Más tímida, pero igual de gigante. La tercera y última superluna del verano iluminó el cielo esta semana. El fenómeno se produce cuando el satélite, gracias a su órbita elíptica, se acerca a la Tierra. En esta ocasión estuvo 1.500 km más lejos.
Más tímida, pero igual de gigante. La tercera y última superluna del verano iluminó el cielo esta semana. El fenómeno se produce cuando el satélite, gracias a su órbita elíptica, se acerca a la Tierra. En esta ocasión estuvo 1.500 km más lejos.
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