón que ha matado a más de 100 hipopótamos en Namibia?
La enfermedad del carbón (Carbunclo Bacteridiano, Carbunco o Ánthrax) es un padecimiento infeccioso producido por la bacteria esporulada Bacillus anthracis, que ataca a rumiantes, principalmente a bovinos y ocasionalmente a equinos, ovejas, cabras y cerdos.
La enfermedad del carbón (Carbunclo Bacteridiano, Carbunco o Ánthrax) es un padecimiento infeccioso producido por la bacteria esporulada Bacillus anthracis, que ataca a rumiantes, principalmente a bovinos y ocasionalmente a equinos, ovejas, cabras y cerdos.
En esta ocasión, ha afectado a más de 100 hipopótamos que este lunes fueron hallados muertos en un río de un parque nacional en Namibia.
BREAKING NEWS: Over 50 #hippos found dead in #Bwabwata National Park, #Namibia https://t.co/sIGfKb1TEe pic.twitter.com/yomvnl7byL
— African Conservation (@AfricanConserve) 9 de octubre de 2017
Aunque parezca insólito, fue el arma bacteriológica usada en Estados Unidos poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York: Ántrax.
Unas cartas que contenían esporas de carbunco fueron enviadas entonces a varias sedes de medios de comunicación como ABC News, CBS News y New York Post, y a dos senadores demócratas (Tom Daschle y Patrick Leahy). El resultado de los ataques llamados Amerithrax por el FBI, dejaron un total de 22 personas infectadas, cinco de ellas muertas.
“Las normas internacionales de la la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) proporcionan una base sólida para diseñar estrategias de detección precoz, respuesta rápida y transparencia en la información para luchar contra focos naturales o intencionales de la enfermedad”, sostiene un informe de la organización haciendo referencia a las medidas tomadas luego de que se desubrió su uso como arma biológica.
En general, suele ser una enfermedad que afecta, sobre todo, al mundo ganadero y está asociada a climas áridos, pero el carbunco se encuentra en todos los continentes del mundo menos en la Antártida.
Existen áreas endémicas con brotes más frecuentes y otras áreas sujetas a brotes esporádicos en respuesta a cambios climáticos que pueden traer a la superficie las esporas que dormitaban en el suelo. Estas son ingeridas por los rumiantes, germinan y causan la enfermedad, reseña la OIE.
La toxina de la bacteria, que proviene del medioambiente, evoluciona en el tejido subcutáneo, afecta la masa muscular produciendo infección, gangrena y la muerte, según ha reseñado el periódico colombiano especializado en ganadería el Contexto Ganadero.
En los animales también suele producir fiebre y depresión por lo que este deja de comer. Otro síntoma es la hinchazón muscular, tras lo que se produce, entre 48 y 72 horas, la muerte.
La página veterinaria.org sostiene que “los primeros indicios de la presencia de Carbunco en el planeta se remontan a referencias Bíblicas (Éxodo, Capítulos 7 a 9) 1500 años antes de Cristo, cuando Moisés anuncia al Faraón las quintas y sextas plagas de Egipto, que diezmaron el ganado que pastaba los valles”.
Posteriormente, se lo menciona en India, Grecia y el Imperio Romano. Por su parte, la literatura científica comienza en 1769 con el relato de Dijon (Francia), que describe el «carbón maligno» en animales y seres humanos, añade la organización.
Recientemente, la población de chimpancés de un bosque tropical de un parque nacional de Costa de Marfil se vio diezmada a causa de este mal.
En los humanos la enfermedad del carbón suele transmitirse a través de animales infectados o por productos animales contaminados y puede ser mortal. En el hombre se manifiesta de tres maneras.
La más común, es una infección de la piel que se produce por la manipulación de animales o productos animales que contienen esporas. “Puede ocurrir con los productores pecuarios o los carniceros que están en contacto con animales enfermos, o cuando la infección se transmite por medio de la lana o el cuero”, sostiene la OIE.
Las esporas pueden penetrar en el cuerpo mediante cortes que estén en la piel de la persona y causan una infección local que, si no se controla, puede propagarse a todo el cuerpo.
También puede contagiarse de forma digestiva si se ingieren las esporas. La forma potencialmente más mortal es mediante la inhalación. Se le llama también ‘enfermedad de los esquiladores’, ya que las esporas del cuero o el pelo pueden inhalarse, advierte el OIE.
En 1881, el bioólogo francés Louis Pasteur, a quien se le debe el descubrimiento de la técnica conocida como pausterización, demostró que la vacunación podía prevenir la enfermedad.