La polémica está servida. Según un estudio del Instituto Weizmann el consumo de edulcorantes artificiales como la sacarina producen el efecto contrario al buscado, provocando obesidad. Algunos científicos creen que las conclusiones son erróneas.

La polémica está servida. Según un estudio del Instituto Weizmann el consumo de edulcorantes artificiales como la sacarina producen el efecto contrario al buscado, provocando obesidad. Algunos científicos creen que las conclusiones son erróneas.