Dr. Mariano Esteban: «Sorprende un poco que España no apueste más por las vacunas de la COVID-19 nacionales»
Hablamos con el virólogo Mariano Esteban, uno de los doctores del CSIC que trabajan en el desarrollo de la vacuna española contra el coronavirus
El doctor Mariano Esteban lleva más de 50 años de su vida trabajando en cuerpo y alma con los virus. Profesor de Investigación del CSIC y jefe del grupo ‘Poxvirus y Vacunas’ del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) , CSIC, asegura que la vacuna española contra la COVID-19[contexto id=»460724″] no estará lista hasta finales de 2021 o incluso ya entrados en 2022,. «No vamos a ser los primeros», dice, pero destaca que lo importante es «demostrar que España tiene la capacidad logística para producir vacunas que puedan llegar al personal más necesitado».
España no puede competir de igual a igual con las cifras millonarias que están inviertiendo otros países como Rusia o EEUU en la vacuna contra la COVID-19, pero el doctor Esteban lo tiene claro: lo deseable es que la vacuna tenga una eficacia superior al 70% y en España «no se implementará la vacuna hasta que no tengamos la certeza de que la fase 3 ha demostrado seguridad y eficacia».
¿Cómo va el desarrollo de la vacuna española?
Nuestra vacuna, que está basada en una variante de la vacuna que se utilizó para erradicar la viruela, está en proceso de producción por una empresa española. Hemos completado la fase tres de modelo de ratón con muy buenos resultados, tanto de instrucción de anticuerpos neutralizante como de activación de linfocitos T, que son derivados del timo, que son las células encargadas de reconocer y destruir a la célula infectada. Hemos hecho una patente y estamos ahora elaborando el dossier para presentarlo a la Agencia Española del Medicamento para su autorización.
¿Cuándo estará lista?
Si todo va bien, podríamos iniciar la fase clínica 1 a finales de año y continuar en marzo de 2021 con la fase 2. En la fase 1, con 100 voluntarios, la fase 2 con unos 500 voluntarios y luego seguirá un fase 3 con tecnología más avanzada a partir del verano de 2021, ya con miles de voluntarios. Esto es tal y como lo tenemos actualmente programado en el Centro Nacional de Biotecnología y el CSIC.
Todo esto, si todo fuera bien y consiguiéramos la financiación, porque las fases clínicas son caras. Ten en cuenta que en Estados Unidos han dado más de mil millones simplemente para realizar las fases clínicas y después producir la vacuna. En España no tenemos esa financiación ni de cerca y tampoco tenemos empresas potentes que puedan e invertir gran cantidad de recursos para producir la vacuna. Pero podemos llegar a la fase clínica tres, y esa es la que determinará luego el que determinadas empresas se interesen más para producir en cantidad en España y en otros países.
Estamos hablando que para uso público, para que un usuario pueda acceder a la vacuna, podría ser a finales de 2021 o incluso 2022.
Trump ha invertido 10000 millones de dólares en varias empresas, tanto americanas como de fuera de Estados Unidos. Eso ni por asomo lo tenemos aquí, pero lo importante es demostrar que España tiene la capacidad logística para producir vacunas, que puedan llegar al personal más necesitado. Ahí sí que podríamos producirlo y eso creo que sería una contribución importante.
No sabemos si las demás vacunas van a actuar y ser eficaces como lo deseamos, es decir, que tengan una eficacia superior al 70%. No vamos a ser los primeros, lógicamente, porque no podemos competir de igual a igual con sectores que invierten millones de dólares, pero sí que podemos competir a la hora de producir vacunas para aquellos más necesitados de la población, como son gente mayor, residentes y trabajadores en residencias, gente que trabaja en hospitales, gente que está con pacientes, etcétera.
Hay quien espera la vacuna como el milagro que nos curará de todos los males, ¿puede que nos llevemos una decepción?
El tema está en hasta qué punto protegen esas vacunas y qué porcentaje de protección ofrecen a la población, por eso tienes que hacer la fase 3 con miles de personas, las cuales vienen de dos grupos: uno vacunado y otro placebo y comparas qué porcentaje de los vacunados hay muchos menos de infecciones que en los placebo.
Eso te da un indicador de protección, de eficacia y eso es lo que tú quieres. No sabemos qué punto de eficacia va a tener la vacuna ni cuánto dura, por eso hace falta varios tipos de vacunas y ahí es donde podemos nosotros también ser competitivos en ese aspecto.
Sorprende un poco que España no apueste más por las vacunas de la COVID-19 nacionales y por ejemplo, que se haya dicho que en diciembre podríamos recibir la vacuna de Oxford. Creo que es importante que España esté abierto y tan pronto como aparezca la vacuna o vacunas que demuestre eficacia, pues que las ponga a disposición del Sistema Nacional de Salud y que se puedan empezar la vacunación con los más necesitados y poco a poco que se vaya extendiendo a la población.
El hecho de que desarrollemos también vacunas españolas es importante para el propio país, para demostrar que tiene la estructura necesaria a nivel científico, a nivel clínico y a nivel empresarial para abordar estos temas.
¿Vamos a tener más pandemias de coronavirus?
Esta pandemia no va a ser que aparece y desaparece ya para siempre. Vamos a tener, probablemente, más rebrotes, como estamos viendo, y no sabemos cuánto va a durar y si van a aparecer otras pandemias. Por eso España debe tener la capacidad científica y tecnológica para abordar el desarrollo de vacunas de uso humano frente a cualquier tipo de patógeno que se pueda presentar de cara al futuro.
Para controlarlos tienes que desarrollar métodos rápidos de diagnóstico, de desarrollo de antivirales, y fármacos y vacunas. Esos son los aspectos esenciales para control de cualquier patógeno.
Ahora tenemos el virus del Nilo y podemos tener la fiebre hemorrágica del Congo, que tienen un 30% de mortalidad. De momento están más controlados, pero pueden extenderse en cualquier momento y tenemos que estar preparados.
Hay muchas dudas sobre la inmunidad de los que han superado la infección
Bueno, eso lo iremos viendo lógicamente, pero parece que ya hay mucha gente que ha sido infectada y lo que se está haciendo es un seguimiento de cómo está su sistema inmune. Lógicamente, si mides anticuerpos, pues los anticuerpos normalmente aparecen después de la infección y van y van poco a poco declinando sus niveles. Y si los mides después de un tiempo más largo, pues los niveles de anticuerpos a lo mejor ya son casi indetectables, en función del tipo de sistema que utilices para medir anticuerpos en sangre. Se están haciendo investigaciones al respecto para saber cuanto dura la inmunidad de las personas que han sido previamente infectadas.
¿Qué escenario prevé para el año que viene?
Seguiremos teniendo brotes esporádicos hasta que realmente haya una inmunidad general. Lo ideal es que haya un porcentaje superior al 50% o 60% o incluso un 70%, ahí ya tendremos inmunidad de grupo y evitará que tengamos infecciones más amplias de coronavirus.
Trump quiere vacunar ya el día 1 de noviembre a la población para ganar las elecciones. Se quiere ir muy deprisa y tenemos todavía muchas preguntas que responder. Si los científicos y los científicos somos los que responderemos a esas preguntas, y la ciencia, pues va avanzando paulatinamente. No nos podemos a adelantar algo que todavía no lo hemos demostrado experimentalmente.
Antes vuelve a ser una lucha entre Rusia y Estados Unidos. Pero, ¿qué tan seguras son esas vacunas si se decide vacunar ahora en noviembre? Bueno, pues se verá. Creo que en Europa somos más cautos. En España no se implementará la vacuna hasta que no tengamos la certeza de que la fase 3 ha demostrado seguridad y eficacia.
¿Cómo valora la gestión del coronavirus que se está haciendo en España?
Nos han pillado a todos así de repente. Yo soy virólogo y llevo 50 años trabajando con los virus, los conozco y sé su comportamiento y los problemas que tienen y que pueden causar. Este virus se identificó rápidamente, el 10 de enero ya sabíamos la secuencia del genoma y se identificó el patógeno, pero nos pilló desprevenidos desde el punto de vista de que no teníamos las herramientas ni el personal sanitario necesario para combatirlo. No teníamos las mascarillas y todo lo demás para proteger a la población, y ahí pues se han cometido errores.
No ha habido mala voluntad por ningún lado. Nos ha pillado desprevenidos pero eso no puede volver a ocurrir. Por eso es muy importante que haya mayores inversiones en la ciencia y en el sistema sanitario y se refuerce el sistema científico y sanitario de nuestro país.