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Los tesoros que el cielo te enseñará este verano

Las lluvias de estrellas son, sin duda, uno de los fenómenos visuales más impactantes que ofrece el cielo. Sin embargo, más allá de las populares «Perseidas», existe un amplio abánico de espectáculos que, con el Cosmos como escenario, son capaces de dejar boquiabierto al público más exigente durante el verano. Los planetas se acercan, la Luna se hace inmensa, casi inabarcable, y algunos planetas tienen la osadía de interponerse entre el Sol y la Tierra para brindarnos su mejor sonrisa. He aquí el calendario más selecto para no dejar de pestañear mientras miras al cielo.

Los tesoros que el cielo te enseñará este verano

Fundido en negro. El Sol baja el telón. Acaba el primer acto: el día. Pero comienza el segundo. Ése que refleja el espectáculo de la noche. Los elementos más atractivos del Cosmos forman parte de un reparto de lujo que actúan uno de los escenarios más codiciados: lo infinito del firmamento. El cartel astronómico para este verano viene repleto de eventos. Muchos repiten año tras año, fieles a la costumbre de dejarse ver. Otros, en cambio, son una oportunidad única. Solo hay que sentarse y dejarse deslumbrar con la mirada clavada en el cielo.

Las primeras citas con el calendario cósmico

La lista de eventos que el mes de julio tiene preparados arranca con una lluvia de meteoros que se puede disfrutar durante más de un mes; en concreto, desde el 12 de julio hasta el 23 de agosto. Regresa cada daño por estas mismas fechas y está considerada el aperitivo de las Perseidas. Se trata de la lluvia Delta Acuáridas. Se puede ver en toda la Tierra, sin embargo, el palco VIP lo tendrán los observadores que se encuentren en el hemisferio sur o los trópicos del norte. Su mejor función tiene lugar entre la medianoche y el amanecer de los últimos días de julio.

Su verdadero origen es todo un misterio. Se sospecha que esta lluvia de estrellas se debe al cruce de la órbita de la Tierra con los restos del cometa 96p/Macholz 1. Se estima que haya entre 20 a 30 meteoros por hora, una actividad bastante alta. Radiarán desde la constelación de Acuario. Tienen una velocidad de aproximadamente 41 km/s.

La gran fiesta del Cosmos

Es una de las fechas más celebradas. También conocidas como las Lágrimas de San Lorenzo, encandilan bajo su fulgor a los observadores de todo el mundo. Su momento de máximo esplendor será en la madrugada del próximo 12 de agosto. Son meteoros de alta velocidad; concretamente, 59 km/s que radian de la constelación de Perseo.

El padre de las Perseidas es el cometa 109P/Swift-Tuttle, descubierto por Lewis Swift y Horace Parnell Tuttle. Se trata de un gran cometa. Cuenta con un diámetro de 9,7 kilómetros y su órbita alrededor del Sol tiene un período de 135 años. Cada año nuestro planeta cruza la órbita del cometa. Esta órbita está llena de partículas muy pequeñas que formaron la cola del cometa y que fueron liberadas en sus pasos anteriores. Cuando entra en la atmósfera, la fricción la calienta hasta vaporizarla y, por unos segundos, la partícula brilla. Es una estrella fugaz. La lluvia de estrellas son esas miles de partículas incandescentes que brillan por este mismo motivo.

El roce como fenómeno estelar

Una de las grandes sorpresas con la que el cielo planea dejarnos boquiabiertos es una conjunción planetaria. Será el 18 de agosto. Entonces Venus y Júpiter se acercarán tanto que, desde la Tierra, parece que podrían incluso llegar a rozarse. El acercamiento entre Júpiter y Venus será progresivo. Comenzará el 12 de agosto. Entonces, Venus aparecerá ante el Sol noventa minutos antes del amanecer. Media hora más tarde, entrará en escena Júpiter. Se encontrarán a 5,8º.

Es una oportunidad que ocurre, aproximadamente, cada trece meses. No obstante, no siempre tienen lugar tan lejos del Sol como para poder deleitarnos con esta alineación planetaria. Para ello, sólo será necesario mirar hacia el este una hora antes de que salga el Sol. Estarán a apenas 1,8º.

Nuestro satélite natural, la Luna tendrá su papel protagonista. Promete que el cielo de la noche del próximo 10 de agosto sea especialmente claro. Lo será nueve minutos antes de las dos de la madrugada. Será entonces cuando la luna ofrezca su cara más reluciente. La culpa será de una luna gigante, un fenómeno también conocido como “supermoon”. Se produce cuando una luna llena se encuentra muy próxima al punto más cercano a la Tierra en el recorrido de su órbita, el perigeo. Mediará una distancia de más de 350.000 kilómetros. Es posible porque la órbita lunar es elíptica y su centro no corresponde con el centro de la Tierra.

Jugando al escondite

Pero también los elementos del espacio hacen de las suyas. Sin embargo, sus gamberradas no dejan de ser una delicia para los habitantes del planeta Tierra. Gracias a ello es posible disfrutar de espectaculares vistas de planetas como Neptuno. La cita con este planeta será el próximo 29 de agosto. Entonces, se encontrará escondido entre el Sol y la Tierra regalando su mejor panorámica. El planeta gigante azul estará más cerca que nunca de la Tierra y su cara estará totalmente iluminada por el Sol.

No obstante, habrá que echar mano de potentes telescopios para poder captar esta instantánea que, a diferencia de las anteriores, será diurna. Debido a su distancia extrema que separa Neptuno de la Tierra, sólo será posible apreciar un pequeño y lejano punto azul en la inmensidad del espacio exterior.

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