Con arcos y flechas y al ritmo de maracas, centenares de indígenas se manifiestan contra la celebración del Mundial. La policía lanzó gases lacrimógenos para impedir que se acercaran al estadio Mané Garrincha, que acogerá siete partidos del Mundial.

Con arcos y flechas y al ritmo de maracas, centenares de indígenas se manifiestan contra la celebración del Mundial. La policía lanzó gases lacrimógenos para impedir que se acercaran al estadio Mané Garrincha, que acogerá siete partidos del Mundial.