El primer ministro chino firma una normativa que evitará que el Gobierno califique de secretos de Estado elementos que deberían ser públicos, impidiendo que los funcionarios se escuden en ellos para eludir información.

El primer ministro chino firma una normativa que evitará que el Gobierno califique de secretos de Estado elementos que deberían ser públicos, impidiendo que los funcionarios se escuden en ellos para eludir información.