Es Arturo, el oso polar más triste del zoo de Mendoza. Su calvario comenzó hace dos años cuando Pelusa, su compañero, murió. A su falta se unen las altas temperaturas del zoo y la única opción de nadar en una piscina de 50 cm de profundidad.

Es Arturo, el oso polar más triste del zoo de Mendoza. Su calvario comenzó hace dos años cuando Pelusa, su compañero, murió. A su falta se unen las altas temperaturas del zoo y la única opción de nadar en una piscina de 50 cm de profundidad.