Un grupo de arqueólogos descubre en el suroeste de Jerusalén los restos de una Iglesia bizantina construida hace más de 1.500 años. La nave central conserva un mosaico en el que se muestran cebras, leopardos, tortugas o aves.

Un grupo de arqueólogos descubre en el suroeste de Jerusalén los restos de una Iglesia bizantina construida hace más de 1.500 años. La nave central conserva un mosaico en el que se muestran cebras, leopardos, tortugas o aves.