El 'Kebab' al que tiene que ir Chicote: Madrid cierra un local por «deficiencias sanitarias muy graves»
La Policía madrileña ha encontrado, en una inspección rutinaria, comida en mal estado, mucha suciedad y hasta bichos muertos en el interior del restaurante
La Policía Municipal de Madrid ha cerrado un ‘kebab’, como tradicionalmente se conoce a los restaurantes en los que sirven este tipo de comida, tras realizar una inspección rutinaria en la que se han detectado «más de diez infracciones de diferente índole». El cuerpo municipal, que ha compartido un vídeo del mismo en las redes sociales, asegura que se han encontrado «especialmente deficiencias muy graves en materia sanitaria». Es decir, estamos ante un claro caso que podría ocupar un capítulo de Pesadilla en la cocina, el programa de LaSexta de Alberto Chicote.
En las imágenes publicadas por la Policía Municipal madrileña se puede ver restos de comida en mal estado, muchísimas suciedad, pesticidas y cucarachas muertas… En definitiva, nada que de mucha seguridad a la hora de comer allí. Es por ello que no sería nada descabellado pensar que este ‘kebab’ podría acoger sin ningún problema un programa de Pesadilla en la cocina.
Fuentes policiales apuntan a que los policías acudieron al local, ubicado en la calle de la Isla de Tavira, en el distrito madrileño de Fuencarral, con el objetivo de realizar una visita rutinaria. Pero no se esperaban lo que se iban a encontrar en la cocina. En total, como indican en el tuit, los agentes se encontraron con una decena de infracciones en materia administrativas y de seguridad. Y fueron las deficiencias muy graves las que llevaron a la Policía Municipal a tomar la decisión de proceder al cierre del local hasta que se solucionen dichos problemas.
Concretamente, las fuentes policiales aseguran a THE OBJECTIVE que el local no tenia ni licencia de actividad ni de ningún tipo, era ilegal.
Y es que además de las cocinas, las máquinas en las que se cocina la carne del kebab también estaban con una clara falta de limpieza. De hecho, el local carecía de la licencia para que pudiera realizar las labores propias de un restaurante. E incluso los trabajadores del ‘kebab’ no tenían la vestimenta necesaria para poder trabajar de ello, había insectos vivos y muertos, no tenia ningún tipo de sistema para mantener los alimentos y no había trazabilidad de los alimentos.