El ejército pide disculpas por la muerte de dos soldados durante un entrenamiento, asfixiados con sus capuchas en un simulacro de secuestro. Es el último caso de una serie de incidentes que provoca la indignación pública por la falta de supervisión.

El ejército pide disculpas por la muerte de dos soldados durante un entrenamiento, asfixiados con sus capuchas en un simulacro de secuestro. Es el último caso de una serie de incidentes que provoca la indignación pública por la falta de supervisión.