Los perros que trabajaron en labores de rescate el 11S
El 11S, más de 300 perros trabajaron junto a sus guías en tareas de búsqueda, rescate y recuperación en la Zona Cero del WTC.
Los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos acabaron con la vida de más de 3.000 personas y cambiaron el mundo para siempre. Diecinueve años después recordamos a las víctimas y a los héroes de rescate que arriesgaron su vida y se entregaron al 100% durante días con el único objetivo de ayudar. Entre ellos, más de 300 perros.
Se estima que en la Zona Cero del World Trade Center trabajaron más de 300 perros en tareas de búsqueda, rescate, recuperación y terapia. Unidades civiles, gubernamentales, militares y policiales acudieron desde el primer momento para ayudar a las víctimas. Junto a sus guías, los perros trabajaron de forma incansable y lograron resultados importantes. Salvaron vidas, permitieron a muchas familias recuperar a sus seres queridos, brindaron apoyo emocional a los rescatistas y nos demostraron, una vez más, lo lejos que puede llegar el binomio perro-humano. ¿Qué haríamos sin los perros de trabajo? Afortunadamente, no tenemos que averiguarlo.
El primero de los perros en llegar a las torres fue Apollo, un pastor alemán de la unidad K-9 del Departamento de Policía de Nueva York que llegó a la Zona Cero solo 15 minutos después del colapso de las torres. Los labradores Salty y Rosselle, perros de asistencia, ayudaron a sus humanos ciegos -y a decenas de personas que se fueron sumando poco a poco- a bajar más de 70 pisos de la Torre 1 y, una vez en la calle, los guiaron hasta un lugar seguro. 27 horas después del derrumbe, Trakr, otro pastor alemán, encontró con vida entre los escombros a la última superviviente del atentado.
Sirius, un perro de detección de explosivos del Departamento de Policía de New Jersey, fue el único que murió en el ataque del 11 de septiembre. Desafortunadamente, cuando el edificio colapsó, Sirius, un labrador de 4 años, se encontraba en la parte baja de la torre, dentro del transportín. Evidentemente, 19 años después del ataque, ninguno de los perros que participaron en las labores de rescate sigue con vida. La última en despedirse fue Bretagne, una golden retriever que acudió a la Zona Cero con la unidad canina de Texas de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA). Murió en 2016 a los 16 años. Abby, Bacco, Callie, Dausen, Edgar, Finder, Granite, Hoke, Jeff, Keiko, Lambert, Mandy, Obe, Pacy, Quest, Rio, Sarge, Toby, Willow y Zoe son otros de los muchos héroes del 11S.
Hero Dogs of 9/11 es un especial de televisión de una hora de duración, producido por Kelecontent y transmitido en su momento por Animal Planet, que cuenta algunas de las historias de los perros que participaron en las labores de rescate el 11 de septiembre de 2001. A través de entrevistas, material de archivo y recreaciones podemos ver en acción a algunos de los héroes que salvaron vidas ese día y escuchar a través de los propios protagonistas cómo fue el trabajo con los perros en la Zona Cero.
¿Sufrieron los perros efectos secundarios?
Según un estudio publicado en la revista científica Science Daily por investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, los perros de búsqueda y rescate presentan pocos efectos secundarios tras la exposición a los sitios del desastre. Muchas veces ninguno. Según algunos expertos, es el caso de los perros que trabajaron en las tareas de rescate el 11S. La profesora Cynthia M. Otto lideró la investigación. En la publicación, explica: «Dada la edad adulta de los perros y su esperanza de vida esperada, las pocas muertes ocurridas (durante los tres años siguientes a los atentados) no fueron estadísticamente significativas».
Muchos han sido los rumores sobre la muerte de los perros del 11S, pero según el estudio, de los 97 perros a los que pudieron hacerle seguimiento, solo uno murió durante el primer año de vigilancia. El los siguientes tres años, murieron 15, 8 de cuales tenían cáncer. La Dra. Otto asegura que ni la tasa de mortalidad ni la tasa de cáncer son diferentes de las del grupo de control. Advierte, sí, que en un principio los análisis de sangre realizados a los perros mostraron “una mayor concentración de bilirrubina y actividad de fosfatasa alcalina, lo que indica que sus hígados filtraban activamente las toxinas de su torrente sanguíneo. Las globulinas séricas también fueron más altas en el primer año en perros desplegados, lo que sugiere la activación del sistema inmune. Sin embargo, a medida que avanzaba el estudio, estos números se redujeron a los de los perros en el grupo de control.”
Al tratarse de una muestra pequeña, 97 perros, los resultados del estudio no son lo suficientemente sólidos para complacer a toda la comunidad científica. Hay expertos que aseguran que no tenemos todavía datos suficientes para establecer si los perros tienen efectos secundarios o no tras exponerse a los contaminantes característicos de las zonas de desastre. Lo que sí se sabe es que las personas responden de manera diferente y que en el caso de los perros, si hay efectos secundarios, no aparecen a corto plazo.