La mascarilla, la aliada perfecta de los alérgicos: estas son las que debes usar
Meteored advierte de que las concentraciones de polen de las gramíneas doblan a las de la primavera del año pasado y las del olivo están siendo tres veces más altas que en 2020. Te damos unos trucos para que la alergia no eclipse tu mood primaveral con la ayuda de Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC
El buen tiempo suele ser recibido con alegría, pero causa pánico entre los alérgicos. La exposición al polen aumenta en primavera y los afectados por la alergia estacional experimentan síntomas como el picor de ojos, el moqueo, la nariz taponada, los estornudos o el picor de garganta.
Las alergias por pólenes afectan en España a más de ocho millones de personas, de los que siete son alérgicos a las gramíneas. También son frecuentes las alergias al olivo, arizónica, plátano de sombra, salsola y parietaria, según los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Meteored, proyecto puntero sobre información meteorológica, ha advertido de que «se prevén tiempos difíciles para los alérgicos al polen» porque las concentraciones de polen de las gramíneas doblan a las de la primavera del año pasado y las del olivo están siendo tres veces más altas que en 2020. Te damos unos trucos para que la alergia no eclipse tu mood primaveral. Hemos contactado con Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC, para que nos aconseje sobre cómo podemos evitar que la alergia nos haga la vida imposible.
¿Qué mascarilla es mejor?
Las mascarillas no solo nos ayudan a combatir la COVID-19, sino que también nos aíslan de las partículas del polen. Ángel Moral defiende que «la utilización de mascarillas en el exterior reduce los síntomas de rinitis y asma, impidiendo el acceso de los pólenes». En el último año, hemos incorporado a nuestro vocabulario los distintos tipos de mascarillas y sabemos que no todas son iguales, pero ¿cuál es la mejor para la alergia?
Moral asegura que «las máscaras higiénicas y quirúrgicas no son completamente eficaces para los alérgicos porque no se ajustan adecuadamente a la cara». Estos modelos dejan que el polen pase a la nariz y la boca, por lo que quizá no sean la mejor opción.
Las FFP solucionan ese problema porque se amoldan al rostro gracias a su forma ergonómica. Estas mascarillas «son muy importantes para reducir la exposición y, por tanto, los síntomas y el consumo de medicación», afirma el doctor.
Moral explica que «en años anteriores a la llegada del coronavirus[contexto id=»460724″], se recomendaba usar mascarillas con válvulas porque disminuían la humedad y la temperatura en el interior». Sin embargo, como «estas mascarillas no impiden que el usuario contagie, están contraindicadas», añade.
Ventilación
La ventilación es un punto esencial que debe considerar un alérgico. Lo ideal es cerrar las ventanas de la casa en las horas de más luz y calor, que coinciden con las de mayor incidencia de polen: entre las 12 de la mañana y las cinco de tarde. Airear a primera hora o por la noche (y durante poco tiempo) es lo más indicado, según el doctor Moral. Los filtros del aire acondicionado también pueden ser útiles porque evitan que el polen se mantenga en el interior de la vivienda.
Siguiendo esta línea, el alergólogo aconseja viajar con las ventanillas del coche subidas y recuerda que, para no dejar que los pólenes circulen por nuestro vehículo, también podemos usar un filtro antipolen.
Además, Moral explica que supone un problema para los alérgicos que en los espacios públicos cerrados se abran puertas y ventanas para mejorar la ventilación ante la COVID-19 porque «facilita la entrada de polen al interior de los edificios». Esto puede ser especialmente complicado en, por ejemplo, aulas escolares. Los alumnos «estarían sometidos a una mayor exposición de pólenes y eso podría desencadenar en un aumento de las alergias por pólenes en niños durante esta primavera», estima el alergólogo.
Niveles de polen
Buscar información sobre los niveles de polen en tu ciudad puede ayudarte a prever las medidas que vas a necesitar tomar. Si es un día de alta polinización en tu zona, quizá lo mejor sea evitar actividades al aire libre o salidas al campo.
Puedes consultar la información sobre la carga y el tipo de polen que hay en el ambiente en la prensa y los medios de comunicación o, si lo prefieres, también puedes acceder a esos datos en la web www.polenes.com o desde aplicaciones que avala la propia SEAIC, como Polen Control o Alerta Pólenes.
Otras medidas
La exposición a los pólenes se puede disminuir mediante pequeños gestos como no tender la ropa en el exterior los días de viento o ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa, porque podemos llevar los pólenes en nuestra ropa o en el pelo. También puedes pulverizar la casa con agua para dejar el aire libre de partículas.
Fuera de casa, intenta utilizar gafas de sol y una mascarilla que cubra la nariz y la boca en los días de alta polinización. Por supuesto, evita el contacto con las plantas, especialmente con las que producen grandes cantidades de polen.
Si nada de esto te funciona, siempre puedes lavarte la nariz y los ojos con abundante agua para aliviar los molestos efectos de la alergia.