Con Víktor Yanukóvich de baja por enfermedad, el Parlamento tampoco logra apaciguar las calles. La oposición se niega a desocupar los edificios administrativos a cambio de la amnistía de los detenidos en las manifestaciones.

Con Víktor Yanukóvich de baja por enfermedad, el Parlamento tampoco logra apaciguar las calles. La oposición se niega a desocupar los edificios administrativos a cambio de la amnistía de los detenidos en las manifestaciones.