Shanghái, el corazón financiero de China, se asfixia. Soporta estos días un índice de calidad del aire que supera los 300, grado más alto de contaminación severa. El paisaje: rascacielos que buscan el cielo envueltos en polvo.
Shanghái, el corazón financiero de China, se asfixia. Soporta estos días un índice de calidad del aire que supera los 300, grado más alto de contaminación severa. El paisaje: rascacielos que buscan el cielo envueltos en polvo.
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