El Toro de la Vega, en imágenes
El Toro de la Vega ha vuelto a celebrarse tras dos años de pandemia. Envuelta en polémica, la famosa fiesta se ha producido sin incidentes graves bajo un fuerte dispositivo policial. «Manjar», un toro de más de 500kg, ha sido el encargado de protagonizar el encierro.
Tras dos años de pandemia y siete años de la supresión de lanzas y muerte en público, el Toro de la Vega ha vuelto a Tordesillas. Miles de vecinos, a pie y a caballo, han disfrutado de su fiesta más popular.
Foto: Claudia Alba | EUROPA PRESS
La Junta en Valladolid ha firmado la autorización solicitada por el Ayuntamiento de Tordesillas para celebrar dos espectáculos populares, en concreto un encierro urbano nocturno y uno mixto, este 13 de septiembre, en sustitución del denominado torneo del Toro de la Vega.
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Será de obligado cumplimiento el Reglamento de Espectáculos Taurinos de la Comunidad de Castilla y León, que dice: «Al finalizar el festejo o, en todo caso, el ciclo de festejos de la localidad se dará muerte a las reses de lidia en instalaciones autorizadas al efecto, sin presencia del público».
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El Ayuntamiento de Tordesillas planteó una modificación el reglamento del torneo para permitir que se le coloquen divisas con unas especies de arpones, lo que recibió la autorización de la Consejería de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.
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Los colectivos antitaurinos y animalistas no han acudido en esta edición a Tordesillas. El Pacma fue quien logró que el Tribunal Superior de Castilla y León paralizara hace cuatro días las nuevas normas del torneo, que permitían el uso de divisas.
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Desde las ocho de la mañana, los vecinos de Tordesillas y alrededores comenzaban a llenar los aledaños del recinto del encierro. La fiesta consigue reunir a unas 30.000 personas en cada edición.
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Varios corredores del encierro torean a «Manjar», un miura de 560kg que ha sido el encargado de protagonizar el primer encierro que se celebra en la ciudad vallisoletana de Tordesillas.
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Un dron de la Guardia Civil y agentes a caballo han vigilado que el Toro de la Vega se celebraba conforme había impuesto la Justicia: sin ser alanceado hasta la muerte.
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