Así se hace la tarta fría de chocolate de Eva Arguiñano
La suavidad que le aporta el mascarpone al chocolate negro, convierte al pastel en un postre ideal para los más pequeños
La receta de la tarta fría de chocolate es la opción perfecta para aquellos que nunca se han enfrentado a la repostería. Además, la suavidad que le aportan el mascarpone y la nata al chocolate negro, convierte a la tarta en un postre ideal para los más pequeños de la casa, que suelen preferir el chocolate con leche.
También es el mejor postre por el que puedes optar si vas a recibir invitados, ya que al no llevar frutos secos ni harina, te asegurarás de que todos van a poder disfrutarlo independiente de las posibles alergias o intolerancias alimenticias. Además, el hecho de que no requiera horneado y de que se conserve fácilmente en la nevera de un día para otro, convierten a la tarta fría de chocolate creada por Eva Arguiñano, en una receta sencilla, sana, rápida y apta para todos.
Tarta fría de chocolate de Eva Arguiñano
Ingredientes
Para la base de la tarta hace falta comprar 200 gramos de galletas de cereales y cacao, 60 gramos de mantequilla fundida. Mientras que, para el relleno tenemos que reunir: 500 gramos de queso mascarpone, 150 mililitros de nata líquida, 110 gramos de azúcar glas, dos hojas de gelatina y 250 gramos de chocolate negro.
Elaboración
En primer lugar debemos formar la base. Para ello hay que triturar las galletas de cereales y cacao en el baso picador de la batidora hasta obtener una textura arenosa. A continuación, derrite la mantequilla en microondas y mezcla las galletas trituradas con la mantequilla fundida hasta conseguir una masa homogénea.
Esta mezcla será la base de la tarta, así que extiéndela uniformemente sobre el fondo de un molde desmontable (el cual forramos con una lámina de papel para hornear), presionando con una cuchara o con las manos para que quede bien compacta. Una vez listo, hay que guardar el molde en la nevera mientras se prepara el relleno.
Para la crema que da forma al relleno, coloca las hojas de gelatina en un bol con agua fría para que se hidraten. Mientras tanto, funde el chocolate negro a intervalos cortos de 30 segundos en el microondas, o al baño María, asegurándote de que el chocolate quede homogéneo y sin grumos. Por otra parte, en una cazuela, calienta la nata líquida sin que llegue a hervir. Retira del fuego y añade las hojas de gelatina bien escurridas. Remueve hasta que se disuelvan completamente.
Utiliza otro bol para mezclar el queso mascarpone con el azúcar glas utilizando una batidora o unas varillas. Una vez integrado el azúcar, añade la nata caliente poco a poco, batiendo constantemente para evitar que se formen grumos. Luego, incorpora el chocolate derretido también de manera gradual, batiendo hasta que la mezcla sea homogénea y cremosa.
Saca el molde con la base de la tarta del frigorífico y vierte sobre ella la mezcla de chocolate y mascarpone. Alisa la superficie con una espátula y lleva la tarta a la nevera durante un mínimo de cuatro horas, aunque lo ideal es que repose en el frío toda la noche para que cuaje perfectamente. Una vez que la tarta ha cuajado, puedes decorarla. Eva Arguiñano sugiere opciones como espolvorear cacao en polvo, virutas de chocolate, o incluso añadir frutas frescas que aporten un toque de color.
Trucos para una tarta diez
Es importante que el queso mascarpone esté a temperatura ambiente antes de comenzar la tarta. Esto facilitará que se mezcle de manera uniforme con el resto de los ingredientes. Para evitar que la base de galleta se desmorone al cortarla, asegúrate de presionar bien la mezcla de galletas y mantequilla. La tarta se conserva muy bien en el frigorífico, por lo que puedes prepararla con antelación sin preocuparte por la textura o el sabor.