Ni agua, ni alimentos, ni medicinas. Miles de Filipinos no sólo perdieron a sus seres queridos, sino que se quedaron sin casa y sin pertenencias, sumidos en 48 horas en la más absoluta pobreza.

Ni agua, ni alimentos, ni medicinas. Miles de Filipinos no sólo perdieron a sus seres queridos, sino que se quedaron sin casa y sin pertenencias, sumidos en 48 horas en la más absoluta pobreza.