Mira quien baila, Especial Pandemia
El director general de la OMS presentó en su comparecencia semanal del 19 de octubre una campaña mundial para hacer de We Are Family el himno global de la pandemia
El problema es que la vida real no tiene banda sonora. Tú vas por la calle y da igual que te encuentres con el amor de tu vida o con alguien que quiere matarte, nunca hay una música que suene de fondo para darte una pista, incluso cuando tienes una idea genial no suenan violines que te avisen y pierdes el tiempo dudando. No hay quien se aclare y menos ahora que todos vamos con mascarilla por eso la OMS ha decidido poner manos a la obra para acabar con esta incertidumbre, esta sinrazón, este sinvivir.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, abrió la comparecencia del lunes 19 de octubre anunciando que la OMS iniciaba una campaña mundial para promover la solidaridad global y la cooperación en la lucha frente a la Covid-19. La campaña se llama We Are Family y se llevará a cabo con la colaboración de Kim Sledge, integrante de Sledge Sister, el grupo que hizo del tema un éxito en 1979, y Natasha Mudhar, fundadora de The World We Want, “una empresa de impacto global impulsada para desbloquear la fuerza colectiva de la gente, las ideas, redes de comunicación y tecnologías acelerando el camino al progreso”.
La OMS nos invita a que nos grabemos cantando y bailando la canción, guardando distancias de seguridad, eso sí y, a poder ser, coreografiando el protocolo de medidas. Que nos inventemos pasos de baile tosiéndonos en el codo o lavándonos las manos, esto es, quizás, lo más fácil porque tenemos bastante experiencia en bailes del verano. El Dr. Tedros animaba también a colaborar a políticos y celebrities en esta ceremonia virtual colectiva porque, obviamente, necesitamos referentes incluso para hacer el ridículo. El objetivo es crear un video oficial con fragmentos enviados desde todo el mundo que se lanzará en 7 de diciembre y hacer de We Are Family un himno global que “promueva los valores que necesitamos para resistir a esta pandemia: solidaridad, unidad y colaboración” (sic).
«Together, we are today announcing the start of a new #WeAreFamily campaign to promote global solidarity and collaboration in the face of #COVID19«-@DrTedros https://t.co/hqZPYzpinQ
— World Health Organization (WHO) (@WHO) October 19, 2020
Hay una disonancia cognitiva muy inquietante cuando, en medio de una situación de emergencia mundial, abres con esta noticia la comparecencia semanal para dar información de la situación global y, a continuación, enlazas con que debido a que en el hemisferio norte está entrando el invierno los datos empeoran según pasan los días. Un oxímoron terrible en quien por un lado avisa del peligro inminente y al mismo tiempo te dice que te pongas a bailar. Solo se me ocurre pensar que si la OMS recurre a esto es porque, evidentemente, ya ha perdido toda la fe en la humanidad. Después de siete meses de pandemia ya no espera que interioricemos ningún conocimiento sobre medidas básicas de precaución si no es en una coreografía o por medio de un meme.
Por supuesto que nos queda por saber a quién beneficiará esta operación, en principio de publicidad altruista a nivel global, pero para responder a eso, como para todo lo realmente importante, necesitaremos que pase más tiempo.
Yo, por mi parte, lo siento por We Are Family, un temazo que nos va a bombardear sin piedad hasta que acabemos aborreciéndolo. En los próximos años, cada vez que escuchemos los acordes nos vendrán a la mente, como flashes, las imágenes de políticos con movimientos descoordinados, familias bailando mientras se tosen en los codos y celebrities mirando intensos a la cámara. Todo mezclado con los días que estuvimos encerrados en casa, las escaseces de levadura y las luchas por el papel higiénico, las videoconferencias interrumpidas por niños desesperados que necesitaban salir al parque y la paranoia constante de tener síntomas. Una maniobra chapucera de psicología conductista que consiga que un éxito disco de 1979 nos provoque el mismo escalofrío que el tema central de Psicosis o Tiburón.