Se llama Francisco Valderrama. Su oficio es reparador de balones. Lo ejerce en una clínica donde remienda el cuero del esférico con el que juegan los más necesitados. Que vuelven a rodar por el vecindario es cuestión de entre 0.70 y 5 euros.
Se llama Francisco Valderrama. Su oficio es reparador de balones. Lo ejerce en una clínica donde remienda el cuero del esférico con el que juegan los más necesitados. Que vuelven a rodar por el vecindario es cuestión de entre 0.70 y 5 euros.
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