Descubre cómo hacer esta original tarta de mandarina
El sabor refrescante y ligeramente ácido de esta fruta la convierte en un ingrediente ideal para la repostería
Todos tenemos claro que la repostería es un arte en el que gracias a recetas originales en las que se combinan ingredientes dulces y salados se pueden crear auténticas obras maestras comestibles, no solo por su aspecto, sino también por la sensación que provocan en nuestro paladar a disfrutarlas.
Uno de los ingredientes más empleados desde siempre en la repostería tradicional es la fruta. Sin embargo normalmente estamos acostumbrados a encontrar recetas con manzana, calabaza, naranja o melocotón. Aunque hay una fruta dulce que es muy versátil y de la que se conocen menos recetas que en la que se emplee la misma, y es la mandarina.
El sabor refrescante y ligeramente ácido de esta fruta combinado con su dulzura natural, la convierte en un ingrediente ideal para una tarta que no solo es deliciosa, sino también bastante original. Y es que su combinación de sabores cítricos y textura suave hacen de este postre una elección ideal para cerrar una comida con un toque refrescante y dulce.
La tarta de mandarina
Esta tarta de mandarina sobresale por su combinación de texturas, desde la crujiente base de la masa hasta el cremoso relleno y la fresca cobertura de mandarina, hará que sea un postre inolvidable. Además, su sabor equilibrado entre dulce y ácido la convierte en una opción ligera y refrescante. Por eso la tarta de mandarina es una opción refrescante y deliciosa para sorprender en cualquier ocasión.
1. Ingredientes
Los ingredientes que debes reunir para preparar tu propia tarta de mandarina desde casa son: 125 gramos de harina de repostería, 100 gramos de azúcar, 75 gramos de almendra molida, 100 gramos de mantequilla fría y un huevo para pintar la masa.
En el caso de la crema de mandarina tienes que comprar: 100 gramos de azúcar, la piel de dos mandarinas, 350 gramos de agua, 150 gramos de zumo de mandarina, tres yemas de huevo, 50 gramos de maicena. Y para decorar la base de tarta te harán falta: varias mandarinas, una cucharada de mantequilla y dos cucharadas de mermelada de naranja.
2. Método de elaboración
1. Preparación de la masa
Comenzaremos preparando la masa que utilizaremos para crear la base de la tarta de mandarina. Primero corta la mantequilla fría en pequeños dados. A continuación, mezcla la harina, el azúcar y la almendra molida en un cuenco. Y añade la mantequilla al cuenco en el que has puesto los ingredientes secos hasta obtener una masa arenosa, sin trabajarla demasiado.
Por último, forma una bola con la masa, aplánala un poco, envuélvela en plástico transparente y déjala reposar en el interior del frigorífico durante media hora.
Una vez que la masa ha reposado en el frigorífico durante el tiempo estimado, hay que extender la masa entre dos láminas de plástico transparente y forrar un molde engrasado con ella. También hay que retirar el exceso de masa, pintarla con la yema de un huevo batido y pinchar la superficie con un tenedor. Hay que volver a refrigerar la masa durante cinco minutos.
No olvides precalentar el horno a 200°C. Antes de meter la masa al horno, baja la temperatura a 180°C y hornea durante 15 minutos. Después deja enfriar la masa en el alfeizar de la ventana, ya que es importante que le de el aire fresco.
2. Cocción de la crema
Para hacer la crema de mandarina casera, hay que rallar la piel de las mandarinas y extraer el zumo. En un cazo, se mezclan el agua, el zumo y la ralladura de las mandarinas, las yemas, la maicena y el azúcar. Después se pone sobre el fuego a temperatura media de ocho a 10 minutos.
Es importante que mientras la mezcla está en el fuego, no paremos de remover el contenido del cazo con una cuchara de madera, así conseguiremos que la crema espese. Cuando la crema haya espesado lo suficiente, se retira el cazo del fuego. Finalmente, hay que dejar enfriar la crema con un plástico transparente tocando la superficie para evitar la formación de una costra.
3. Montaje y decoración de la tarta
Para montar la tarta es necesario preparar una bonita decoración para adornar la base. Además, así ésta resulta mucho más apetecible y queda más bonita. En primer lugar hay que preparar las mandarinas. Para ello tendrás que pelarlas y quitarlas toda la parte blanca.
Después hay que separar los gajos y cortarlos en láminas. Una vez laminados, los pasaremos por una sartén con mantequilla a fuego medio, hasta que estén ligeramente caramelizados. Una vez preparada la decoración, hay que proceder con el montaje de nuestra tarta de mandarina. Hay que verter la crema de mandarina sobre la base horneada y extenderla de manera uniforme con una paleta hasta que queda lisa.
A continuación, coloca los gajos laminados de mandarina, que previamente hemos caramelizado por encima. Para que quede más estética, hazlo en círculos sobre la masa. Por último, calienta la mermelada de naranja en el microondas, pásala por un colador, pinta la superficie de la tarta para darle brillo y hacerla más apetitosa.
3. Recomendaciones
Si eres principiante en repostería, puedes optar por comprar una base de masa quebrada ya preparada. O incluso modificar la receta haciendo una base con galletas y mantequilla.
Es recomendable consumir la tarta el mismo día, ya que la base puede perder su textura crujiente al día siguiente. Si prefieres prepararla con antelación, hornea la base el día anterior y deja el montaje de la tarta para el día que vayas a comerla.
Bebidas para acompañar la tarta
La tarta de mandarina tiene un sabor fresco y cítrico, por lo que se recomienda acompañarla con bebidas que complementen o contrasten con su sabor. Los vinos espumosos, los cavas o champagne brut son excelentes maridaje, ya que su efervescencia y acidez resaltan los sabores cítricos de la tarta.
Si prefieres una bebida sin alcohol, un té verde suave y ligeramente dulce puede equilibrar el sabor de la mandarina. Y para aquellos que disfrutan de un contraste de sabores, el café realzará la dulzura natural de la tarta de mandarina.